En mitad de la luz [A mi tía que murió el 3/5/2018]
Publicado: Mar, 15 May 2018 18:04
A Carmen Sopeña Soto
Te fuiste al otro lado de las cosas
con la música alada del recuerdo,
en mitad de la luz, sin cicatrices.
Dormías
y ya no te despertaste,
para abrazar el alma del espacio
y el tiempo silencioso de las nubes.
Viviste intensamente
entre notas de un piano consagrado
a la belleza etérea de lo eterno.
Adoraste los viajes y las artes
y disfrutaste todo con pasión,
como si nada fuese para siempre.
Deslizaste tus manos de pianista
por los teclados llenos de secretos,
hasta las últimas semanas.
Exprimiste el placer hasta el final
de todo lo habitable, hasta lo ínfimo.
Ahora, desde Altair, sientes el mundo
y te preguntas si la vida fue un suspiro
o transcurrió despacio como el mar.
Atrapas de los cuásares la esencia
y miras en penumbra el sortilegio
que te hizo residir en partituras.
Imantas el hechizo de la muerte
más allá de las huellas de lo oscuro,
en mitad del amor de las ciudades.
Un conjuro de nombres y pronombres
te llevó por distintos escenarios,
para tocar las obras, sin heridas,
como si todo fuese un espectáculo.
Ana Muela Sopeña
-----
Mi tía Carmen (hermana de mi madre) murió hace doce días, el 3 de mayo del año 2018. Terminó la carrera de piano con 14 años, con premio extraordinario fin de carrera. Se dedicó a acompañar a cantantes e instrumentistas. Viajó por todo el mundo dando conciertos. También fue profesora de la Escuela Superior de Canto de Madrid. Vivió como quiso. Se casó con un músico. Tuvo dos hijas y una nieta. Nació el 17 de febrero de 1920 en Bilbao. Murió el 3 de mayo de 2018 en Guadalajara a la edad de 98 años. Tuvo una buena vida y murió mientras dormía. Siguió tocando el piano hasta un mes antes de morir.
Te fuiste al otro lado de las cosas
con la música alada del recuerdo,
en mitad de la luz, sin cicatrices.
Dormías
y ya no te despertaste,
para abrazar el alma del espacio
y el tiempo silencioso de las nubes.
Viviste intensamente
entre notas de un piano consagrado
a la belleza etérea de lo eterno.
Adoraste los viajes y las artes
y disfrutaste todo con pasión,
como si nada fuese para siempre.
Deslizaste tus manos de pianista
por los teclados llenos de secretos,
hasta las últimas semanas.
Exprimiste el placer hasta el final
de todo lo habitable, hasta lo ínfimo.
Ahora, desde Altair, sientes el mundo
y te preguntas si la vida fue un suspiro
o transcurrió despacio como el mar.
Atrapas de los cuásares la esencia
y miras en penumbra el sortilegio
que te hizo residir en partituras.
Imantas el hechizo de la muerte
más allá de las huellas de lo oscuro,
en mitad del amor de las ciudades.
Un conjuro de nombres y pronombres
te llevó por distintos escenarios,
para tocar las obras, sin heridas,
como si todo fuese un espectáculo.
Ana Muela Sopeña
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Mi tía Carmen (hermana de mi madre) murió hace doce días, el 3 de mayo del año 2018. Terminó la carrera de piano con 14 años, con premio extraordinario fin de carrera. Se dedicó a acompañar a cantantes e instrumentistas. Viajó por todo el mundo dando conciertos. También fue profesora de la Escuela Superior de Canto de Madrid. Vivió como quiso. Se casó con un músico. Tuvo dos hijas y una nieta. Nació el 17 de febrero de 1920 en Bilbao. Murió el 3 de mayo de 2018 en Guadalajara a la edad de 98 años. Tuvo una buena vida y murió mientras dormía. Siguió tocando el piano hasta un mes antes de morir.