Editorial Alaire

J. J. Martínez Ferreiro escribió:XIX
Ayer fue un día oscuro,
el sol tenía el brillo de la pizarra amarga,
en los campos había túneles
y en el mar tiburones atados como perros.

XX
Las hachas que se lanzan al asalto final,
la crueldad de los arcos al tensarse,
las estancias vikingas del tiempo,
donde se ensanchan grito y sangre.

XXI
En las ideas propias, en el corazón maleable,
había cerdos con mierda en los hocicos,
cormoranes varados en las playas,
y árboles espinosos redoblando
como campanas en la niebla.
Era un estado metafísico
donde la vida todavía tenía garras,
¡Eso sí que era una tragedia!

XXII
A través de una lágrima reseca contemplé
los mares verdes
con el picante olor a sexo de las algas,
las rocas restañando al sol del mediodía
y las rejas de una amplia soledad,
como la de los puertos después de los barcos.

XXIII
Aquí en el más alto sol de la vejez,
en el trono de tierra,
se enaltece el final de la palabra.
El día enriquecido de fecunda serenidad.

---------------------------------

Y yo con esta suerte y a estas horas del día, me toca empezar un poema de Ferrero, así, ni mas ni menos. Sabes que siempre te he admirado.
Este cierre que haces es soberbio:

Aquí en el más alto sol de la vejez,
en el trono de tierra,
se enaltece el final de la palabra.
El día enriquecido de fecunda serenidad."

Y el último verso... ¿me lo dejas?

Abrazo y bicos.

Genial esta estación. Un poema de imágenes impactantes. Felicidades
Besos
Pilar

Sugerente este poema que nos dejas JJ.M. Me gustó y lo disfruté leyendo
saludos

rafael

Aplaudo tu V estación, amigo y felicito tu disposición y buenas maneras. No sé si lo más alto de la vejez llega en algún momento, aunque pienso que hay un regocijo en pasar de largo y volver incluso con la fuerza que pones y dispones
en el manejo de tu sabia inspiración en estas estaciones tan sentimentales y poéticas.

Un abrazo

J. J. Martínez Ferreiro escribió:XIX
Ayer fue un día oscuro,
el sol tenía el brillo de la pizarra amarga,
en los campos había túneles sonoros
y en el mar, tiburones atados como perros.

XX
La crueldad de las hachas arrostradas
al asalto final,
el crujir de los arcos al tensarse,
las estancias vikingas del tiempo,
donde se ensanchan grito y sangre.

XXI
En las ideas propias, en el corazón maleable,
había cerdos con mierda en los hocicos,
cormoranes varados en las playas,
y árboles espinosos redoblando
como campanas en la niebla.
Era un estado metafísico
donde la vida todavía tenía garras,
¡Eso sí que era vivir
una tragedia!

XXII
A través de una lágrima reseca contemplé
los mares verdes
con el picante olor a sexo de las algas,
las rocas restañando al sol del mediodía
y las rejas de una amplia soledad,
como la de los puertos después de los barcos.

XXIII
Aquí en el más alto sol de la vejez,
en el trono de tierra,
realzado el final de la palabra,
el día se enriquece de fecunda serenidad.

Me han gustado esa estación, donde aparcas tus sentimientos y emociones. Imágenes certeras, muy doloras a mi entender.
Pero bueno, hay que transitar la vida con sus propios interrogantes. Un saludo muy cordial y gracias por pasar por mi espacio.-

Magnífico, amigo Ferreiro. Como de costumbre las imágenes resultan impactantes. Todo un brillante estudio de la desolación.
Noraboa.

Un fuerte abrazo.

Concha Vidal escribió: Y yo con esta suerte y a estas horas del día, me toca empezar un poema de Ferrero, así, ni mas ni menos. Sabes que siempre te he admirado.
Este cierre que haces es soberbio:

Aquí en el más alto sol de la vejez,
en el trono de tierra,
se enaltece el final de la palabra.
El día enriquecido de fecunda serenidad."

Y el último verso... ¿me lo dejas?

Abrazo y bicos.

Cómo no te lo voy a dejar: Tuyo es!!!

Gracias, querida amiga, por abrir tan generosamente estas estaciones.

Un bico.

Ferreiro,

otra excelente entrega de tus Estaciones Sentimentales, con ese idioma tan particular tuyo, orgánico y telúrico. No puedo evitar imaginar en tu voz este verso:

había cerdos con mierda en los hocicos,

Es que te oigo recitarlo desde aquí, es inevitable.

Me gusta mucho.
Un abrazo.

Profundidad que borbotea en esa mirada reflexiva de tus versos querido amigo... intensas imágenes...
Un gusto leerte...te abrazo con todo mi cariño...
Nancy

XXII
A través de una lágrima reseca contemplé
los mares verdes
con el picante olor a sexo de las algas,
las rocas restañando al sol del mediodía
y las rejas de una amplia soledad,
como la de los puertos después de los barcos.

XXIII
Aquí, en el más alto sol de la vejez,
en el trono de tierra,
realzado el final de la palabra,
el día se enriquece de fecunda serenidad.


Estas estrofas hablan tanto de tu poema...de ese idioma poético especial que avalas con tu imaginación y buen uso de la palabra, emotividad y sentimiento. Todo un gusto haberlo leído, amigo Ferreiro.

Desde mi isla, un fuerte abrazo con mi sincera felicitación.

José Manuel F Febles

Mi comentario en «Estaciones sentimentales VII»

Un fuerte abrazo.
Ignacio

Pilar Morte escribió:Genial esta estación. Un poema de imágenes impactantes. Felicidades
Besos
Pilar

Gracias, Pilariña, por pasar y bajarte a disfrutar en esta Estación.

Espero que vayas mucho mejor, que pronto tenemos que celebrarlo con Concha, en Madrid.

Un biquiño.

Rafael Valdemar escribió:Sugerente este poema que nos dejas JJ.M. Me gustó y lo disfruté leyendo
saludos

rafael

Gracias, amigo Rafael, por tu paso y generosos comentarios.

Un abrazo.

A cuál mejor, querido J. J. No sabría elegir uno.
¿Sabes? En poesía casi todos estamos en continua evolución. (Sé que te gusta la palabra). Yo no puedo ser menos, y si, antes, siempre, he gozado con tu poética, hoy me encuentro más dentro de ella, me llega aún más.
Eres un gran poeta, J. J. Sigue publicando, al menos uno al año. Tú puedes.

Un fuerte abrazo.

Jerónimo