Romance del carancho y el hornero
Publicado: Sab, 21 Jul 2018 23:49
ROMANCE DEL CARANCHO Y EL HORNERO
Testa azabache lucía el oscuro caballero.
Yacía erguido el carancho, y digo que no era bueno.
Sus ojos clavó, sus ojos, sobre el barro del hornero.
Y mordiolo a él la envidia, ¡Pues pateó su ser el ego!
Acercose al avecilla lanzando su voz al vuelo:
-¿Qué buscáis vos desdichado? ¿Acaso enterrar tus restos?-
Mirolo el obrero triste, -A ti no daré mi tiempo.
Carroñero de alma ajena, -Donde estás no existen sueños.
¡Solo llamas la miseria, oh noble hijo de Proteo!
Vestiduras de pobreza cobijan tu pecho enfermo-
-Más no he sabido quejarme ni he vivido en el desierto.
Por barro nací, por barro, y he latido en el esfuerzo…
Mi corazón por mis hijos, ¡Y mi alma por este hogar!
Que aunque uno se vea muerto, lo puede el amor salvar.
Juan Cruz Bordoy
Testa azabache lucía el oscuro caballero.
Yacía erguido el carancho, y digo que no era bueno.
Sus ojos clavó, sus ojos, sobre el barro del hornero.
Y mordiolo a él la envidia, ¡Pues pateó su ser el ego!
Acercose al avecilla lanzando su voz al vuelo:
-¿Qué buscáis vos desdichado? ¿Acaso enterrar tus restos?-
Mirolo el obrero triste, -A ti no daré mi tiempo.
Carroñero de alma ajena, -Donde estás no existen sueños.
¡Solo llamas la miseria, oh noble hijo de Proteo!
Vestiduras de pobreza cobijan tu pecho enfermo-
-Más no he sabido quejarme ni he vivido en el desierto.
Por barro nací, por barro, y he latido en el esfuerzo…
Mi corazón por mis hijos, ¡Y mi alma por este hogar!
Que aunque uno se vea muerto, lo puede el amor salvar.
Juan Cruz Bordoy