El sueño de los otros

Cuentos, historias, relatos, novelas, reportajes y artículos de opinión que no tengan que ver con la poesía, todo dentro de una amplia libertad de expresión y, sobre todo, siempre observando un escrupuloso respeto hacia los intervinientes.

Moderador: Hallie Hernández Alfaro

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Mirta Elena Tessio
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El sueño de los otros

Mensaje sin leer por Mirta Elena Tessio »

Retomo el Sueño de los otros en un hoy atemporal.
Sé que pocos leen o escuchan, pero aunque solo sea uno ya es más que suficiente.
Lo que fluye va a expandirse y llegará a aquél que esté dispuesto.
Dicen que cuando el alumno está listo, aparece el maestro.
No me considero maestra, solo soy un canal, una transmisora desde mis propias vivencias.
Y empezamos…
¿Por qué el sueño de los otros?

Cuando llegamos a una determinada edad, 30 o 35 años, habiendo cumplido con todo lo que el imaginario social define como bueno, para nuestra realidad.

Y me atrevo a pedirles que nos hagamos la siguiente pregunta.
¿ qué está bien o qué está mal?
¿Quién define como definitivo, lo que está bien o lo que está mal?

La respuesta, me parece, es subjetiva, lo que está bien para mí, no debe ser necesariamente bueno para otros, y viceversa con lo que se considera como lo que está mal?
Entonces, qué hacemos con nuestra humanidad?
Empieza en nuestra primera infancia.
Comenzamos a gatear y nos queremos incorporar, pero también comienzan con nosotros, los ¡NO PUEDES!
NO TOQUES ESO SE VA A ROMPER, el primer miedo se instala a nuestra experiencia personal.
Empezamos a deslumbrarnos con la vida, necesitamos explorar, pero el NO PODEMOS YA ESTA INSTALADO DENTRO DE NOSOTROS, no corras te podes caer, no salgas que llueve y te podes mojar.
O mucho antes, cuando empezamos a ingerir sólidos.

Hay madres que no se enteran que el bebé aprenden y se conectan con lo que van a ingerir.
La textura del puré, su color, su sabor, su calor o frialdad.

Son pocas las que quedan, hay otras que disfrutan de esa escena.
El bebé es feliz comiendo con sus manitas, es feliz en esa conexión, ensuciarse es lo de menos
El salpica con alegría porque está en pleno descubrimiento. Y es maravilloso poder ver esa sonrisa.
Como también es maravilloso bañar a ese bebe.

Me ha pasado tres veces y he disfrutado con cada uno cada vez, en su momento.
Para mí y no exagero, ha sido maravilloso acompañar el crecimiento de mis hijos.
Ha sido mi mejor estado emocional, ha sido mi mejor inversión en energía y tiempo.
En ese acto, en esa escena, eres lo mejor que tiene ese bebé, y ese bebé pasa a ser lo mejor que te ha pasado en esta vida. Es amor incondicional, por el que vale la pena vivir.

Pasan muchas cosas en esa primera infancia, donde nos incrustan el chip, de lo que podemos y de lo que no podemos hacer. Condicionan nuestro verdadero poder, nos cortan las alas, por decirlo de alguna manera y ya no sabes cuál es tu propia canción.

Escribí un poema hace poco, ¡No te mueras con tu música dentro!
Porque nunca es tarde, tengamos la edad que tengamos, para escarbar nuestra tierra interna y hacernos las verdaderas preguntas.
¿Es esto que hago lo que me gusta? Soy feliz con lo que hago? ¿Le sirve a alguien lo que hago?

Pero me he salteado la adolescencia. Donde siguen cargando el chip, la buena conducta, y un montón de falsos prejuicios.
El adolescente, adolece dicen; le faltan herramientas, o no tiene una mirada, una personalidad definida.
No la tiene, es verdad.
Hoy pienso que, no es que le falten, es justamente lo contrario, le sobran caminos y es que tiene que definirse como personita con las alas para volar y hacer su propio camino.

Ocurre y no es mi vaga interpretación, es que allí está el imaginario social, y todos los no debemos, los no podemos, se interponen a nuestra integridad a nuestra sinceridad más profunda, nuestro libre albedrío.
Ya no decidimos nosotros, decide el chip que nos pusieron y perdemos la confianza en nosotros mismos, sentimos que no somos lo que en lo profundo, sabemos que somos.

