Editorial Alaire

Manuel Sánchez escribió:Ocurrió que hubo un tiempo
en el que la belleza era sonámbula,
en el que las miradas florecían
por las cúspides libres del otoño.
Un tiempo en que los pájaros sabían conjugar
el verbo matemáticas
sin dejar de ser pájaros,
y la luz era malva, como el canto de un cisne,
como un dios transgresor, como tú mismo,
como el único vaso de diamantes posible en los senderos de tus ojos .
Hubo un tiempo sin horas,
sin ruido en el desierto,
sin paraísos dóciles,
sin pobres destronados.
La brújula del mar entronizaba
rumbos desvanecidos, y los lúpulos
crecían siempre a prisa, hasta la atocha
vestía de ilusión al pie descalzo.
Hubo un tiempo,
un tiempo sin roturas, en que aprendiste a ser tocado por tu madre
y con ella a saber lo que era el mundo,
un tiempo en que las ordenes bajaban de los cielos muy despacio
y los vientos de noche
se paraban.

Qué bueno...Además del derroche poético, compañero,
tus poemas me hacen trabajar y echar mano del diccionario
más de una vez y de dos...Al leer "atocha" me viene a la mente
la estación de Madrid y, claro, si eso no cuaja con todo lo demás
hay que buscar otro significado y mira tú por donde;)
así se llama también al esparto."Nunca te acostarás sin saber una cosa más"
Me sientan muy bien tus versos, Manuel,gracias...
Un abrazo

Un poema para disfrutar poesía. Me gustó leerte.
Besos
Pilar

Muy buen poema, Manuel. Los cuatro primeros versos ya enganchan y me disponen a disfrutar del resto del poema.

"Hubo un tiempo,
un tiempo sin roturas, en que aprendiste a ser tocado por tu madre
y con ella a saber lo que era el mundo,
un tiempo en que las órdenes bajaban de los cielos muy despacio
y los vientos de noche se paraban."

Enhorabuena por tan magnífica inspiración.

Un abrazo.