Editorial Alaire

I.

Me gusta pensar
que nada existe más allá
de lo que alcanza tu mirada,
que en tu presencia
las nubes se alejan,
oyéndose distante
el eco de la tormenta,
que verte sonreír
es hurtarle primaveras a diciembre
mientras me asomo
al balcón de mi infancia.

Me gusta pensar
que las palabras y los gestos
tienen para los dos
el mismo significado.


II.

No quedan tan lejanos,
aunque el tiempo se empeñe
en llenar de arena mis bolsillos,
los días en que el sol
nos seguía a todas partes,
y el aire era calor allá en Castilla.
Hoy que aquí el cielo
se ha vestido de luto,
llora mi corazón
lágrimas de lluvia,
añorando, aún más que al sol,
a tu sonrisa.


III.

Me voy sin querer irme
y apenas puedo sentir que me despido.
No hay margen para decir adiós,
son horas muertas.
Así mi corazón,
que de mi deserta,
queda contigo,
sin pensar en el camino
que ha de hacer de vuelta.
Me voy pensando en volver,
y aún no me he ido,
pensando en ti
como una continua presencia;
deja mi carne abierta
así como la puerta,
tu suave piel que entronca
con un cariño desmedido.


IV.

Amor, déjate embriagar
por el perfume de las rosas
que, como un beso hecho suspiro,
entre sus pétalos es leve brisa,
la misma que del viento es melodía.

Así, entre p´étalos de rosa,
mi ausencia busca hacerse perdonar,
sabiendo que el amor,
aún en su último latido,
es un viaje de ida y vuelta.

Muy emotiva despedida amigo... bellos versos...
Un gusto leerte...te abrazo con todo mi cariño...
Nancy

Muchas gracias, Nancy, por pasarte y obsequiarme con tus hermosas palabras.

Abrazos.

Hermoso y evocador trabajo, amigo Ramón.
Abrazos.

Me ha emocionado tu poema, es alma pura en la palabra.
Besos
Pilar

Hermosos estos versos íntimos y delicados. Un abrazo.

Rafel Calle escribió:Hermoso y evocador trabajo, amigo Ramón.
Abrazos.

Muchas gracias, amigo Rafel por pasarte por estas sencillas letras.

Un fuerte abrazo.

Pilar Morte escribió:Me ha emocionado tu poema, es alma pura en la palabra.
Besos
Pilar

Muchas gracias, querida amiga, por tan hermosas y gentiles palabras.

Besos.

Ramón Carballal escribió:Hermosos estos versos íntimos y delicados. Un abrazo.

Muchas gracias, Ramón siempre aprecio tu visita y comentario.

Un fuerte abrazo.

Cuando el recuerdo embriaga ¿qué le pasa a la pasión?



Un abrazo

La intimidad no se escapa de tu pluma, y resulta un poema laborioso y excelente.

Desde mi isla, un gran abrazo, amigo-poeta.

José Manuel F. Febles

Guillermo Cuesta escribió:Cuando el recuerdo embriaga ¿qué le pasa a la pasión?



Un abrazo

Buena pregunta, Guillermo.
Pues, haciendo un símil futbolístico, estará en el banquillo.

Muchas gracias por pasarte por mis letras y dejarme tu apreciado comentario.

Un fuerte abrazo.

José Manuel F. Febles escribió:La intimidad no se escapa de tu pluma, y resulta un poema laborioso y excelente.

Desde mi isla, un gran abrazo, amigo-poeta.

José Manuel F. Febles

Muchas gracias, José Manuel, por tu atento y generoso comentario.

Un fuerte abrazo.

Ramón Castro Méndez escribió:

I.

Me gusta pensar
que nada existe más allá
de lo que alcanza tu mirada,
que en tu presencia
las nubes se alejan,
oyéndose distante
el eco de la tormenta,
que verte sonreír
es hurtarle primaveras a diciembre
mientras me asomo
al balcón de mi infancia.

Me gusta pensar
que las palabras y los gestos
tienen para los dos
el mismo significado.


II.

No quedan tan lejanos,
aunque el tiempo se empeñe
en llenar de arena mis bolsillos,
los días en que el sol
nos seguía a todas partes,
y el aire era calor allá en Castilla.
Hoy que aquí el cielo
se ha vestido de luto,
llora mi corazón
lágrimas de lluvia,
añorando, aún más que al sol,
a tu sonrisa.


III.

Me voy sin querer irme
y apenas puedo sentir que me despido.
No hay margen para decir adiós,
son horas muertas.
Así mi corazón,
que de mi deserta,
queda contigo,
sin pensar en el camino
que ha de hacer de vuelta.
Me voy pensando en volver,
y aún no me he ido,
pensando en ti
como una continua presencia;
deja mi carne abierta
así como la puerta,
tu suave piel que entronca
con un cariño desmedido.


IV.

Amor, déjate embriagar
por el perfume de las rosas
que, como un beso hecho suspiro,
entre sus pétalos es leve brisa,
la misma que del viento es melodía.

Así, entre p´étalos de rosa,
mi ausencia busca hacerse perdonar,
sabiendo que el amor,
aún en su último latido,
es un viaje de ida y vuelta.

Compañero Ramón, no sé qué decirte...
La emoción es palpable en cada verso y de gran calidad.
Mil gracias por compartir.
Abrazo fuerte.

Muchas gracias a ti por leerme y por tu apoyo.

Un afectuoso abrazo.