¿Quién nos va a decir quiénes somos?, los adultos no lo saben, no hay respuestas, porque a ellos tampoco les enseñaron ni les dijeron quienes eran en realidad.

Lo que sí saben es que llegados los 30 0 35 años habiendo cumplido con todos los deberes, los debes y los puedes …(eso se llaman mandatos), algo les falta, ese vacío que impide ver, es la piedra delante, que nos impide ver el bosque.
Entonces me remito a una de las transiciones del ser humano.
Voy a permitirme describir una de las más importantes de las transiciones por las que atravesamos los seres humanos.
Segura estoy que hay otras, pero voy a dejarla para otro encuentro.-

Esta que he mencionado es cuando nacemos, estamos en el útero materno el cual elegimos y esto está ligado a las anteriores transiciones, donde hablaremos, en como dije otro encuentro.

Allí el nido acogedor, muy contenido, todo es milagroso para mi, tenemos todo lo necesario muy cuidado y calentito, nos protege. Nueve lunas pasan y decidimos nacer. Dejar ese lugar seguro y nos lanzamos a lo incierto y desconocido, alguien dijo por qué no seguir así.
Podría ser porque elegimos tener esa nueva experiencia, es para pensar y reflexionar, me parece.

Y esta transición, la que retomo, es nada menos que la adolescencia y su implicancia.
Es cómo debemos ser, entre comillas, brillante en secundaria, conducta perfecta sin rebeldía
Y nos preparan para lo que viene después.
Y aunque estemos en la universidad, con la gomita, que nos sujeta el pelo, hablo de los varones, seguimos siendo adolescentes.
Logrando títulos, escalando lo que DEBEMOS.
Y ya pensamos en casarnos, mujeres de blanco vestido y él de traje y corbata.
Muy resumido por cierto.
Pero has trabajado ya lo suficiente y ahorraste para la casa, el auto, y la quintita para los fines de semana.
Y seguimos cumpliendo, tenemos que tener hijos, una familia, que no juzga, donde no hay reproches. Todo parece bien como un regalo de navidad.
Pasa algún tiempo, y comenzamos a sentir que algo nos falta.
Es que todavía no nos damos cuenta que hemos cumplido con el sueños de otros.
La de nuestros padres, la sociedad de consumo, el imaginario social, o el inconsciente colectivo.

Hoy, en pleno siglo XXI todavía deambulan los estandartes de la vieja escuela.
Así nació el sueño de los otros.
Simplemente el título para aprender y reaprender, quien soy, de donde vengo y hacia donde me dirijo.-

¿Cuál es el sentido de la vida?
Solo hay una respuesta. Para mí.
Hemos venido a ser felices, pero no es una simple frase.

La mayoría no sabemos ni cómo empezar a ser felices.
La mayoría desconoce la felicidad.
Porque tempranamente nos enseñaron que la felicidad esta o estaba en tener o comprar cosas materiales.
Cuanto más cosas acumulamos, más tenemos, entonces somos lo que tenemos, y no solo somos lo que tenemos, sino lo que demostramos que tenemos.
Demostramos lo que somos, cuánto mayor cantidad de innecesarias cosas acumulamos.
Ese es solo un aspecto de lo que en rigor no somos.

Hoy entiendo, desde lo profundo de mi ser, desde mi alma.
Quien soy. Quienes somos.
¿Quien soy?

Un ser espiritual que vino a tener una experiencia humana.

¿Cómo lo sé?
Es para mí un inmenso milagro la vida, y debiera serlo para todos.

Cuando escribo mis poemas, no es mi mano, ni mi cuerpo, ni mi mente quien los escribe, es mi alma que expresa nostalgia, alegría, felicidad, pasión o tristeza.
Hace poco entendí lo de la nostalgia.
Un no encajar en ningún sitio, como que este mundo no es mi lugar, un deseo de regresar a un sitio, que aún no entiendo muy bien… pero es donde me sentiría plena.
Por eso estoy aquí, intentando dar lo que me dieron, eso con lo que vine a este mundo.
No sé cuantas veces vine, pero creo que las veces que me fui de donde quiera que haya estado, se llenaron mis alforjas de una energía que no puedo explicar.
Es lo que tengo que dar, mi mejor onda mi mejor estar.
Todo es energía constante y en movimiento.
Y no es que yo lo diga, es que lo he comprobado.

