La vieja recia salamandra teja (V)
Publicado: Vie, 27 Jul 2018 0:06
Exploré el rojo de la palabra “fuego”,
la perseguida sangre de las bestias.
Tras las maderas, tras los cueros,
después de la tierra entera,
siglos de sombra,
cantiles negros.
En los alucinados restos del holocausto
se diseminaba una invocación:
“Ven en la hora de la salamandra vieja.
La vieja recia salamandra teja.
El río largo, la incesante boa.
Siempre, a la tarde, la tierra espera”.
Allá lejos, una máscara flota
en el umbral donde todo desciende,
en la arena que ella clamó
entre los esqueletos.
Estaban oxidadas las hojas de aquel cuerpo;
todo era en ella la podredumbre del tedio.
Se deshacían en mis manos sus palabras sombrías.
Insiste la memoria en el flanco desnudo
de aquella virgen corrompida.
la perseguida sangre de las bestias.
Tras las maderas, tras los cueros,
después de la tierra entera,
siglos de sombra,
cantiles negros.
En los alucinados restos del holocausto
se diseminaba una invocación:
“Ven en la hora de la salamandra vieja.
La vieja recia salamandra teja.
El río largo, la incesante boa.
Siempre, a la tarde, la tierra espera”.
Allá lejos, una máscara flota
en el umbral donde todo desciende,
en la arena que ella clamó
entre los esqueletos.
Estaban oxidadas las hojas de aquel cuerpo;
todo era en ella la podredumbre del tedio.
Se deshacían en mis manos sus palabras sombrías.
Insiste la memoria en el flanco desnudo
de aquella virgen corrompida.