Editorial Alaire

...

Cuánta estupidez actúa desde la razón natural
y a eso lo llamamos virtud.

Es natural ser dios egoísta cargado de razón,
y pasa por razón la tozudez rampante
de los garañones de manto y mitra
malabaristas de almas
con ese vigor que la virtud confiere, potestad
para pintar las rotondas de los mapas al cielo.

La calle está sembrada de púlpitos, las plazas,
callejones, los parques y huertos. Un peldaño,
dos para alzar un pie y la voz, levitando ebrias
las palmas sobre las tapas de las alcantarillas.

- Yo domé al león de la Metro.
- Fui mártir en Sodoma.
- Yo comandante en Saigón.

Jardinera en Babilonia. Maestro de Fu Manchú.

Qué será, cómo nombrar
la sinrazón artificial de quien se siente lluvia,
aspirante a otro,
viento del este,
rastro,
habitante al otro lado, interprete de sueños
con el ánimo dispuesto a matar las esquinas
que tapan el sol.

...

"Qué será, cómo nombrar
la sinrazón artificial de quien se siente lluvia,
aspirante a otro,
viento del este,
rastro,
habitante al otro lado, interprete de sueños
con el ánimo dispuesto a matar las esquinas
que tapan el sol."

Magnífica, Ignacio, esta declaración de "principios" o de "dudas", frente a la esa necedad de los púlpitos, que bien podrían también funcionar como cadalsos, para una vez que oficie el ponente, el mismo, por “vergüenza” o por ser un “sinvergüenza”, se pase la cuerda al cuello y luego se lance al vacío.

Eso... todo un placer de lectura, querido amigo.

Un fuerte abrazo.

Un poema hermoso, ambicioso en el mejor sentido y muy bien plasmado.

Aplaudo con fervor este trabajo, Ignacio.

Un abrazo.

Intenso y hasta impotente de emociones frente a tanta barbarie, tanta injusticia...
Un gusto leerte querido amigo...te abrazo con todo mi cariño...
Nancy

Aplaudo tu poema con el gusto equilibrado al arte de las sensaciones.

La hipocresía crece al ritmo de la virtud escasa y falsa. Si la sinrazón prospera
habrá algo que desespera y nunca cunde como sería menestar que fuera.

Me gustó el poema y su engranaje .

Un abrazo

Ignacio Mincholed escribió:...


malabaristas de almas
con ese vigor que la virtud confiere, potestad
para pintar las rotondas de los mapas al cielo.




Qué será, cómo nombrar
la sinrazón artificial de quien se siente lluvia,
aspirante a otro,
viento del este,
rastro,
habitante al otro lado, interprete de sueños
con el ánimo dispuesto a matar las esquinas
que tapan el sol.

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El problema es que la sinrazón y la estupidez altilocuentes se las llama virtud, sobre todo entre los "grupos" de estupidez... y como éstos son tantos en el mundo...
Excelente poema, Ignacio. Un abrazo amigo.

En este poema, como en casi todos, realizas un generoso despliegue semántico, sintáctico y de recursos líricos. ¿Qué más se puede pedir? Sí, que el contenido emocione, pues también lo logras. La estrofa reseñada por mi hermano Fe es excepcional. y digna de la mejor antología poética.
Mis felicitaciones, entrañable amigo.

Un poemazo, Ignacio:

Detrás del cordero (o debajo) hay un lobo con piel de demonio y corazón de sapo.

Tu poema es excelente para reflexionar sobre la realidad en la que estamos inmersos.

Abrazos
Felicitaciones
Ana

Bello e interesante trabajo, amigo Ignacio.
Abrazos.

J. J. Martínez Ferreiro escribió:"Qué será, cómo nombrar
la sinrazón artificial de quien se siente lluvia,
aspirante a otro,
viento del este,
rastro,
habitante al otro lado, interprete de sueños
con el ánimo dispuesto a matar las esquinas
que tapan el sol."

Magnífica, Ignacio, esta declaración de "principios" o de "dudas", frente a la esa necedad de los púlpitos, que bien podrían también funcionar como cadalsos, para una vez que oficie el ponente, el mismo, por “vergüenza” o por ser un “sinvergüenza”, se pase la cuerda al cuello y luego se lance al vacío.

Eso... todo un placer de lectura, querido amigo.

Un fuerte abrazo.

J.J. gracias por la nota y el comentario.
Ya sabes, no hay principios sin dudas.

Un fuerte abrazo.
Ignacio

Un poema que invita a reflexionar sobre la vida y nuestra posición en ella en contraposición a la llamada virtud falsamente. Me gustó el poema.
Abrazos
Pilar

Una descripción despiadada de la "Gran Virtud". Tu poema , sí, parece una lírica carajeada en la plaza donde nadie quiere quitarse las gafas oscuras. Te felicito y te aplaudo.

Un abrazo.
Óscar

Ignacio Mincholed escribió:...

Cuánta estupidez actúa desde la razón natural
y a eso lo llamamos virtud.

Es natural ser dios egoísta cargado de razón,
y pasa por razón la tozudez rampante
de los garañones de manto y mitra
malabaristas de almas
con ese vigor que la virtud confiere, potestad
para pintar las rotondas de los mapas al cielo.

La calle está sembrada de púlpitos, las plazas,
callejones, los parques y huertos. Un peldaño,
dos para alzar un pie y la voz, levitando ebrias
las palmas sobre las tapas de las alcantarillas.

- Yo domé al león de la Metro.
- Fui mártir en Sodoma.
- Yo comandante en Saigón.

Jardinera en Babilonia. Maestro de Fu Manchú.

Qué será, cómo nombrar
la sinrazón artificial de quien se siente lluvia,
aspirante a otro,
viento del este,
rastro,
habitante al otro lado, interprete de sueños
con el ánimo dispuesto a matar las esquinas
que tapan el sol.

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Buen poema. Desde un arranque con planteamiento filosófico hasta el cierre que extrae las consecuencias, todo me parece bien construido, claro y coherente, adem´`ás de bello. Enhorabuena.
Salud.