Madre
Publicado: Jue, 12 Abr 2018 13:04
Nunca te he dicho, madre,
cuánto vibra mi cuerpo al abrazarte.
Me ato a ti y a tus costumbres
para cargar con tus silencios
robándote mis ojos.
Nunca descubrí la insensatez en tu sonrisa
para cortejar mi ímpetu
escondido al acercarme a tu lenguaje
dulzón.
Sigues quemando con leña el hogar
de años, hasta rodar
y estremecer mis sentidos como acuarelas
limpiando mis emociones.
No tengo el suficiente amor
para ahogarme en ti, ahora,
que te abrazo
y tus huesos y mis sueños son tu mano.
Hasta para morirme necesitaré
que me levantes lentamente,
para comprender lo qué es el mundo
y qué pintamos los supervivientes.
Y cuando me digas - Tengo que irme,
se me hace tarde -
trataré de alcanzarte sin saber
que pasé largo rato a la dura luz
de la luna y caminé bajo tu tela
ignorando mi dirección.
Buenas noches, madre.
Te seguiré regalando mis cuatro puntos
de horizonte, en una mano llevaré el verde
de tu tiempo y en el pie izquierdo
los sarpullidos caídos
de mi historia. Y tú,
me alegrarás alzando tus hombros.
cuánto vibra mi cuerpo al abrazarte.
Me ato a ti y a tus costumbres
para cargar con tus silencios
robándote mis ojos.
Nunca descubrí la insensatez en tu sonrisa
para cortejar mi ímpetu
escondido al acercarme a tu lenguaje
dulzón.
Sigues quemando con leña el hogar
de años, hasta rodar
y estremecer mis sentidos como acuarelas
limpiando mis emociones.
No tengo el suficiente amor
para ahogarme en ti, ahora,
que te abrazo
y tus huesos y mis sueños son tu mano.
Hasta para morirme necesitaré
que me levantes lentamente,
para comprender lo qué es el mundo
y qué pintamos los supervivientes.
Y cuando me digas - Tengo que irme,
se me hace tarde -
trataré de alcanzarte sin saber
que pasé largo rato a la dura luz
de la luna y caminé bajo tu tela
ignorando mi dirección.
Buenas noches, madre.
Te seguiré regalando mis cuatro puntos
de horizonte, en una mano llevaré el verde
de tu tiempo y en el pie izquierdo
los sarpullidos caídos
de mi historia. Y tú,
me alegrarás alzando tus hombros.