Editorial Alaire

El sexo del ardid se desnuda en labios húmedos,
transcurre como un don que la hembra exhibe,
brilla en la finitud de los espejos, invoca a la luna
serpiente lumínica del oráculo. Es invierno, Elena
se abriga con las hojas de los álamos, surca sin heraldos
la noche ambigua, el mar que sueña un faro insomne.
Me arrastra con el látigo del himen y sus alfileres híspidos,
me cita en los suburbios -en la proclama- después
de que los rojos semáforos dejen su mensaje de pausa
y miedo, de canción y ternura. Ya no hay enigmas
cuando su abril conmemora la raíz de la inocencia caída.
Solo espero un alud de candiles gastados, un eclipse
que nadie recuerde tras las siemprevivas del éxtasis
y el aullido que vendrá.

Buen poema, como siempre. Es muy grato leerte

Besos
Pilar

Ramón Carballal escribió:El sexo del ardid se desnuda en labios húmedos,
transcurre como un don que la hembra exhibe,
brilla en la finitud de los espejos, invoca a la luna
serpiente lumínica del oráculo. Es invierno, Elena
se abriga con las hojas de los álamos, surca sin heraldos
la noche ambigua, el mar que sueña un faro insomne.
Me arrastra con el látigo del himen y sus alfileres híspidos,
me cita en los suburbios- en la proclama- después
de que los rojos semáforos dejen su mensaje de pausa
y miedo, de canción y ternura. Ya no hay enigmas
cuando su abril conmemora la raíz de la inocencia caída.
Solo espero un alud de candiles gastados, un eclipse
que nadie recuerde tras las siemprevivas del éxtasis
y el aullido que vendrá.

-------------------

Ramón, si el erotismo escrito alcanza su grado álgido, culminante y tierno, se refleja en este precioso poema, tan íntimo, tan seductor.

Gracias por compartir.
Abrazos mediterráneos como siempre.

Ramón Carballal escribió:El sexo del ardid se desnuda en labios húmedos,
transcurre como un don que la hembra exhibe,
brilla en la finitud de los espejos, invoca a la luna
serpiente lumínica del oráculo. Es invierno, Elena
se abriga con las hojas de los álamos, surca sin heraldos
la noche ambigua, el mar que sueña un faro insomne.
Me arrastra con el látigo del himen y sus alfileres híspidos,
me cita en los suburbios- en la proclama- después
de que los rojos semáforos dejen su mensaje de pausa
y miedo, de canción y ternura. Ya no hay enigmas
cuando su abril conmemora la raíz de la inocencia caída.
Solo espero un alud de candiles gastados, un eclipse
que nadie recuerde tras las siemprevivas del éxtasis
y el aullido que vendrá.

Ante una mujer así, ante un nombre así, es fácil caer en sus garras.

Me encanta ese nombre Elena, el que tenía yo en el foro, pero se bloqueó mil veces la contraseña y y no podía entrar.

"Me arrastra con el látigo del hímen"

Es muy bueno ese verso. Un abrazo.

Muy hermoso, amigo; me levanto del sillón sabatino para aplaudir con fervor.

Un abrazo.

Transmite fuerza en la esperanza.
Me gustó este poema, compañero.
Te mando un abrazo fuerte, con mis mejores deseos y bendiciones!

Ramón Carballal escribió:El sexo del ardid se desnuda en labios húmedos,
transcurre como un don que la hembra exhibe,
brilla en la finitud de los espejos, invoca a la luna
serpiente lumínica del oráculo. Es invierno, Elena
se abriga con las hojas de los álamos, surca sin heraldos
la noche ambigua, el mar que sueña un faro insomne.
Me arrastra con el látigo del himen y sus alfileres híspidos,
me cita en los suburbios- en la proclama- después
de que los rojos semáforos dejen su mensaje de pausa
y miedo, de canción y ternura. Ya no hay enigmas
cuando su abril conmemora la raíz de la inocencia caída.
Solo espero un alud de candiles gastados, un eclipse
que nadie recuerde tras las siemprevivas del éxtasis
y el aullido que vendrá.

