La tele está encendida
Publicado: Lun, 23 Jul 2018 9:42
LA TELE ESTÁ ENCENDIDA
La peina la mayor a la pequeña.
Ríen, cantan, se besan
las dos las manos.
Hay una hermosa luz
de julio en las cortinas.
Se visten de verano,
de sol, de niñas-novias.
La brisa hace girar a un molinillo
de viento en el balcón.
(La tele está encendida.
Emiten en directo:
Cádiz… El mar…
Una patera…)
El padre ve la tele.
Las hermanitas se persiguen
en torno a su butaca.
La pequeña reclama su atención.
La reprende, risueña, la mayor.
(La tele está encendida.
Se ve gente en el mar.
Hay patrulleras.
Dos niñas muy pequeñas
se agarran a una tabla.
La brisa hace ondear un trapo
con forma de bandera.
Emiten en directo.
Los ilumina el mismo sol
que hace resplandecer la tarde,
las olas y la casa).
El padre se levanta.
Las abraza.
Se mecen dulcemente ante un espejo.
Se miran.
Les dice que respiren,
que imaginen que están flotando
sobre una mar en calma.
Se sumergen en una paz muy íntima.
Las niñas ríen, cantan.
El padre las inunda de un amor
tan vasto como puede.
Detrás de sus reflejos ve la tele
(Cádiz… El mar…
Una patera…).
La misma tarde hermosa.
Distinta suerte.
La brisa hace girar a un molinillo
de viento en el balcón.
La misma que hace que un harapo
parezca una bandera.
--oOo--
La peina la mayor a la pequeña.
Ríen, cantan, se besan
las dos las manos.
Hay una hermosa luz
de julio en las cortinas.
Se visten de verano,
de sol, de niñas-novias.
La brisa hace girar a un molinillo
de viento en el balcón.
(La tele está encendida.
Emiten en directo:
Cádiz… El mar…
Una patera…)
El padre ve la tele.
Las hermanitas se persiguen
en torno a su butaca.
La pequeña reclama su atención.
La reprende, risueña, la mayor.
(La tele está encendida.
Se ve gente en el mar.
Hay patrulleras.
Dos niñas muy pequeñas
se agarran a una tabla.
La brisa hace ondear un trapo
con forma de bandera.
Emiten en directo.
Los ilumina el mismo sol
que hace resplandecer la tarde,
las olas y la casa).
El padre se levanta.
Las abraza.
Se mecen dulcemente ante un espejo.
Se miran.
Les dice que respiren,
que imaginen que están flotando
sobre una mar en calma.
Se sumergen en una paz muy íntima.
Las niñas ríen, cantan.
El padre las inunda de un amor
tan vasto como puede.
Detrás de sus reflejos ve la tele
(Cádiz… El mar…
Una patera…).
La misma tarde hermosa.
Distinta suerte.
La brisa hace girar a un molinillo
de viento en el balcón.
La misma que hace que un harapo
parezca una bandera.
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