Editorial Alaire

Qué tiene el sueño de las alondras sobre los tejados.
Qué tiene que me hace subir los escalones
de la escalera de caracol con recelos de palomas
arrullando los vientres vacios de las grietas.

Los renacidos lamentan su triste suerte de volver
a ser caída babeando las anchas losetas del olvido.

Qué tiene lo que me lleva a estirar el cuello
y a tensar el suave velo de la ausencia....

La brisa me roba las certezas
y los huracanes me producen tirones en los gemelos.

Los escalones infinitos, ahora de dos en dos, sobre la parra
y los globos aerostáticos, son espinas
entre los dedos crispados de mis pies desnudos.

La grieta rezuma miradas que apenas vislumbra mi faz
alzada al azul y las estrellas tras el azul.
Pienso que tras las estrellas y aún más alto,
tras las alas, estará la dicha de un beso:
sobre el sueño de las alondras, en el descansillo de tu regazo.

juan delgado escribió:

Qué tiene el sueño de las alondras sobre los tejados.
Qué tiene que me hace subir los escalones de la escalera de caracol con recelos de palomas
arrullando los vientres vacios de las grietas.

Pienso que tras las estrellas y aún más alto, tras las alas, estará la dicha de un beso:
sobre el sueño de las alondras, en el descansillo de tu regazo.

Precioso poema Juan, no sé que tendrán las escaleras de caracol pero a mi, me atrapan desde niña y esos descansillos...
Me ha encantado leerte, gracias por compartir.
Un abrazo.

Una mirada colmada de ilusión se dibuja dulce entre tus versos amigo...
Un gusto leerte...te abrazo con todo mi cariño...
Nancy

Gracias Lunamar y Marisa, es verdad que las escaleras de caracol tienen algo especial.

Ha sido un tiempo muy grato subir tu escalera y adentrarme en el lirismo de tu mirada.
besos
Pilar

juan delgado escribió:Qué tiene el sueño de las alondras sobre los tejados.
Qué tiene que me hace subir los escalones
de la escalera de caracol con recelos de palomas
arrullando los vientres vacios de las grietas.

Los renacidos lamentan su triste suerte de volver
a ser caída babeando las anchas losetas del olvido.

Qué tiene lo que me lleva a estirar el cuello
y a tensar el suave velo de la ausencia....

La brisa me roba las certezas
y los huracanes me producen tirones en los gemelos.

Los escalones infinitos, ahora de dos en dos, sobre la parra
y los globos aerostáticos, son espinas
entre los dedos crispados de mis pies desnudos.

La grieta rezuma miradas que apenas vislumbra mi faz
alzada al azul y las estrellas tras el azul.
Pienso que tras las estrellas y aún más alto,
tras las alas, estará la dicha de un beso:
sobre el sueño de las alondras, en el descansillo de tu regazo.

Me gusta mucho, Juan. Hay una belleza especial en sus imágenes.

La escalera de caracol con recelo de palomas.
Los vientres vacíos de las grietas.
Sobre el sueño de las alondras, en el descansillo de tu regazo.

Un abrazo de los grandes, querido poeta.

Un poema que se respira y escucha, que avanza con la ligereza de esas alas de alondra y la despierta curiosidad de esos ojos que miran en las grietas. Un placer leerte, Juan.

Un abrazo.

Gracias Pilar y Toño, las escaleras invitan a subir y si son de caracol a enroscamos en el aire.
Gracias Hallie, un orgullo que una poeta de tu calidad disfrute con mi poema. Un abrazo.

Muy bello trabajo amigo Juan. Enhorabuena.
Abrazos.

Juan,

me ha gustado mucho el poema, amigo. Me gusta cómo desarrollas la idea, la imagen de ir escalando la escalera de caracol en busca de alondras, de cielos, de besos. Me gusta la manera limpia y coherente de presentarlo, la pulcritud y las metáforas naturales.

Un abrazo.

Rafel y Pablo, gracias por vuestros comentarios.