Sin más, genial.

Un abrazo, compañero.

Precioso, con una idolatría que atraviesa.
Me ha encantado.
Abrazos, Ramón

Pilar Morte escribió:Buen poema, como siempre. Es muy grato leerte

Besos
Pilar

Gracias, Pilar, por leerme y comentar. Un beso.

Concha Vidal escribió:

Ramón Carballal escribió:El sexo del ardid se desnuda en labios húmedos,
transcurre como un don que la hembra exhibe,
brilla en la finitud de los espejos, invoca a la luna
serpiente lumínica del oráculo. Es invierno, Elena
se abriga con las hojas de los álamos, surca sin heraldos
la noche ambigua, el mar que sueña un faro insomne.
Me arrastra con el látigo del himen y sus alfileres híspidos,
me cita en los suburbios- en la proclama- después
de que los rojos semáforos dejen su mensaje de pausa
y miedo, de canción y ternura. Ya no hay enigmas
cuando su abril conmemora la raíz de la inocencia caída.
Solo espero un alud de candiles gastados, un eclipse
que nadie recuerde tras las siemprevivas del éxtasis
y el aullido que vendrá.

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Ramón, si el erotismo escrito alcanza su grado álgido, culminante y tierno, se refleja en este precioso poema, tan íntimo, tan seductor.

Gracias por compartir.
Abrazos mediterráneos como siempre.

Gracias, Concha, por tu lectura y amables palabras. Un abrazo.

Antonia Mauro escribió:

Ramón Carballal escribió:El sexo del ardid se desnuda en labios húmedos,
transcurre como un don que la hembra exhibe,
brilla en la finitud de los espejos, invoca a la luna
serpiente lumínica del oráculo. Es invierno, Elena
se abriga con las hojas de los álamos, surca sin heraldos
la noche ambigua, el mar que sueña un faro insomne.
Me arrastra con el látigo del himen y sus alfileres híspidos,
me cita en los suburbios- en la proclama- después
de que los rojos semáforos dejen su mensaje de pausa
y miedo, de canción y ternura. Ya no hay enigmas
cuando su abril conmemora la raíz de la inocencia caída.
Solo espero un alud de candiles gastados, un eclipse
que nadie recuerde tras las siemprevivas del éxtasis
y el aullido que vendrá.

Ante una mujer así, ante un nombre así, es fácil caer en sus garras.

Me encanta ese nombre Elena, el que tenía yo en el foro, pero se bloqueó mil veces la contraseña y y no podía entrar.

"Me arrastra con el látigo del hímen"

Es muy bueno ese verso. Un abrazo.

Elena es un bonito nombre que está vinculado a mi vida. Así se llamaba una de mis abuelas, una de mis hermanas y por supuesto quien inspiró este poema. Gracias, Antonia, por leerme y comentar. Un abrazo.

Un aplauso a este erótico "made in Carballal"

Unha forte aperta.

Ramón Carballal escribió:
Ya no hay enigmas
cuando su abril conmemora la raíz de la inocencia caída.
Solo espero un alud de candiles gastados, un eclipse
que nadie recuerde tras las siemprevivas del éxtasis
y el aullido que vendrá.

Fabuloso poema, Ramón, este final me encanta. Un gusto leerte, lo sabes.

Me gusta también el nombre de Elena,
Me gustan las siemprevivas y los nomeolvides.

Un abrazo fuerte.

Hallie Hernández Alfaro escribió:Muy hermoso, amigo; me levanto del sillón sabatino para aplaudir con fervor.

Un abrazo.

Muchas gracias, Hallie, por tus palabras. Un abrazo.

Ricardo López Castro escribió:Transmite fuerza en la esperanza.
Me gustó este poema, compañero.
Te mando un abrazo fuerte, con mis mejores deseos y bendiciones!

Gracias, Ricardo, por leerme y comentar. Un abrazo.