La palabra, oral o escrita, es pura energía.
Entonces tenemos que tener cuidado con la manera en que hablamos, lo que decimos, cómo lo decimos y a quién dirigimos el mensaje.

Creo que a estas alturas podemos entender que nuestra tierra, es un planeta y está vivo.
En medio de un universo que se expande.
Y resuelvo necesario repetir que todo es energía, y todos somos una pequeña parte de esa totalidad. No estamos separados.
De allí ese famoso SOMOS UNO.
Muchas veces escuchamos eso, pero no logramos entender muy bien lo que significa.
Estamos todos conectados, nosotros con las plantas, animales, aves, ríos, mares, montañas, todo, todos somos eslabones de una misma cadena por llamarlo de alguna manera, somos la gota de todo un mar que la conforma. No sería un mar completo si faltara solo una gota, la que cada uno de nosotros representa.
Como las estrellas en el cielo. Cada una de ellas va conformando el universo. Y quien sabe, de cuál de ellas vinimos nosotros.
No lo sé muy bien pero creo que todos y cada uno de nosotros, somos estrellas que brillan como el sol con su propia luz.

En estos momentos donde muestro mi mejor rostro es porque
realmente me siento así , me siento vital y ya llevo un gran trecho
caminado.
Cuando tenía 16 años parecía de 10, cuando cumplí los 25 parecía de 16, así es que ya no digo cuantos años tengo.
Esos son los pequeños regalos de la naturaleza.

Siempre supe que venía a este mundo a hacer algo importante.
Una buena madre tener una buena familia, y todas esas cosas que deseaba es porque crecí agreste mente, mi madre se fue cuando yo tenía apenas 4 años y lo que más deseaba es ser la madre de alguien. Me consumía el miedo en esos momentos.

Se me había puesto en la cabeza, que no llegaría ese día, pero era tan fuerte ese instinto y mi deseo, que finalmente el universo conspiró a mi favor. El vestido me lo prestó una amiga, nunca la voy a olvidar, solo lo llevé a la tintorería.

No hubo una gran fiesta, lo prefería así. Poco importaba para mí, no era significativo. O tal vez si lo fue, porque les di a mis hijos todos los festejos. Los que hoy, sobre todo mi hija, me dijo (madre, yo hubiese querido estar en el pumper nic con mis compañeros.)

En mi mente era mi deseo que ella se sintiera una princesa, para lo cual se vestía de fiesta toda la casa, con globos de todos los colores y guirnaldas.

Más allá de esos detalles, quería que mis hijos fueran felices y he disfrutado todo lo que pude, con cada uno en su momento.
Sobre todo cuando el bebé atrae tú completa atención.
Me siento bendecida, y creo firmemente en esa ley universal
donde todo lo que pides está allí al alcance de todas las manos.
Que todo lo que necesitas se te será dado porque eres merecedor de todo lo mejor.

Tengo que agregar algo, porque pareciera que estoy sentada y
contando como si la vida fuese un cuentito.
Y olvido a otros niños que crecen con grandes dificultades, es que tengo mis creencias a partir de saber quién soy, creo en el Karma y respeto mi Darma, y esto merece otro encuentro para aclarar de qué estoy hablando.
El universo no se olvida de los otros niños. De hecho los está protegiendo.

Quería entrar a un tema que tiene que ver con la energía.
No cuento con demasiadas herramientas solo mis vivencias.
Tal vez sea más creíbles que citar a algún científico que tenga sus teorías muy claras, yo me baso en pequeñas experiencias.

Cuando Luli, mi hija tenía año y medio, la sacaba a pasear en su cochecito y entre paréntesis siempre la menciono porque hoy ella está muy lejos, vive en Brasil, tenemos un vínculo muy fuerte y es
a la que siento más cercana.
La llevaba a la plaza, a los juegos, y todo eso que hacemos todas las madres orgullosas de nuestro bebé.
Vivíamos en ese entonces en una casa con jardín, pero antes que ella naciera, quería llenarla de plantas y así lo hice, pero teníamos un pino en el patio y no dejaba crecer el césped.
En esos paseos recuerdo cuando regresábamos a casa recogía en las esquina de las calles de ese montoncito que dejan los jardineros, gajitos de lo que conocemos como kikuyo.
Es un pasto que crece como un tejido, planté cada gajito con el dedo empujando en la húmeda tierra, y es tanto lo que creció que empezó a treparse sobre al tronco del aquél pino.

