Editorial Alaire

Ayer fue sábado casi toda la noche,
como todas las noches de martes que se nutren
de semilla de sábados;
como todos los inviernos en que el reloj pronuncia
horas de terciopelo
para acallar el frío,
vino a segar mis sombras
el lanzador de nubes.

Una vez más,
el gorrión de sus ojos
acabó picoteando
mi voluntad de espuma.
Y el grillo de una vieja promesa
se enredó entre mi lengua
y me colé en sus huesos
y se enterró en mi carne...

A veces
no me encuentra:
mi voluntad se esfuma
en el agujero negro de algún lunes
marchito,
o se hunde
en los cajones
grises de la memoria,
o en el quicio severo
de opacas despedidas.

Él me busca en los besos
a tientas
y yo,
como todas las noches
en que se plantan sábados,
como todos los martes
destinados
a exorcizar demonios
a golpe de caricia,
le doy un puntapié
a la melancolía
y hablo una lengua roja
con mis labios en llamas.


Hoy es domingo. Llueve.
Hoy mis pájaros tristes
picotean sin piedad
el silencio.
Pero sé que él me espera
a la esquina
de un verso rojialado,
en la próxima playa de un martes
con sabor a canela.

Es un precioso poema, Rosa. Me encantó el ritmo que le has dado. Abrazos.

Enorme, Rosa, enorme.

Hermoso, muy hermoso. No exagero ni un ápice por el gran cariño y admiración que te profeso.

Aplausos miles y un abrazo.

Ay, como escribes. Activas la sensibilidad del lector, mía, que queda prendida a tus versos
Genial poema. Aplausos a montón.
Bezos
Pilar

Siempre bello y vibrante el cantar de tus versos querida amiga... preciosas imágenes que cautivan y conmueven...
Un gusto siempre...te abrazo con todo mi cariño...
Nancy

Un regalo para los sentidos leerte y un lujo compartir contigo tiempo y literatura.
Me gustó muchísimo.
Un abrazo

Genial, sensible y bello. Todo un disfrute.
Abrazos
Simon

Con la imaginación abierta se llega a donde sea si un ápice de ensueño convierte en lo que quieras lo que quieras.

Un abrazo

Me ha gustado cómo coges al lector y le metes en la marea de los sentimientos. Muchas gracias por compartir el poema.

Saludos

Àlex

Fabuloso poema de amor y sensibilidad, Rosa:

Dulces versos en los que apetece sumergirse.

Un beso
Enhorabuena, compañera
Ana

Ramón Carballal escribió:Es un precioso poema, Rosa. Me encantó el ritmo que le has dado. Abrazos.

Muchas gracias, Ramón. Me alegra que te haya gustado este poema.

Abrazos.

Hallie Hernández Alfaro escribió:Enorme, Rosa, enorme.

Hermoso, muy hermoso. No exagero ni un ápice por el gran cariño y admiración que te profeso.

Aplausos miles y un abrazo.

Hallie, agradezco de corazón tu enorme generosidad con mis intentos poéticos. Ya sabes que el afecto es mutuo.

Un gran abrazo.

Pilar Morte escribió:Ay, como escribes. Activas la sensibilidad del lector, mía, que queda prendida a tus versos
Genial poema. Aplausos a montón.
Bezos
Pilar

Muchas gracias por tu entusiasmo, Pilar. Me alegra que así lo sientas.

Abrazos.

Lunamar Solano escribió:Siempre bello y vibrante el cantar de tus versos querida amiga... preciosas imágenes que cautivan y conmueven...
Un gusto siempre...te abrazo con todo mi cariño...
Nancy

Muchas gracias, amiga.

Un gran abrazo

En "El lanzador de nubes" Rosa Marzal muestra, como es costumbre en su obra, una pericia estilística de primera magnitud. Domina la versificación y, por lo tanto, el ritmo, para realizar un bellísimo viaje desde la melancolía hasta la esperanza, ambas atrapadas en una especie de entelequia que, entre purga y caricia, ha creado su zona de confort.

Con un simbolismo de línea moderada, Rosa elude tanto la oscuridad que trata de hacerse pasar por profundidad, como el recurso al desahogo de la sinrazón que pretende ocultar su propio sinsentido. Desde el inicio con Ayer fue sábado casi toda la noche, hasta el final con en la próxima playa de un martes / con sabor a canela, el recurso al inconsciente tiñe el poema de una pesadumbre que se suma al contrasentido redundante. De ahí surge una lucha, como he dicho antes, entre la melancolía y la esperanza, muy bien representada en la obra por una repetitiva rendición al universo sensorial perseguido.

Por lo demás, el tono del conjunto, iluminado desde el primer verso, alcanza la certeza de que el dolor-desilusión no nos hace mejores ni peores, simplemente se aguardan ilusiones de canela.

En cuanto a la versificación, se trata de verso multimétrico muy bien tramado y muy bien desarrollado, en donde el heptasílabo es el que más abunda. Los versos largos también están construidos por periodos rítmicos de siete sílabas o aledaños. Rosa es una auténtica virtuosa de la combinación que no se premedita métricamente, en ella, consigue secuencias rítmicas magistrales. Aquí tenemos un ejemplo:
horas de terciopelo
para acallar el frío,
vino a segar mis sombras
el lanzador de nubes.
Todos heptasílabos, empieza con un enfático, sigue con un yámbico y un mixto y acaba con otro yámbico.

Sabedora de que el verso corto imprime un ritmo acentual muy marcado, ya que la pausa versal aparece a cada poco espacio de sílabas, y que, además, los encabalgamientos en el verso corto, son tremendamente percutivos, la poeta oscense no escatima recursos en pro de realzar una palabra en un preciso momento de la narración. Por ejemplo:
en el agujero negro de algún lunes
marchito,
o se hunde
en los cajones
grises de la memoria

En fin, ha sido un placer adentrarme en El lanzador de nubes, un poema que, como es habitual en la autora, es muy bello y muy evocador.