Editorial Alaire

Fue difícil quererte, lo es ahora.
Ayer por impaciente, hoy por cobarde,
siempre he llegado a tu mirada tarde,
cuando ya solo mira, no valora.

De nuevo, te adivino escrutadora
-si una mañana hacia ninguna tarde-
y el corazón, de tanto amar, me arde
y la llama, de nuevo, no devora.

Fue fácil esperar que me quisieras,
lo es ahora que vivo porque espero
renacer en tus ojos algún día.

Qué difícil quererte... ¡Si supieras
cuánta pena he dejado en el tintero
para llegar a tiempo a tu alegría!

Amigo Esteban, genial leerte este soneto que nos presentas. Los dos segundos versos del segundo cuarteto me parecen geniales, a la altura de la más alta poesía clásica, estupendo. No es extraño leer de tu pluma este poema, pues la técnica la tienes, la hondura y, en este caso, la profunda entrega emocional. Por otro lado, el hecho de leer de vez en cuando un soneto, con todo el trabajo que éste representa permite un goce estético que trasciende. Un gusto, amigo.

Un abrazo fraterno, Benjamín.

Un soneto precioso, para releer. Ha sido un placer
Un abrazo
Pilar

Bellísimo soneto, Esteban, de esas composiciones que a uno le quedan sin remedio por la cantidad de emoción que desprenden, y con aciertos que trascienden, como:

Qué difícil quererte... ¡Si supieras
cuánta pena he dejado en el tintero
para llegar a tiempo a tu alegría!

Esto es un terceto que desde lo hondo se abre paso a los ojos, vaya lujo, querido poeta.

Un abrazo

Sara

Hermoso poema, querido amigo Esteban, con momentos de gran inspiración, que ha sido un placer leerte.
Te mueves en los catorce versos como pez en el agua. Felicidades.
Te mando un fuerte abrazo.

Hermoso, de verdad que se disfruta, se sienten los sentimientos en tu letra.

Un gusto poder leerte.

Un abrazo.

Aplausos, Esteban. Muchos. El segundo terceto es, impresionante.

Blanca

Esteban Granado escribió:Fue difícil quererte, lo es ahora.
(...)

Qué difícil quererte... ¡Si supieras
cuánta pena he dejado en el tintero
para llegar a tiempo a tu alegría!

Gracias, amigo Benjamín.

Este soneto es de hace unos años, cuando estaba más entrenado en la materia..., ahora me llevan por el camino de la amargura.

Sí, hacer sonetos supone un trabajo bastante brutal.

Un abrazo,

Esteban

P.D.: Espero que lo pases bien en España; os deseo lo mejor.

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Pilar:

Sé que estás empezando a medir los versos. Te daré un par de consejos al respecto, si me lo permites. El primero es sobre las sinalefas, que no deben hacerse cuando afectan a una de las sílabas tónicas principales (sexta y décima, tampoco en cuarta y octava si se trata de endecasílabos sáficos). El segundo corresponde a la rima: es más elegante rimar en palabra llana que en aguda o esdrújula, del mismo modo, es preferible que las palabras que soportan la rima pertenezcan a diferentes categorías sintácticas, es decir que no sean todas verbos o sustantivos o adjetivos, sino que vayan mezcladas.

Un abrazo y gracias por el comentario,

Esteban

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Gracias, Sara. Como le digo a Benjamín, cuando escribí este soneto, casi no escribía otra cosa, y eso se nota, quieras o no, que uno llega a endecasilabizarse...

Es uno de mis preferidos.

Un abrazo,

Esteban

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Amigo Rafel:

Bueno, que tú tampoco eres manco, jejej.

Los sonetos tienen algo especial para mí, que podría definirse como la esencia del desafío, que hace que siempre acabe por volver a ellos. Ahora mismo tengo uno en cartera, cuyo último verso me está dejando literalmente exhausto, llevo días con él.

Un abrazo y gracias por el comentario.

Esteban

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Gracias por el comentario, Noemi, celebro que te haya gustado el poema.

Encantado de tener ocasión de saludarte.

Un abrazo,

Esteban

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Gracias, Blanca.

Seguramente el terceto me salió de un tirón, esos son los mejores, cuando tienes que volver sobre ellos y volver y vover, acaban notándonse los parches.

Un abrazo y mil gracias por dedicarme un poco de tu tiempo,

Esteban