Editorial Alaire

Empecemos por las cornisas,
observando el cemento intacto de los más altos edificios,
la inadvertida altura de las aves,
la proyección de las ventanas anónimas
desde las urbes a la mar lejana.
Y todo adquiere magnificencia
en el metal dorado que funde el horizonte.
Después se va apagando la certeza de los colores.

Suena el acordeón de la tarde marítima,
rizado entre las lanchas.

Todo es posible en la belleza
del tránsito, incluso las montañas poco a poco.

Gozar de una revelación completa
en la epifanía de una metáfora;
por ejemplo, cuando pronuncio
“la rosa hambrienta”
y fluye chorreando el semen de la avidez.

Nadie escucha, excepto nosotros mismos,
pronunciar los conjuros de un sentido del mundo,
de la historia y sus extinciones,
de sus hornos y sus disfraces.
De una razón de lo que fue real.

Siempre aparece la inocencia
en el vestíbulo de lo que es cierto.

Un poema de delicada belleza. Muy hermoso.
Saludos

La inspiración te retoco el sentimiento y qué bien se cuecen los los poemas cuandp
todo suenA COMO DEBE.

UN ABRAZO

Marimar González escribió:Un poema de delicada belleza. Muy hermoso.
Saludos

Gracias, Marimar, por abrir este tema con tanta generosidad.

Un biquiño.

Entras de lleno con esta Estación en un realismo fantástico de una intimidad sobresaliente. Compartes la fantasía que creas, ausente de personajes - Nadie percibe, excepto nosotros mismos -, centrando la realidad en uno mismo provista de gozo y misterio.
Este modo tuyo de escribir volcado en descubrir lo emocional de cada palabra conforma poemas de alta sensibilidad.

Un fuerte abrazo J.J.
Ignacio

Guillermo Cuesta escribió:La inspiración te retoco el sentimiento y qué bien se cuecen los los poemas cuandp
todo suenA COMO DEBE.

UN ABRAZO

Gracias, Guillermo, por esa generosidad que derramas sobre estos versos.

Un fuerte abrazo, querido amigo.

Magnífico derroche de sentimiento y lirismo. Un gozo leerte.
Besos
Pilar

Bello e intenso fluir querido amigo... inspiración vibrante y apasionada...
Un gusto leerte...te abrazo con todo mi cariño...
Nancy

Ignacio Mincholed escribió:Entras de lleno con esta Estación en un realismo fantástico de una intimidad sobresaliente. Compartes la fantasía que creas, ausente de personajes - Nadie percibe, excepto nosotros mismos -, centrando la realidad en uno mismo provista de gozo y misterio.
Este modo tuyo de escribir volcado en descubrir lo emocional de cada palabra conforma poemas de alta sensibilidad.

Un fuerte abrazo J.J.
Ignacio

Un gran honor tus palabras, amigo Ignacio; sé que eres un lector exigente. Y después del profundo análisis que has hecho de las anteriores "Estaciones", no me queda más remedio que agradecer tu enorme generosidad para con este intento poético.

Un fuerte abrazo, querido amigo.

Pilar Morte escribió:Magnífico derroche de sentimiento y lirismo. Un gozo leerte.
Besos
Pilar

Graciñas, Pilariña, por tan sentida lectura que haces de estos versos.

Un biquiño.

Hermoso e interesante trabajo, amigo Ferreiro.
Abrazos.

Lunamar Solano escribió:Bello e intenso fluir querido amigo... inspiración vibrante y apasionada...
Un gusto leerte...te abrazo con todo mi cariño...
Nancy

Gracias Lunamar, por emprender este viaje e ir contemplando el paisaje de cada uno de las estaciones.

Un biquiño, querida amiga.

J. J. Martínez Ferreiro escribió:XLIII
Empecemos por las cornisas,
observando el cemento intacto de los más altos edificios,
la desapercibida altura de los pájaros,
la proyección de las ventanas misteriosas,
desde las urbes a la mar lejana.

XLIV
Todo vagamente se transforma
en una magnificencia de oro,
más tarde se va clausurando la certeza de los colores.
Todo es posible en la belleza del tránsito,
incluso las montañas poco a poco.

XLV
Nadie escucha, excepto nosotros mismos,
pronunciar los conjuros de un sentido del mundo,
de la historia y sus extinciones,
de sus hornos, sus embozos
de lo que fue real.

XLVI
Suena un acordeón en una tarde sobre el mar,
y hoy se ve su momento
rizado entre los botes.
Siempre aparece la inocencia
en el vestíbulo de lo que es cierto.

XLVII
Gozar de una revelación completa
en la epifanía de una metáfora;
por ejemplo, cuando pronuncio
“la rosa hambrienta”
y fluye chorreando el semen del deseo.

En la estación sentimental se encuentra el alma del poeta,
porque solo él es capaz de sentir y hacer sentir a quien lo escucha.
Impresiona de principio a fin y te arrolla con su potencia,
con su buen decir.
Es una magnífica obra.

Un abrazo.

Muy bien elegido, estimado hermano, el nombre del conjunto. Este grupo es una calma reflexiva; un detenerse antes de la nueva partida para deleitarse en la rosa, pues si de algo tenemos que morir que sea de su bocado y así poder asimilar, ya blandos en su estómago, la riqueza que cada estación nos ha deparado.
Un abrazo

Rafel Calle escribió:Hermoso e interesante trabajo, amigo Ferreiro.
Abrazos.

Gracias, Jefe, celebro que hayas disfrutado en estas estaciones.

Un fuerte abrazo en estos aciagos días para estos foros.