Editorial Alaire

A Armilo Brotón, ese animal poético.


La cabeza asomada al horizonte de sucesos,
donde se eleva, invicta, el ansia de los cuerpos,
todos los cuerpos que después no fueron.

Para no extraviarme en los límites,
abro la hembra de mis ojos
y acaricio el cabello de los barcos
hundidos en la arena de la noche,
luego abrazo sirenas de piernas anchas.

No quisisteis saber nada del hormiguero
donde enterraron los besos de las putas
y odiáis contemplar el estiércol de las tierras malditas,
pero tened en cuenta
que son los ojos dos charcos miserables.

Acuérdate que un día se encendió para ti
una noche de yemas y delirios
pero incluso te llevará más lejos,
la feracidad de la estrella de tu fosa.

Orujo en vena, esto son sus versos. Os reclamo: Hnos Albariño y Godello, Hnas en la fe Loureira y Treixadura, venerables monjitas de la Orden del Santo Prepucio -¡oh sanctum praeputium of Cristi!-, ¿en qué habéis convertido a este hombre, padre de familia, honorable en su día y ejemplo de virtudes cardinales; ahora un bardo infernal? ¿Qué veneno emponzoña su alquitara que solo destila un licor que, a pusilánimes y allegados, levanta el cipote como una bandera blanca que va pidiendo guerra?

Corriéndome voy al templo de San Crispín Enólogo, a comulgar y confesarme; no sea que el añejamiento que produce la lectura de estos versos me lleve hasta la irremediable Finis Terrae, donde el vuelo lírico es pelambre, abrazo de sirenas con anchas caderas, besos de las putas, estiércol de tierras exangües: todo un despliegue de hermosísimas imágenes, contundentes con el enemigo y renovadoras con el amigo.

Que nadie piense que la dedicatoria es rúbrica de complicidad poética con este obcecado de la belleza; la altura de su vuelo hace inviable cualquier acercamiento mío. Sólo los locos y Dios pueden alcanzarlo. Aunque agradezco mucho, de corazón, la generosidad de mi hermano; este detalle que me ha emocionado.

Sólo me queda decir que le pidan fervientemente, a cambio de nuestra condena, que nos regale la declamación que tuve el honor de escuchar en su voz. Es fantástica.

Gracias hermano, un abrazo fuerte. En esta tercera entrega te has superado. ¿Qué nos espera ya?

J. J. Martínez Ferreiro escribió:A Armilo Brotón, ese animal poético.

IX
Los ojos asomados al horizonte de sucesos,
donde se hunde
invicta, la miseria
de los cuerpos, todos los cuerpos que ayer no fueron.

X
Para no extraviarme en los límites,
abro la hembra de mis ojos
y fertilizo sus pisadas,
acaricio el pelambre de una nave
emergida en la arena de la noche
luego abrazo sirenas de piernas anchas.

XI
No quisisteis saber nada del hormiguero
donde enterraron los besos de las putas
y odiáis mirar
el estiércol de tierras exangües
pero tened en cuenta
que son los ojos dos charcos miserables.

XII
Acuérdate que un día en ti se iluminaron
toda una noche de yemas y delirios
pero incluso te llevará
más lejos, la feracidad
de aquella estrella de tu fosa.

Tan solo aplaudo y callo.

Un fuerte abrazo.

Ay!! hermano Armilo, despues de este deshonesto e impío comentario, me parece que no me quedará más remedio que desplazarme a Costa Rica, e iniciar la última revolución, la que será de verdad, no las "jilipoyeces" que se dieron a través de la historia; está será la madre de todas la revoluciones, porque irá centrada nada más y nada menos que en la estética de la vida, o sea en la poesía, en el comer, el beber y en el fol..., o sea en todo lo ilegal y pecaminoso.

Así será!!

Un muy fuerte abrazo.

Qué bien estaría la revolución poética.
Un poema un poco críptico pero de versos geniales.
Besos
Pilar

Todos son geniales, pero el último es fenomenal a mi juicio.
Te felicito por estos versos.
Y te mando un abrazo fuerte, con mis mejores deseos y bendiciones!

El poema me parece una genialidad y destaco especialmente la estrofa que lo cierra. Y esas imágenes... wow. Simbólicamente tienen aires de himnos o de salmos... vaya usted a saber.
Noraboa.
Un fuerte abrazo,

Excepcionales imágenes. La vida corriendo a borbotones por las venas.

Un acierto el tema, la dedicatoria y el lenguaje.

Bravo
Felicidades
Un beso a ambos
Ana

Muy bella dedicatoria, amigo Ferreiro, a un compañero que, como tú dices, si no lo tuviéramos tendríamos que inventarlo; así es Armilo.
Por lo demás, decirte que en tu serie de Estaciones Sentimentales, en cada entrega, crecen la intensidad, ingenio y evocación.
Felicidades al autor y al receptor de tan hermoso poema.
Nos vemos el 9 de junio en Madrid. Arderán las calles y las plazas...
Abrazos.

Acuérdate que un día en ti se iluminaron
toda una noche de yemas y delirios
pero incluso te llevará
más lejos, la feracidad
de aquella estrella de tu fosa.

Bella, muy bella
Salud

Ferreiro,

me gustan tus estaciones sentimentales, amigo. Creo que son un cambio en tu registro habitual, tal vez influido --o perfluido-- por San Armilo Mártir, hacia un idioma más directo y contundente, más ligado a lo divino-satánico.

Me gusta.

Enhorabuena y un abrazo a los dos.

[quote="J. J. Martínez Ferreiro"]


Un lujo disfrutar de estas estaciones, todas magníficas.
Felicidades, J.J. y también a Armilo por la dedicatoria.

Abrazo a los dos.

La segunda estación sentimental abre los ojos y abre el hormiguero de los cuerpos traspasando los charcos
que se miran saliendo de la estrella de la fosa.

Un abrazo

Muy bella dedicatoria, vibrante y colmada de intensidad... he disfrutado leerte querido amigo...
Para ambos, mi abrazo con todo mi cariño...
Nancy

Mi comentario en «Estaciones sentimentales VII»

Un fuerte abrazo.
Ignacio