El tiempo intransigente - ©Mar & ©Indah
Publicado: Lun, 09 Abr 2018 19:48
Buscando lo que me ha hecho recordar Carmen Parra he encontrado esto y lo quiero compartir con todos vosotros.
Sé que no tiene ningún valor literario pero sí emocional y afectivo.
Un abrazo.
©MAR
28/2/01
EL TIEMPO, INTRANSIGENTE.
Los días se suceden intransigentes y el tiempo, ese tiempo que quisiera
detener y conservar no se detiene; y yo no me daba cuenta.
Atesoré recuerdos y fotos en mi caja verde, en mi memoria, y ahora todo
queda atrás y han crecido, y se van; se irán un día porque ya no hay
primeros pasos torpes y vacilantes, ni noches de insomnio febriles de
sarampión y varicela, no hay primeros dientes que poner bajo la almohada, no
hay primeros amores, primeros desengaños; recuerdos y confidencias que
atesoro en mi memoria y en mi piel, tiempo que quise detener y conservar y
no se ha detenido.
Han crecido y se van, se irán un día porque el tiempo no se detiene y
ahora me doy cuenta de que yo también he crecido con ellos y en mi rostro se
dibujan las marcas de sus penas y alegrías, porque son mías.
Son mías sus lágrimas de tristeza por un fracaso, su rabia por la injusticia, su alegría
por el éxito, su ilusión por el futuro, su miedo a lo desconocido.
Hoy, cuando miraba el calendario, he sabido que mi niña es ya una mujer; una
mujer fuerte y de carácter firme, con las ideas muy claras sobre su futuro.
Y se va.
Y he sabido que mi niño es un hombre; un hombre alegre y tierno que de vez
en cuando se equivoca, como todos, pero sabe rectificar a tiempo.
Y también se irá.
Se irán y volverán, solos o acompañados, pero siempre volverán y seguirán
siendo mis niños, y llenarán mi vida y mi tiempo, ese que no se detiene y
que guardo en mi memoria y en mi piel.
MAR - 28/2/2001 (acusando el paso del tiempo)
---------------------------------------------------------------------------------------------------------------------
© Indah
28/2/01
Hoy la caja verde que me dio mi madre está llena de mis recuerdos.
Hoy, que ya no tienen varicela, ni corren como posesos por sitios
peligrosos, ni saltan como monos por las sillas, ni se tragan todas, y cada
una, de las esquinas. Hoy, que ya saben enfrentar y dirigir sus propias
vidas, es cuando me doy cuenta de que, en mi cara, se dibujan sus penas y
alegrías, -que han sido y son, las mías-, porque nunca he tenido tiempo
para para otras.
Hoy, que me siento junto a la sombra de mi alma y mezclo mis recuerdos con
los que nunca han sido completamente míos, me parece vivir los de mi madre,
los de mi padre.
Hoy, que debía sentirme orgullosa, siento nostalgia. ¡Siento tantas
cosas!.
Me quedo pensativa. Las voces en el aire me recuerdan que es, y ha sido, ley
de vida.
Y pienso que se ha terminado el desierto de los israelitas. Y pienso que ya
es hora; que de nuevo, ha llegado mi hora.
Primero miro hacia dentro de mí misma, y después, mientras mis ojos vagan
por el cielo y, con disimulo, aparto de mi cara una indiscreta lágrima,
palpo los caminos escritos en mi rostro, y con cariño, y una inmensa
ternura, desentierro a la niña que fui un día.
Ahora, amiga mía, has de decirte: parte de esta apasionante misión, está
cumplida.
Indah
Sé que no tiene ningún valor literario pero sí emocional y afectivo.
Un abrazo.
©MAR
28/2/01
EL TIEMPO, INTRANSIGENTE.
Los días se suceden intransigentes y el tiempo, ese tiempo que quisiera
detener y conservar no se detiene; y yo no me daba cuenta.
Atesoré recuerdos y fotos en mi caja verde, en mi memoria, y ahora todo
queda atrás y han crecido, y se van; se irán un día porque ya no hay
primeros pasos torpes y vacilantes, ni noches de insomnio febriles de
sarampión y varicela, no hay primeros dientes que poner bajo la almohada, no
hay primeros amores, primeros desengaños; recuerdos y confidencias que
atesoro en mi memoria y en mi piel, tiempo que quise detener y conservar y
no se ha detenido.
Han crecido y se van, se irán un día porque el tiempo no se detiene y
ahora me doy cuenta de que yo también he crecido con ellos y en mi rostro se
dibujan las marcas de sus penas y alegrías, porque son mías.
Son mías sus lágrimas de tristeza por un fracaso, su rabia por la injusticia, su alegría
por el éxito, su ilusión por el futuro, su miedo a lo desconocido.
Hoy, cuando miraba el calendario, he sabido que mi niña es ya una mujer; una
mujer fuerte y de carácter firme, con las ideas muy claras sobre su futuro.
Y se va.
Y he sabido que mi niño es un hombre; un hombre alegre y tierno que de vez
en cuando se equivoca, como todos, pero sabe rectificar a tiempo.
Y también se irá.
Se irán y volverán, solos o acompañados, pero siempre volverán y seguirán
siendo mis niños, y llenarán mi vida y mi tiempo, ese que no se detiene y
que guardo en mi memoria y en mi piel.
MAR - 28/2/2001 (acusando el paso del tiempo)
---------------------------------------------------------------------------------------------------------------------
© Indah
28/2/01
Hoy la caja verde que me dio mi madre está llena de mis recuerdos.
Hoy, que ya no tienen varicela, ni corren como posesos por sitios
peligrosos, ni saltan como monos por las sillas, ni se tragan todas, y cada
una, de las esquinas. Hoy, que ya saben enfrentar y dirigir sus propias
vidas, es cuando me doy cuenta de que, en mi cara, se dibujan sus penas y
alegrías, -que han sido y son, las mías-, porque nunca he tenido tiempo
para para otras.
Hoy, que me siento junto a la sombra de mi alma y mezclo mis recuerdos con
los que nunca han sido completamente míos, me parece vivir los de mi madre,
los de mi padre.
Hoy, que debía sentirme orgullosa, siento nostalgia. ¡Siento tantas
cosas!.
Me quedo pensativa. Las voces en el aire me recuerdan que es, y ha sido, ley
de vida.
Y pienso que se ha terminado el desierto de los israelitas. Y pienso que ya
es hora; que de nuevo, ha llegado mi hora.
Primero miro hacia dentro de mí misma, y después, mientras mis ojos vagan
por el cielo y, con disimulo, aparto de mi cara una indiscreta lágrima,
palpo los caminos escritos en mi rostro, y con cariño, y una inmensa
ternura, desentierro a la niña que fui un día.
Ahora, amiga mía, has de decirte: parte de esta apasionante misión, está
cumplida.
Indah