Editorial Alaire

Yo una vez tuve un pueblo
que no era mío
y en el pueblo una calle
con el nombre oxidado
de un viejo general.
A cuatro casas de la mía
un patio abandonado
y el viejo caserón,
herencia de posguerra y contrabando,
donde los niños de pan con aceite
rompían el silencio
y alumbraban con su imaginación
los huecos sin luz.

Rosario Martín
2018

Es hermoso, Rosario, muy hermoso; se me han erizado los vellos de la nuca; es de todos este gran poema tuyo, de todos.

Aplausos emocionados; un abrazo de los grandes.

Cambio yo el perfil de ese bocata tuyo y lo pinto con el vino y con un poco de azucar y voy a dar una vuelta por el pueblo de siete casas y siete cuadras y pajares siete y en la cuadra el gallinero. Todo destruído quedó por la dosis de un rayo seco que incendió pajares y retoño la inspiración en un poema que siendo tuyo se hace casi mío.

Tuviste un pueblo y una inspiración bien realizada y hasta caliente.

Un abrazo

Hallie Hernández Alfaro escribió:Es hermoso, Rosario, muy hermoso; se me han erizado los vellos de la nuca; es de todos este gran poema tuyo, de todos.

Aplausos emocionados; un abrazo de los grandes.

Gracias, Hallie,me ha costado mucho escribir este poema
y no sólo por los problemas de visión.
Un gran abrazo, querida poeta.

Rosario Martín escribió:Yo una vez tuve un pueblo
que no era mío
y en el pueblo una calle
con el nombre oxidado
de un viejo general.
A cuatro casas de la mía
un patio abandonado
y el viejo caserón,
herencia de posguerra y contrabando,
donde los niños de pan con aceite
rompían el silencio
y alumbraban con su imaginación
los huecos sin luz.

Rosario Martín
2018

Me han gustado estos versos, me transiten sin duda, belleza teñida en desesperación y esperanza a la vez, un gusto.

Muy sensibles versos que emocionan querida amiga...
Un gusto leerte...te abrazo con todo mi cariño...
Nancy

Hermoso trabajo, amiga Rosario.
Abrazos.

Rosario Martín escribió:Yo una vez tuve un pueblo
que no era mío
y en el pueblo una calle
con el nombre oxidado
de un viejo general.
A cuatro casas de la mía
un patio abandonado
y el viejo caserón,
herencia de posguerra y contrabando,
donde los niños de pan con aceite
rompían el silencio
y alumbraban con su imaginación
los huecos sin luz.

Rosario Martín
2018

También fui niño de pueblo, de pan con aceite y azúcar para la merienda, calles y cuestas y casas arruinadas por la guerra, incluso de algún poeta local olvidado pero con nombre en la plca de alguna plaza. En cierto modo, he vuelto allí.
Salud.

Rosario Martín escribió:
herencia de posguerra y contrabando,
donde los niños de pan con aceite
rompían el silencio
y alumbraban con su imaginación
los huecos sin luz.

Un poema precioso y verídico, que a todos los de la generación de nuestros padres les resultará familiar.
Enhorabuena, compi. Un beso.

Bello poema, Rosario, que a muchos nos llena de nostalgia.
Un abrazo

Muy hermoso poema lleno de verismo y de nostalgia. Un preciso retrato de otros tiempos.
Te felicito.
Un abrazo.

Guillermo Cuesta escribió:Cambio yo el perfil de ese bocata tuyo y lo pinto con el vino y con un poco de azucar y voy a dar una vuelta por el pueblo de siete casas y siete cuadras y pajares siete y en la cuadra el gallinero. Todo destruído quedó por la dosis de un rayo seco que incendió pajares y retoño la inspiración en un poema que siendo tuyo se hace casi mío.

Tuviste un pueblo y una inspiración bien realizada y hasta caliente.

Un abrazo

Gracias, Guillermo,por venir al pan con aceite.
Hermoso comentario, compañero,un abrazo.

Ronald Bonilla escribió:Bella referencia a esa calle que quizá tenemos sin que sea nuestra, bello ese pequeño poema, abrazos

Muchas gracias, compañero,un abrazo.

Joan Port escribió:

Rosario Martín escribió:Yo una vez tuve un pueblo
que no era mío
y en el pueblo una calle
con el nombre oxidado
de un viejo general.
A cuatro casas de la mía
un patio abandonado
y el viejo caserón,
herencia de posguerra y contrabando,
donde los niños de pan con aceite
rompían el silencio
y alumbraban con su imaginación
los huecos sin luz.

Rosario Martín
2018

Me han gustado estos versos, me transiten sin duda, belleza teñida en desesperación y esperanza a la vez, un gusto.

Gracias por venir, compañero,saludos cordiales.