Reposó entre mis manos tu tristeza - Soneto corregido
Publicado: Mié, 25 Abr 2018 12:58
Os dejo aquí el resultado de la correción de este soneto, una vez sometido a la valoración e intervención de Óscar Distéfano, en el sub foro "Taller de Poesía"
Original
Reposó entre mis manos tu tristeza
me sorprendió tu llanto, a qué negarlo
y sin saber qué hacer, en mi torpeza
hablarte conseguí para acallarlo.
De aquella piel de infancia enamorada
el frío me abrasaba, y la tibieza
entre prados de verdes y pureza
en la luz del arroyo reflejada.
En un árbol crecían nuestros días
hablando de naves y cormoranes,
de ríos y transfugas fantasías.
Volví a escribir mi cuento, tú lo sabes:
cual maga, cambié penas y alegrías
y te enseñé a volar, como las aves.
Saludos a todos.
Original
Reposó entre mis manos tu tristeza
me sorprendió tu llanto, a qué negarlo
y sin saber qué hacer, en mi torpeza
hablarte conseguí para acallarlo.
De aquella piel de infancia enamorada
el frío me abrasaba, y la tibieza
entre prados de verdes y pureza
en la luz del arroyo reflejada.
En un árbol crecían nuestros días
hablando de naves y cormoranes,
de ríos y transfugas fantasías.
Volví a escribir mi cuento, tú lo sabes:
cual maga, cambié penas y alegrías
y te enseñé a volar, como las aves.
Corregido
Reposó entre mis manos tu tristeza;
me sorprendió tu llanto, a qué negarlo;
y sin poder hablar, en mi torpeza,
besarte conseguí para acallarlo.
De aquella piel de infancia enamorada,
entre prados de verdes y pureza,
el frío abrasador era tibieza
en la luz del arroyo reflejada.
En un árbol flotaban nuestros días.
Soñábamos con ovnis, astronaves
y con soles de huidizas fantasías.
Volví a inventar mi cuento, tú lo sabes:
cual maga, mudé penas y alegrías
y te enseñé a volar, como las aves.
[/align]
Reposó entre mis manos tu tristeza;
me sorprendió tu llanto, a qué negarlo;
y sin poder hablar, en mi torpeza,
besarte conseguí para acallarlo.
De aquella piel de infancia enamorada,
entre prados de verdes y pureza,
el frío abrasador era tibieza
en la luz del arroyo reflejada.
En un árbol flotaban nuestros días.
Soñábamos con ovnis, astronaves
y con soles de huidizas fantasías.
Volví a inventar mi cuento, tú lo sabes:
cual maga, mudé penas y alegrías
y te enseñé a volar, como las aves.
[/align]
Saludos a todos.