Negación
Publicado: Mar, 24 Abr 2018 0:06
Algunas veces pretendo leer en las miradas
esas páginas escritas con el dolor diseminado
a través de la rabia que se acumula en el puño
de un hombre acorralado, pero jamás lo consigo,
y sólo aprendo a observar como ávido el horizonte
se muestra hambriento de mañanas y negándome
esa ración de amor que ante la justicia reivindico.
Huyo de la amenazadora inquina y de la querencia
al combate aunque presienta que a mi corazón
las armas que le oprimen, también podrían ser
quien le rediman, por eso es un naufrago a la deriva
que busca en las orillas de la paz poder salvarse;
pero ni tan siquiera un brote de alegría encuentra
que pudiera favorecer a la eclosión de su utopía.
Por que tan sólo hallo quimeras que alivian mi destino,
no habrá refugio donde cobijar al esplendor del universo
para que a la intemperie de la noche nunca se debilite.
Tras el fracaso, todo se vuelve umbrío y es entonces
cuando la leyenda de un puñal de sombras me intimida
y sin protección alguna resiste mi desnudez y el miedo
desde su cetro toma posesión y va apagándome el futuro.
Aunque un monstruo bicéfalo me aceche con su furia
la herrumbre del cansancio carcoma hasta los huesos
se inmolen mis sueños a un dios que ya no ampara
los ángeles del terror hagan exhibición de su gangrena
y el porvenir cabalgue a lomos de algún canalla, siempre
guardaré un instante donde pintar un arco iris de esperanza
esas páginas escritas con el dolor diseminado
a través de la rabia que se acumula en el puño
de un hombre acorralado, pero jamás lo consigo,
y sólo aprendo a observar como ávido el horizonte
se muestra hambriento de mañanas y negándome
esa ración de amor que ante la justicia reivindico.
Huyo de la amenazadora inquina y de la querencia
al combate aunque presienta que a mi corazón
las armas que le oprimen, también podrían ser
quien le rediman, por eso es un naufrago a la deriva
que busca en las orillas de la paz poder salvarse;
pero ni tan siquiera un brote de alegría encuentra
que pudiera favorecer a la eclosión de su utopía.
Por que tan sólo hallo quimeras que alivian mi destino,
no habrá refugio donde cobijar al esplendor del universo
para que a la intemperie de la noche nunca se debilite.
Tras el fracaso, todo se vuelve umbrío y es entonces
cuando la leyenda de un puñal de sombras me intimida
y sin protección alguna resiste mi desnudez y el miedo
desde su cetro toma posesión y va apagándome el futuro.
Aunque un monstruo bicéfalo me aceche con su furia
la herrumbre del cansancio carcoma hasta los huesos
se inmolen mis sueños a un dios que ya no ampara
los ángeles del terror hagan exhibición de su gangrena
y el porvenir cabalgue a lomos de algún canalla, siempre
guardaré un instante donde pintar un arco iris de esperanza