Esa es la energía, palpable demostrable, cómo hundiendo nuestras manos en la tierra ella florece como enramada.
Por ahí otras mujeres les gustan la cocina y hacen milagros en ella.
Y los hombres también, siempre tienen algo que ofrecer hasta en la cocina.

Cada vez que hacemos aquello que nos gusta, estamos conectados con la fuente de la creación, esa fuente universal que todo lo ofrece cuando ni siquiera la pedimos, solamente pensamos en ello.
Porque empezamos a entender que todo es pensamiento.
Si lo pensamos con fe, si lo creemos, lo creamos, esas son mis creencias.
Realizamos aquello que nos gusta, y esa energía amorosa es la que llega como un holograma, se expande y cambiamos el contexto.
Eso pasa en las letras, la pintura, la música, la cocina, la carpintería, todo es arte, todo aquello que tocamos con amor.

Soy pisciana, y no es que crea a ciencia cierta en el horóscopo,
pero todo lo que dicen del signo me cae bien. De allí el gusto por el agua ( para mi tiene otras connotaciones , el agua limpia todo, la lluvia por ejemplo, las lágrimas, dicen que lavan el alma).
Me gusta el agua, regar las plantas y en verano hasta yo me riego.
Este modo de sentir me llevó a que mis hijos aprendieran a nadar
Y conmigo perdieron el miedo en el río, incluso en el mar.
Eso fue hace tiempo, pero hoy sabiendo, lo que hacía a nivel intuitivo era conectarnos con la fuente de la creación, todo allí para todos, las aguas, tanto el río o del mar, las plantas, los cielos el aire, las flores.
Eso desde lo más sencillo.

Hay algo muy especial que me pasa y que percibo, ahora mismo y es cuando escribo. Es como si alguien me dictara porque, cuando me pongo a hacerlo no puedo frenar el impulso.
Podría citar a muchos autores incluso hay videos de conferencistas o libros que he leído que podría compartir, pero es mucho más creíble lo que se percibe como energía amorosa, por ejemplo, cuando grabo mis poemas.
¿Y eso por qué? Porque me hacen saber que les gusta mis grabados. He pensado en dejar de hacerlos, pero es una de las cosas que, más me gusta, el proceso de grabarlos, luego elegir las figuras las imágenes, hacer el video, subirlos a youtube. ( yo disfruto y me hace feliz saber que les llega a otros y les gusta).

Y allí está la mejor prueba de que esa energía amorosa, la tienes que ofrecer, porque es lo que más te gusta y si está en mí, la debo compartir. Es lo que yo tengo.
Otros pueden compartir otras cosas, desde ese lugar placentero
donde se sientan bien.

Compartir es un acto de amor genuino, y tiene un retorno, la fuente universal provee ese regreso y ese retorno no siempre viene desde el mismo lugar, donde dejamos nuestra huella.
El universo solo nos da, es lo único que sabe hacer, dar.
Yo hablo de Universo y otros deben sentir que es Dios, y será así para cada uno. Para mí Dios es amor.

Hace algunos años hice radio, tuve mi propio programa, pero antes, llamaba a un programa de música romántica y allí empezó mi gusto por declamar mi poesía. Me invitaron y fui con mi carpeta, luego me ofrecieron un espacio y ya casi llego a lo que realmente quería contarles.
Mi programa no estaba pensado para leer poemas. Era para contar cuentos, mitos, leyendas, contaba con alguna herramienta para hacer un cierre aplicando las moralejas a nuestra vida cotidiana.

Fue el primer día que comprendí, que yo estaba para algo más que criar a mis hijos, sino para dar aquello que no podía guardar en un cajón.

Me senté ante el micrófono con una actitud, como si siempre hubiese estado allí, el locutor, después de los primeros diez o doce minutos en los que yo hablaba, puso un tema musical que le indiqué y se acercó y me dijo, lo peor ya pasó ahora viene lo mejor, la música es para que se relaje, me contuvo y me sentí especial.
Tenía mis apuntes de la escuela Pichoniana, un trabajo mío que hablaba sobre lo instituido, sobre las instituciones; claramente estaba diciendo que a veces somos víctimas de lo instituido (y esto es para otro encuentro), y un librito de Antonhy de Melo, fue allí donde dije que el ser humano es muy valioso, decía el libro entre otras muchas cortas frases, llenas de contenido, el hombre es más de lo que cree ser.
Yo solo repetía o simplemente leía, hoy estoy más que convencida de que somos más, de lo que vemos a simple vista.
Por esos en la historia de la humanidad hay muchos filósofos, desde Plantón, que dicen que el ser humano es valioso.

