La pradera
Publicado: Sab, 14 Jul 2018 13:30
Sentir la naturaleza y dejarse,
abandonarse, sentir que la vida
es larga y largo es el destino.
Escuchar la pradera en el collado
y enamorarse, erizar los labios,
tocar la ternura, y luego dormirse.
Caminar a pies descalzos por la yerba
recreando los sentidos, rozando el cielo, viendo paisajes verdes, mares azules,
y dejarse, abandonarse, estirarse
y bañarse.
No hacer nada para alegrarse
solo respirar, estirar los brazos,
y zafarse de la mentira a tragos largos .
Pasar muy cerca de los ganados,
escuchar el balido de las ovejas
y asombrarse, estremecerse,
luego observar las vacas y acariciarlas,
sentirlas tan cerca como los labios
que en el fragor de la noche
comparten salivas y sueños,
y luego cerrar los ojos, extender los brazos,
dejarse, abandonarse, sentir que la vida
es eso: el aire fresco que lleva la brisa,
tus deseos, la mañana del verano, el viento que la mar azota,
y los suspiros enamorados.
abandonarse, sentir que la vida
es larga y largo es el destino.
Escuchar la pradera en el collado
y enamorarse, erizar los labios,
tocar la ternura, y luego dormirse.
Caminar a pies descalzos por la yerba
recreando los sentidos, rozando el cielo, viendo paisajes verdes, mares azules,
y dejarse, abandonarse, estirarse
y bañarse.
No hacer nada para alegrarse
solo respirar, estirar los brazos,
y zafarse de la mentira a tragos largos .
Pasar muy cerca de los ganados,
escuchar el balido de las ovejas
y asombrarse, estremecerse,
luego observar las vacas y acariciarlas,
sentirlas tan cerca como los labios
que en el fragor de la noche
comparten salivas y sueños,
y luego cerrar los ojos, extender los brazos,
dejarse, abandonarse, sentir que la vida
es eso: el aire fresco que lleva la brisa,
tus deseos, la mañana del verano, el viento que la mar azota,
y los suspiros enamorados.