Editorial Alaire

No logran hablar las dunas cuando el desierto les miente,
cuando el sol, postrado en el horizonte,
dibuja un halo de inconformismo
mientras el cielo le despide con la llegada melancólica de la tarde,
y ésta, de corto aliento,
se deja agobiar por la oscuridad de la noche.

Todo permanece en silencio,
arrinconado en la inmensidad de su paisaje,
hasta que el cielo, aburrido y tenebroso,
decide enviar los ángeles del viento,
vestidos cual guerreros, luchadores,
con la única misión,
de que la arena no descanse.

La noche, enrarecida, me despierta,
con la misma frialdad que la vida me miente.

Un viaje alegórico al desierto con hermosas imágenes. Todos terminamos siendo arena cuando al viento le apetece. Gracias por compartir.

Un granito de arena.

Àlex

Alejandro Costa escribió:No logran hablar las dunas cuando el desierto les miente,
cuando el sol, postrado en el horizonte,
dibuja un halo de inconformismo
mientras el cielo le despide con la llegada melancólica de la tarde,
y ésta, de corto aliento,
se deja agobiar por la oscuridad de la noche.

Todo permanece en silencio,
arrinconado en la inmensidad de su paisaje,
hasta que el cielo, aburrido y tenebroso,
decide enviar los ángeles del viento,
vestidos cual guerreros, luchadores,
con la única misión,
de que la arena no descanse.

La noche, enrarecida, me despierta,
con la misma frialdad que la vida me miente.

"La noche, enrarecida, me despierta,
con la misma frialdad que la vida me miente"


Me ha gustado tu poema, Alejandro. En la noche no se atenúa la vida, siempre hay otras formas que en ella se mueven y se desplazan. Quizás los que padecemos de insomnios temporales podemos apreciarlo mejor.

Un fuerte abrazo.

Bellas y reflexivas imágenes querido amigo...
Un gusto leerte...te abrazo con todo mi cariño...
Nancy

Buen poema nos dejas Alejandro- Me gustó y disfruté leyendo

saludos

rafael

Un frío negativo circula por los versos a la espera de alguna resurrección que nunca llega.

No resulta fácil encontrar la verdad con un signo negativo en la voz y en la palabra.

Un abrazo

Interesante poema.
Me gustó leerte, compañero.
Abrazos

Alejandro Costa escribió:
No logran hablar las dunas cuando el desierto les miente,

Todo permanece en silencio,
arrinconado en la inmensidad de su paisaje,
hasta que el cielo, aburrido y tenebroso,
decide enviar los ángeles del viento,
vestidos cual guerreros, luchadores,
con la única misión,
de que la arena no descanse.

La noche, enrarecida, me despierta,
con la misma frialdad que la vida me miente.

Hermoso poema Alejandro, me gusta esa similitud entre el desierto y la vida, ambos mienten.
Lo importante es no dejarse engañar.
Un fuerte abrazo.

Sello de oro para este poema en que el paisaje es el protagonista. Mi felicitación y un abrazo.