Y esta es mi opinión y son mis creencias, es que es la única manera que tiene la energía divina de expresarse, a través de nuestra humanidad.

Una vez, cuando ya estaba asentada con el fluir de la radio, me sentía muy bien, la radio era una especie de hobby, me gustaba hacerla, aunque algunas veces me preguntaba para que iba a la radio, todos los días de lunes a viernes, si nadie llamaba. No tenía sponsor, el programa no admitía publicidad.
Quién iba hacer su publicidad en mi programa si mi mensaje era, no consumir carnes
rojas,( hoy día les diría que nada que provenga de animales), no maltratar el cuerpo ingiriendo alimentos altos en carbo - hidratos, no fumar, no consumir bebidas alcohólicas. Sí, a los alimentos vegetales, y aprender a tener nuestro huerto, y muchas otras cosas para mejorar nuestra calidad de vida.
No digo hoy que a veces no me tiento, porque quienes me rodean comen todo lo que sea llamativo y delicioso. Pero aprendo y antes de comer lo que me tienta por ejemplo la pizza, como primero una fruta.

Caminaba por la peatonal, la calle Florida en Buenos Aires, y encontré un panfleto plastificado, aún lo tengo, que decía no arrojar en la vía pública, iba camino a la oficina donde trabajaba,
y lo empecé a leer, todo lo que decía el panfleto, era más o menos lo que yo decía en la radio.
Me puse en contacto con Carlos Tereschuk, a quien invité al programa, el hacía escuela, en el centro de Bs.As.
Tenía su estudio y le iba bien, tenía su sentido comercial, cosa que yo nunca tuve, y no sé si lo tendré.

Por un tiempo su trabajo, sobre todo sus interpretaciones sobre los mitos griegos, adornaron mi programa, pero siempre cuidaba a mis oyentes, y yo le daba una vuelta de rosca.
Aunque recuerdo que llamó alguien, y dijo que prefería oír mi música, y los cuentos de mis paseos por Sierra de la Ventana.
Siempre contaba mis vacaciones, cómo invertía mi tiempo con mis hijos.

Hoy puedo entender lo que les pasaba a los oyentes, pero todavía no llego allí.

Dijo Jesús, haréis esto y mucho más y caminó sobre las aguas.
Porque estamos hecho a imagen y semejanza.
Aquí no hay creencias ni religión, porque en cada una de ellas, en cada religión, hay un Jesús con otro nombre.
Pero quiero ir a lo que realmente me dio esperanzas para afirmar hoy, por qué creo que es energía de la buena la que nos mueve o conmueve a otros.

Me senté aquella vez frente al micrófono, y me duró cinco años, en diferentes horarios en esa radio, de lunes a viernes.
No sabía muy bien en ese entonces, duraba una hora el programa.
Naturalmente había una conexión más allá de mi comprensión.

Cada vez que hacemos algo que nos gusta y que al mismo tiempo ayuda a los demás es porque estamos conectados.
Luego aparecieron otras formas, para que yo entendiera por qué la gente no llamaba al programa, los oyentes grababan.
Y si por alguna razón yo no iba, y mandaba los grabados, es allí donde llamaban, eran oyentes silenciosos.

Iban Donalson, dijo en una de sus meditaciones, y no hace mucho las llegué a escuchar. Y no es que él las invente, sino que sigue las teorías de libros muy antiguos y nos ayuda en nuestra propia evolución.
Dice que nuestro Ser, nuestra alma siempre está alineada con el infinito, lo que está desalineado es el cuerpo físico.
Entonces comprendí lo que quedó en el éter lo que les llegó a las personas, fue mi caricia, la de mi alma conectada con la esencia de la creación, es ese aspecto divino del Ser.

Había preparado algo para decir que todo es energía incluso el dinero y tenemos que relacionarnos como que es algo vivo, y debe fluir.
Yo apenas lo estoy entendiendo.
No es de mi cosecha pero voy a compartir algo con ustedes.

