Editorial Alaire

Me lo se perfectamente,
era el día del helado batido como Dios manda,
un manubrio dislatando los sinpares y los nones
de los nanos
(siete digo)
babeando los cristales de las nieves,
y la sal gorda, muy gorda, vainilla , canela y leche
y los dedos buceando por ver si andaba cuajado.

La panza de la heladera, tablón en roble tostado
aluminio de tambor paseábase las tripas,
la terraza en alambique,
un capón siempre a destiempo equivocando cabeza,
Santa Misa y comulgante de turno vestido de marinero
y desajustando el ritmo bailante de la heladera
la madre de cuentacuentos y yo
, como siempre yo
- y sólo para chincharles (al cabo la única chica) -
mimando,
mima que mima la cabeza de mi padre.

¡ Ración doble del helado en día de Corpus Christi ¡

Se siente hermanos, haberos nacido chicas.




( Siempre tocaban dos sacramentos en casa, siempre de siempre todos los años, Bautizos y Comuniones, y así hasta siete, el día de Corpus tocaba helado de casa)

Concha Vidal escribió:

( Siempre tocaban dos sacramentos en casa, siempre de siempre todos los años, Bautizos y Comuniones, y así hasta siete, el día de Corpus tocaba helado de casa)

Qué bonito Concha, qué hermoso recuerdo en este día, que debería lucir más que el sol pero aquí, en los madriles, sólo nos han dejado un jueves.
Hermosura en esa heladera para siete y, entre todos, tú la única - ÚNICA - Preciosos recuerdos.
Un beso y Feliz Día del Corpus.

Qué suerte tuviste marinera en mar porque yo en tierra recuerdo aquello de pantalones cortos tapando la rodilla
y la lengua haciendo travesuras para que la hostia no cayera al suelo.
Tu poema es como un manubrio largo de catorce manos que aprietan y hasta angustian, pero ofrecen de todas formas una ayuda. Yo no lo sé y sin saber quien lo sabe me arrimo al clavo ardiendo por si hay un porsiacaso, que no creo.

Pues amiga Concha qué admirable ese corpus que se te acerca y te merece.

Un abrazo

Bello poema, amiga
un abrazo

Concha Vidal escribió:Me lo se perfectamente,
era el día del helado batido como Dios manda,
un manubrio dislatando los sinpares y los nones
de los nanos
(siete digo)
babeando los cristales de las nieves,
y la sal gorda, muy gorda, vainilla , canela y leche
y los dedos buceando por ver si andaba cuajado.

La panza de la heladera, tablón en roble tostado
aluminio de tambor paseábase las tripas,
la terraza en alambique,
un capón siempre a destiempo equivocando cabeza,
Santa Misa y comulgante de turno vestido de marinero
y desajustando el ritmo bailante de la heladera
la madre de cuentacuentos y yo
, como siempre yo
- y sólo para chincharles (al cabo la única chica) -
mimando,
mima que mima la cabeza de mi padre.

¡ Ración doble del helado en día de Corpus Christi ¡

Se siente hermanos, haberos nacido chicas.




( Siempre tocaban dos sacramentos en casa, siempre de siempre todos los años, Bautizos y Comuniones, y así hasta siete, el día de Corpus tocaba helado de casa)

Intimista y bello. Un disfrute.
Abrazos
Simon

Marisa Peral escribió:

Concha Vidal escribió:

( Siempre tocaban dos sacramentos en casa, siempre de siempre todos los años, Bautizos y Comuniones, y así hasta siete, el día de Corpus tocaba helado de casa)

Qué bonito Concha, qué hermoso recuerdo en este día, que debería lucir más que el sol pero aquí, en los madriles, sólo nos han dejado un jueves.
Hermosura en esa heladera para siete y, entre todos, tú la única - ÚNICA - Preciosos recuerdos.
Un beso y Feliz Día del Corpus.

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La heladera, el Corpus , los capones, los siete, siempre los siete y esa deliciosa madre cuentacuentos y un padre con una paciencia infinita.
¡ Qué suerte de infancia tuve Marisa¿

Gracias por tu paso y abrazos mediterráneos

Concha, siempre esa voz poética llena de luz, chispeante, y que parece guiñarte un ojo desde cada verso, buscando la complicidad, el buen rollo,,, la entrañabilidad con el lector, que siempre acaba implicándose, porque le haces vivir la experiencia en ti vivida.

Un bico desde Viveiro.

Precioso y chispeante poema, que mira hacia atrás no con nostalgia sino con regocijo. Me ha encantado y también lo estoy.

Un afectuoso abrazo desde las tierras bárbaras del Norte.