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Polma y Curienno.

Publicado: Dom, 27 Jul 2008 12:10
por Julio Gonzalez Alonso




Leyenda de Polma y Curienno.


A los romanos no les resultó fácil la conquista de unas tierras encrespadas de riscos y montañas defendidas por las tribus astures que poblaban el actual territorio leonés. Para defender el oro de Las Médulas plantaron en su territorio la Legio VII que, con el paso del tiempo, daría nombre al Reino de León.

Pero si los guerreros montañeses supieron mantener una guerra larga con el imperio romano para defender sus valles, cuando la razón de la lucha era el amor, nada les hacía retroceder. Así ocurrió que estando Curienno, uno de los bravos guerreros de las montañas, enamorado de la bella Polma, se dio la circunstancia de que el cónsul romano Canioseco se fijara también en la joven doncella astur y, prendado de su singular hermosura, decidiera llevársela al campamento de León con la determinación de tomarla por esposa.

Enterado de lo acaecido, el valiente guerrero montañés se presentó en el campamento romano situado a orillas del río Bernesga, escondiéndose en sus contornos. Al llegar la noche, aprovechando la circunstancia de que los guardias de Canioseco se quedaran dormidos tras la fiesta celebrada en el campamento y la cantidad de vino ingerido, el joven Curienno rescató a su amada Polma y, juntos, iniciaron su huida hacia las montañas.

Percatado el cónsul Cannioseco de la causa de la desaparición de Polma, inició su persecución dándoles alcance en un arroyo entre Lillo y Cofiñal, donde se habían detenido para refrescarse y descansar un poco. Curienno y Polma comprendieron que la huida de ambos era imposible y Polma, abrazada a sus rodillas, le suplicó que no la dejara caer en manos de los romanos que la entregarían al cónsul. Curienno, con el corazón destrozado y los ojos arrasados en lágrimas, dio muerte con su espada a su amada y huyó hacia el puerto de Vegarada, donde los legionarios le dieron alcance y después de una ardua lucha en la que consiguió abatir a un buen número de soldados, cayó finalmente herido por las flechas de los arqueros y muerto por las espadas de sus enemigos.

Las xanas lloraban desconsoladas la muerte de Polma en Cofiñal, cuando oyeron los amargos lamentos de las que, a su vez, lloraban el final del joven Curienno en Vegarada. Conmocionadas por el amor de los jóvenes, las xanas de Cofiñal y de Vegarada decidieron convertir los charcos de sangre de los amantes en dos fuentes de aguas limpias y cristalinas que empezaron a correr valle abajo como testimonio de un amor que seguía vivo. Los dos ríos que se formaron, el actual Curueño de aguas bravas y el Porma, de apacible curso, unieron sus aguas unos kilómetros más abajo cuando el monte que los separaba, conmovido por lo sucedido, se contrajo dejando un espacio amplio en el que los amantes se entregaron a un estrecho abrazo y juntos recorren, ya para siempre, el camino que los conduce al océano.

Dicen que el cónsul Canioseco, impresionado por el valor del joven montañés y el amor por el que sacrificaron sus vidas Polma y Curienno, se apartó con respeto de la orilla de aquellas aguas que las xanas hicieron brotar del lugar donde encontraron su final y que acabó sus días en el campamento de León hundido en una profunda tristeza, sin que volviera a mandar atacar en lo que le quedó de vida las aldeas astures del territorio leonés.


Imagen*Imagen
Porma Curueño




Re: Polma y Curienno.

Publicado: Lun, 28 Jul 2008 8:03
por Blanca Sandino
Menos mal que las Xanas supieron qué hacer (que estar siempre peinando sus preciosos cabellos, me parece bastante menos útil, paisano : )

Ay, qué bonita leyenda. Y qué bien contada, Julio. Gracias.

Blanca



Julio González Alonso escribió:


Leyenda de Polma y Curienno.


A los romanos no les resultó fácil la conquista de unas tierras encrespadas de riscos y montañas defendidas por las tribus astures que poblaban el actual territorio leonés. Para defender el oro de Las Médulas plantaron en su territorio la Legio VII que, con el paso del tiempo, daría nombre al Reino de León.

Pero si los guerreros montañeses supieron mantener una guerra larga con el imperio romano para defender sus valles, cuando la razón de la lucha era el amor, nada les hacía retroceder.

(...)

Dicen que el cónsul Canioseco, impresionado por el valor del joven montañés y el amor por el que sacrificaron sus vidas Polma y Curienno, se apartó con respeto de la orilla de aquellas aguas que las xanas hicieron brotar del lugar donde encontraron su final y que acabó sus días en el campamento de León hundido en una profunda tristeza, sin que volviera a mandar atacar en lo que le quedó de vida las aldeas astures del territorio leonés.


Imagen*Imagen
Porma Curueño



re: Polma y Curienno.

Publicado: Mié, 20 Ago 2008 11:29
por Julio Gonzalez Alonso
Gracias, Blanca. Se ve que entiendes de xanas, que en tierras leonesas escribimos y pronunciamos janas, pues conservas tus raíces asturianas. Las leyendas, ciertamente, ya están más que escritas, contadas; me gusta recrearlas y agregar -sin exagerar ni hacer perder su esencia- algunos toques personales. Y me encanta oirlas contar.
Salud.

Publicado: Dom, 03 Ago 2014 20:22
por Hallie Hernández Alfaro
Hermoso trabajo, sube para deleite de todos.

Publicado: Mié, 10 Sep 2014 6:48
por Alona123
Cuánto me ha gustado, Julio. Ah, La Pola, ahí en la cordillera Cántabro-Astúrica. uff, la carbonilla, los trenes de madera. Yo conocí uno casi igual : ). Desde Oviedo, te llevaba a Unquera. Luego, quedaba una hora, había que ir despacito, la ruta de la garganta del Cares no es una carretera fácil ni siquiera ahora. Pero eso sí, es preciosa. Gracias, caray, tantos recuerdos : ) :P :lol:

Publicado: Jue, 18 Sep 2014 15:55
por Julio Gonzalez Alonso
Hallie Hernández Alfaro escribió:Hermoso trabajo, sube para deleite de todos.



Gracias por el detalle, Hallie. Espero que guste quien tenga a bien leer.
Salud.

Publicado: Jue, 18 Sep 2014 15:58
por Julio Gonzalez Alonso
Alona123 escribió:Cuánto me ha gustado, Julio. Ah, La Pola, ahí en la cordillera Cántabro-Astúrica. uff, la carbonilla, los trenes de madera. Yo conocí uno casi igual : ). Desde Oviedo, te llevaba a Unquera. Luego, quedaba una hora, había que ir despacito, la ruta de la garganta del Cares no es una carretera fácil ni siquiera ahora. Pero eso sí, es preciosa. Gracias, caray, tantos recuerdos : ) :P :lol:


Conozco los sitios que mencionas, Alona. Yo me crié en una de las siete Polas, la que está en León, y los recorridos por tierras asturianas son habituales para los leoneses. Un placer haber recibido tu comentario. [img]images/smiles/icon_biggrin.gif[/img]