Editorial Alaire

Nunca creí que tu adolescencia
fuera geometría, la areola circular,
el triángulo imberbe, el sexo volátil
igual que un nido de mariposas.

Me olvidaste después del asombro,
te olvidé en una mañana de lluvia y cafés,
tras un horóscopo donde leí
que no éramos canción
ni voz neutra
ni suburbio.

Al soñar la urdimbre de unos hilos
que apenas dibujamos
lloré,
lejos de la ciudad de increíble magnitud
tú jugabas en el parque a rotular la silueta
de un cuadro múltiple,
llegué con mi paraguas de flores
y vi tus rodillas escribir sobre la grava un signo;
y ningún pájaro, ninguna sonrisa
en los líquenes que cubrían mis huellas
de transeúnte lúcido .

Y comprendí que la cordura es un difuso paréntesis,
el recuerdo un fósil o tumor
que grita poseído de nieve,
a menudo, ahíto de sol.

Pensé en tus manos, manos de ejércitos invencibles,
manos amputadas, manos sin índice,
pensé en el desdén de una ceja
bajo aquel Madrid invernal,
pensé en el autobús que el azar escogió para el adiós y la renuncia,
en las medias que se ajustaban
al arco perfecto de tus corvas,
pensé en la mampara que desdobló tu cuerpo
angustiosamente eterno
al explorar la efímera insensatez de la noche.

Mujeres que vibran con el ajuar de los desnudos en un caleidoscopio azul.
Mi rostro que, al mirarlas, escucha el crujido de unas hélices de alambre
ya caídas en la fría finitud del paraíso.

Hermoso despliegue de imágenes que enredan silencios, emociones, miradas...
Un gusto leerte cada vez querido amigo...
Te abrazo con todo mi cariño...
Nancy

[quote="Ramón Carballal"]

Nunca creí que tu adolescencia
fuera geometría, la areola circular,
el triángulo imberbe, el sexo volátil
igual que un nido de mariposas.


Solamente esta estrofa es un poema, cuatro versos inmensos, amigo Ramón, y un poema plagadito de imágenes que hablan por si mismas.
Felicidades compañero.
Un fuerte abrazo.

Me ha emocionado el poema, Ramón; es como estar alli en las alas del último pájaro que hace volar el parque, mirar los dibujos, escenificar lo indecifrable.

Aplausos a rabiar y un beso grande, querido amigo.

Ramón Carballal escribió:Nunca creí que tu adolescencia
fuera geometría, la areola circular,
el triángulo imberbe, el sexo volátil
igual que un nido de mariposas.

Me olvidaste después del asombro,
te olvidé en una mañana de lluvia y cafés,
tras un horóscopo donde leí
que no éramos canción
ni voz neutra
ni suburbio.

Al soñar la urdimbre de unos hilos
que apenas dibujamos
lloré,
lejos de la ciudad de increíble magnitud
tú jugabas en el parque a rotular la silueta
de un cuadro múltiple,
llegué con mi paraguas de flores
y vi tus rodillas escribir sobre la grava un signo;
y ningún pájaro, ninguna sonrisa
en los líquenes que cubrían mis huellas
de transeúnte lúcido .

Y comprendí que la cordura es un difuso paréntesis,
el recuerdo un fósil o tumor
que grita poseído de nieve,
a menudo, ahíto de sol.

Pensé en tus manos, manos de ejércitos invencibles,
manos amputadas, manos sin índice,
pensé en el desdén de una ceja
bajo aquel Madrid invernal,
pensé en el autobús que el azar escogió para el adiós y la renuncia,
en las medias que se ajustaban
al arco perfecto de tus corvas,
pensé en la mampara que desdobló tu cuerpo
angustiosamente eterno
al explorar la efímera insensatez de la noche.

Mujeres que vibran con el ajuar de los desnudos en un caleidoscopio azul.
Mi rostro que, al mirarlas, escucha el crujido de unas hélices de alambre
ya caídas en la fría finitud del paraíso.

Bellísimo poema, imágenes que cautivan, ha sido un gran placer leerte, gracias por compartir, un gran abrazo.

