Limones y amapolas
Publicado: Jue, 12 Abr 2018 12:57
[BBvideo 560,340]<iframe width="640" height="360" src="https://www.youtube.com/embed/k0NfjL0JrGA?ecver=1" frameborder="0" allow="autoplay; encrypted-media" allowfullscreen></iframe>[/BBvideo]Luz intensa, faro blanco
es mi norma y mi porfía,
Sombra de mi celosía
y miedo por el barranco.
Pero está mi pecho estanco
Porque nadie lo apabulla,
ya no tiene tanta bulla
Y mi mundo es un jardín
donde una dicha sin fin
en cada sueño me arrulla.
Por alameda yo tengo
un dorado limonero
Me da el limón en enero
y al cogerlo me entretengo.
De aquesta forma mantengo
mi cuerpo en salud de vida
con su savia estremecida
que declina lo espasmódico
y en su producción metódico
gana toda la partida.
Cuando el viento sopla fuerte
Se cubre el patio de hojas,
y allí, si tengo congojas
mi corazón se hace fuerte.
Porque tengo la gran suerte
de una lira que me ampara
y me da un beso en la cara
brindándome poesía
de acertada melodía
que no es una cosa rara.
Y si al campo quiero ir
a recoger amapolas
en el trigal con sus olas
en vez de echarme a dormir...
Nada puede resistir
mi romántico deseo
y en poco tiempo me veo
libre sobre mis sembrados
de tintes arrebolados
con el verde en su apogeo.
Luego regreso cansino
de pisar con mis albarcas
roja tierra, como charcas
y me obsequio con un vino
dorado de cepa y fino
con su sabor de ambrosía
Y que gran suerte la mía
de cantarlo en un poema
con apropiado fonema
sin ninguna alegoría.
Rafael Zambrano Vargas
De mi libro Inédito: El jardín de los magnolios.
Derechos reservados
es mi norma y mi porfía,
Sombra de mi celosía
y miedo por el barranco.
Pero está mi pecho estanco
Porque nadie lo apabulla,
ya no tiene tanta bulla
Y mi mundo es un jardín
donde una dicha sin fin
en cada sueño me arrulla.
Por alameda yo tengo
un dorado limonero
Me da el limón en enero
y al cogerlo me entretengo.
De aquesta forma mantengo
mi cuerpo en salud de vida
con su savia estremecida
que declina lo espasmódico
y en su producción metódico
gana toda la partida.
Cuando el viento sopla fuerte
Se cubre el patio de hojas,
y allí, si tengo congojas
mi corazón se hace fuerte.
Porque tengo la gran suerte
de una lira que me ampara
y me da un beso en la cara
brindándome poesía
de acertada melodía
que no es una cosa rara.
Y si al campo quiero ir
a recoger amapolas
en el trigal con sus olas
en vez de echarme a dormir...
Nada puede resistir
mi romántico deseo
y en poco tiempo me veo
libre sobre mis sembrados
de tintes arrebolados
con el verde en su apogeo.
Luego regreso cansino
de pisar con mis albarcas
roja tierra, como charcas
y me obsequio con un vino
dorado de cepa y fino
con su sabor de ambrosía
Y que gran suerte la mía
de cantarlo en un poema
con apropiado fonema
sin ninguna alegoría.
Rafael Zambrano Vargas
De mi libro Inédito: El jardín de los magnolios.
Derechos reservados