La abundancia desde la visión sistémica.
El primer error que solemos cometer al pensar en el dinero es concebirlo como un fin en lugar de cómo un medio.
Lo que en rigor queremos no es más dinero, sino obtener algo con él.
Pensamos en el dinero como el único medio para conseguir algo, allí el error porque cerramos las puertas a otras opciones ( antes existía el trueque por decir algo mío)
La parte optimista, es la relación que tenemos con él, es una energía vivía debemos integrarla, como parte importante de nuestra vida, dedicarle el tiempo necesario, no más, ni menos, solo el necesario.
Como toda energía debe fluir, y debemos pensarla como un curso de agua que corre y bien encausada, el río fluye caudaloso, sano y armonioso hasta el mar, completando su ciclo natural.
Y la advertencia es no estancar ese curso, dice, que cuando más gastamos, más fluye el dinero.
Ahorrar, es poco conveniente, porque está el miedo a no tener en el futuro, y no está bien.
Ahorramos desde una actitud de carencia.
Yo estoy empezando a ponerlo en práctica, cuando compro algo digo para mí misma, CON ESTE PAGO, ELIMINO LA DEUDA QUE HABITA EN MI.
En el próximo encuentro les diré como me está yendo.

Me voy con esta frase
No es más rico el que más tiene sino el que menos necesitas.
Y me animo a decirles que la felicidad no depende de lo que tengamos en lo material.
La felicidad es un estado de conciencia donde nos dejamos llevar
sabiendo que lo que es mi fachada, es solo eso, porque somos más.
Trascendemos esta fachada y dejamos este traje para ponernos el mejor, el de la eternidad.
Porque después de todo he comprendido
por lo que el árbol tiene de florido
vive de lo que tiene sepultado.
Francisco Luis Bernárdez
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Edgardo Benítez
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Registrado: Dom, 24 Jun 2018 0:12

Re: El sueño de los otros.

Mensaje sin leer por Edgardo Benítez »

Muy hermoso texto. Me gusta las preguntas que te haces y que todas tienen su respuesta adecuada.Las leyes naturales son relativas y absolutas. Te invito a que observes la diferencia que existe entre el mundo absoluto y el relativo.
Me sigue agradando las personas que buscan las verdades. Claro que los humanos somos amantes de la verdad, pero cuando tenemos la verdad enfrente, le tenemos miedo. Pero ocurre, que la verdad, siempre se hará sentir, nos guste o nos guste.
Abrazos.
Debo decir que no me agrada mucho el color de tus letras y en cursivas. Roba calidad e importancia a tus ideas.
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Mirta Elena Tessio
Mensajes: 4155
Registrado: Jue, 06 Nov 2014 16:58
Ubicación: argentina

Re: El sueño de los otros.

Mensaje sin leer por Mirta Elena Tessio »

Estimado me da mucho gusto que te detuvieras en mi texto.
Con respecto a las preguntas eran otros tiempos.
Hoy surgen nuevas pregunta porque es otra realidad.
Y en esta realidad ya no somos los mismos.
Todo tiene un objetivo en la vida, desde mi humilde mirada, hasta los vientos que azotan mis ventanas, los árgoles
se inclinan, se sacuden como lo hace un perro cuando lo mojan.
Hoy mis preguntas no se si tengan respuestas, en vez de solidarizarnos, de juntarnos, de hacer un puente entre cada
país, tierra, mar... nos alejamos uno del otro.
Mi pregunta es quienes somos, de dónde venimos, a qué vinimos y a dónde nos vamos.
Lo de la letra a mi tampoco me gusta, pero no es momento de cambiar el color de un escrito, es momento de cambiar la mirada que tenemos de nosotros mismos.
Mi gracias por leer, este fue una parte de un programa de radio para mejorar nuestra calidad de vida, y mientras escribia yo cambiaba, y las palabras solo fluian y comprendi que no era yo, era una energía suprema que envolvía como si algien me dictara. Eso creo yo. Somos puera enrgía, somos lo que irradiamos, jamas lo que tenemos. Abrazo grande y fuerte.
Porque después de todo he comprendido
por lo que el árbol tiene de florido
vive de lo que tiene sepultado.
Francisco Luis Bernárdez
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