Cecilia

Se siente la adolescencia, el paisaje, todo con esas imágenes que son maravilla en tu poesía.
Besos
Pilar

Lunamar Solano escribió:Hermoso despliegue de imágenes que enredan silencios, emociones, miradas...
Un gusto leerte cada vez querido amigo...
Te abrazo con todo mi cariño...
Nancy

Gracias, Lunamar, por tu lectura y palabras. Un abrazo.

No hace falta echarte piropos por tu magnífico poema, la constancia superior de tu versos, se valoran por si mismos. He disfrutado con su lectura.

Un gran abrazo desde mi isla

José Manuel F. Febles

Marisa Peral escribió:

Ramón Carballal escribió:
Nunca creí que tu adolescencia
fuera geometría, la areola circular,
el triángulo imberbe, el sexo volátil
igual que un nido de mariposas.


Solamente esta estrofa es un poema, cuatro versos inmensos, amigo Ramón, y un poema plagadito de imágenes que hablan por si mismas.
Felicidades compañero.
Un fuerte abrazo.

Gracias, Marisa, por leerme y comentar. Un abrazo.

Hallie Hernández Alfaro escribió:Me ha emocionado el poema, Ramón; es como estar alli en las alas del último pájaro que hace volar el parque, mirar los dibujos, escenificar lo indecifrable.

Aplausos a rabiar y un beso grande, querido amigo.

Gracias, Hallie. Me alegra que te haya emocionado, para mí es lo más importante de un poema. Un fuerte abrazo.

Cecilia Martos escribió:

Ramón Carballal escribió:Nunca creí que tu adolescencia
fuera geometría, la areola circular,
el triángulo imberbe, el sexo volátil
igual que un nido de mariposas.

Me olvidaste después del asombro,
te olvidé en una mañana de lluvia y cafés,
tras un horóscopo donde leí
que no éramos canción
ni voz neutra
ni suburbio.

Al soñar la urdimbre de unos hilos
que apenas dibujamos
lloré,
lejos de la ciudad de increíble magnitud
tú jugabas en el parque a rotular la silueta
de un cuadro múltiple,
llegué con mi paraguas de flores
y vi tus rodillas escribir sobre la grava un signo;
y ningún pájaro, ninguna sonrisa
en los líquenes que cubrían mis huellas
de transeúnte lúcido .

Y comprendí que la cordura es un difuso paréntesis,
el recuerdo un fósil o tumor
que grita poseído de nieve,
a menudo, ahíto de sol.

Pensé en tus manos, manos de ejércitos invencibles,
manos amputadas, manos sin índice,
pensé en el desdén de una ceja
bajo aquel Madrid invernal,
pensé en el autobús que el azar escogió para el adiós y la renuncia,
en las medias que se ajustaban
al arco perfecto de tus corvas,
pensé en la mampara que desdobló tu cuerpo
angustiosamente eterno
al explorar la efímera insensatez de la noche.

Mujeres que vibran con el ajuar de los desnudos en un caleidoscopio azul.
Mi rostro que, al mirarlas, escucha el crujido de unas hélices de alambre
ya caídas en la fría finitud del paraíso.

Bellísimo poema, imágenes que cautivan, ha sido un gran placer leerte, gracias por compartir, un gran abrazo.

Cecilia

Gracias, Cecilia, por tu amable comentario. Un abrazo.

Pilar Morte escribió:Se siente la adolescencia, el paisaje, todo con esas imágenes que son maravilla en tu poesía.
Besos
Pilar

Gracias, Pilar, por tu lectura y palabras. Besos.

Gran poema, Ramón. Magníficas imágenes que se llenan de una viveza que se siente. Maravilloso tu decir.

Un fuerte abrazo y mi felicitación por tan inspiradas letras.

José Manuel F. Febles escribió:No hace falta echarte piropos por tu magnífico poema, la constancias superior de tu versos, se valoran por si mismos. He disfrutado con su lectura.

Un gran abrazo desde mi isla

José Manuel F. Febles

Gracias, José Manuel. Un abrazo.

Ramón Castro Méndez escribió:Gran poema, Ramón. Magníficas imágenes que se llenan de una viveza que se siente. Maravilloso tu decir.

Un fuerte abrazo y mi felicitación por tan inspiradas letras.

Gracias, Ramón. Me alegra que te haya gustado el poema. Un abrazo.