Editorial Alaire

En este poema llevé a extremo algo que constituye mi forma de entender la poesía, el movimiento. Salieron dos versiones. Por respeto a los compañeros que comentaron la primera es de recibo publicarla. Pido disculpas por haberlo hecho algo tarde. Pero sí afirmo que si tuviera que elegir una, decididamente sería la primera.

Comulgo para profanar tu cuerpo:
tapas de alcantarilla y neón, se transubstancian
en cuerpo y sangre; milagro sacramental
que convierte mi ser en equivocado.

Hielo de los burdeles
que rompo a puñetazos para calentar venas.
Cabeza de mis demonios.
Los cuerpos escupen miseria y alcohol,
es domingo;
tus caderas se mueven al compás del miserere
y el humo sólo cobija pulmones.

Cuando en mis labios
no queda más vida que un puñado de versos
con olor a ginebra,
van cayendo lentamente los minutos,
como la losa de una defunción,
para besar la cruz de tu sexo;
pileta de agua bendita
que santigua mi placer.

san armi lob.
Comulgo la profanación del tiempo.
Tapas de alcantarilla y neón, se transubstancian
en carne y sangre; milagro sacramental
que convierte mi ser en equívoco.
Mastico el hielo en tus burdeles,
demonio que rompo a dentelladas
para encender las venas.

Los vellos púbicos esconden miseria y alcohol
-es domingo en tus caderas,
sólo se inventa el ritmo de un miserere-,
todo el resto son labios.
No me queda más vida que un puñado de versos
con olor a ribera. Van cayendo
lentamente,
como el laude de una defunción en la cruz del sexo
cuando te lamo.

san armi lob.

Armilo,

una sabrosa propuesta en ese aire canalla que tan bien manejas. Imágenes potentes y punzantes, extremas, destinadas a sublevar parcelas dormidas del lector de domingo.

A mí me gusta.
Un abrazo.

Armilo Brotón escribió: Comulgo para profanar tu cuerpo:
tapas de alcantarilla y neón, se transubstancian
en cuerpo y sangre; milagro sacramental
que convierte mi ser en equivocado.

Hielo de los burdeles
que rompo a puñetazos para calentar venas.
Cabeza de mis demonios.
Los cuerpos escupen miseria y alcohol,
es domingo;
donde tus caderas se mueven al compás del miserere
y el humo cobija a los pulmones.

Cuando en mis labios
no queda más vida que un puñado de versos
con olor a ginebra,
van cayendo lentamente los minutos,
como la losa de una defunción,
para besar la cruz de tu sexo;
pileta de agua bendita
que santigua mi placer.

san armi lob.

¡Cómo me recuerdas a Baudelaire y toda la fuerza de su simbolismo! Me gusta.
Salud.

Hay mucho romanticismo en esta iconoclasia aparente.
Un arrebato por sacralizar el cuerpo amado/deseado en divinidad pagana. Perfectamente dicho.
Felicidades Armilo.

Un abrazo.
Ignacio

Leí tu poema unos minutos después de su publicación y me quedé impresionada por su fuerza. Coincido con Ignacio en el romanticismo latente y pudiente.

Comulgo para profanar tu cuerpo:
tapas de alcantarilla y neón, se transubstancian
en cuerpo y sangre; milagro sacramental
que convierte mi ser en equivocado.

Estos versos son imposibles de sustituir, Armilo

que convierte mi ser en equivocado (espectacular)


Hielo de los burdeles
que rompo a puñetazos para calentar venas.
Cabeza de mis demonios.
Los cuerpos escupen miseria y alcohol,
es domingo;
donde tus caderas se mueven al compás del miserere
y el humo cobija a los pulmones.


Y estos también lo son, el simbolismo hiperventila entre el miserere y la imagen (espectacular)

Cuando en mis labios
no queda más vida que un puñado de versos
con olor a ginebra,
van cayendo lentamente los minutos,
como la losa de una defunción,
para besar la cruz de tu sexo;
pileta de agua bendita
que santigua mi placer.

Este cierre es precioso, insisto, precioso.

He leído la versión nueva, he vuelto a leer el citado de Julio con la original y me sigue gustando muchísimo el primer producto creativo (lleva una demencia exquisita o un toque de ginebra demencial)
En ambas versiones la ternura no cancela su presencia.

Salud y felicidad, Armilo.

Aunque tengas versos fuertes hay siempre amor y un sabor dulce. Me gustó leerte
Besos
Pilar

[quote="Armilo Brotón"]

Transgresor, irreverente, diferente. Tú.

Saludos.

Quiero decir que mi comentario está basado, como señala Hallie, en el contenido de la versión inicial citada por Julio.

Estos versos (algunos más, y la propia construcción) son determinantes en mi comentario:
como la losa de una defunción, / para besar la cruz de tu sexo;
pileta de agua bendita / que santigua mi placer

Un abrazo.
Ignacio

Me gustó mucho, amigo. Creo que tu poesía nos va descubriendo un Armilo mucho más humano que antes. Los sentimientos, las emociones, son sinceras excavaciones de tu ser que salen con la fuerza del petróleo. Solo te ruego me permitas decirte que el último vocablo "lamo" me resulta de un erotismo muy crudo que no se condice con el resto del contenido. Ya que el poema es tan bueno, me encantaría sublimar el remate. Pero es solo una visión mía que puede estar errada. Albricias.

Abrazos.
Óscar

Coincido con los compañeros el poema tiene un aire baudeleriano, transgresor , una especie de mística sexualizada que a mí me ha atraído. Me ha gustado mucho. Enhorabuena y un abrazo.

El bello púbico esconde el sexo en el exterior de los burdeles. Ahí se cuela tu poema con la fuerza de la
profana elección que pone los domingos entre los dientes borrachos del alcohol de las miserias. si
bien te miro, bien te veo, Armilo.
No sé si comprenderte o ir a las liturgias sexuales y buscar unas caderas y el tunel de la vida que unas veces
para y otras no.

Un abrazo

"Comulgo la profanación del tiempo", qué verso más hermoso y qué honda y continua preocupación de los poetas. Lo demás es una consecuencia, ¿inevitable? quizá... pero, ¿importa mucho?
Siempre es un placer leerte, amigo Armilo.
Abrazos.

Pablo Ibáñez escribió:Armilo,

una sabrosa propuesta en ese aire canalla que tan bien manejas. Imágenes potentes y punzantes, extremas, destinadas a sublevar parcelas dormidas del lector de domingo.

A mí me gusta.
Un abrazo.

Gracias Pablo. El canallismo, desgraciadamente, me sale solo. No es una impostura. Pero como dice nuestro querido Óscar, estoy en fase de reconversión.
Un abrazo

Un poema de Armilo Brotón, poco conocido, pero que vale la pena revisar.

Armilo Brotón escribió:En este poema llevé a extremo algo que constituye mi forma de entender la poesía, el movimiento. Salieron dos versiones. Por respeto a los compañeros que comentaron la primera es de recibo publicarla. Pido disculpas por haberlo hecho algo tarde. Pero sí afirmo que si tuviera que elegir una, decididamente sería la primera.

I

Comulgo para profanar tu cuerpo:
tapas de alcantarilla y neón, se transubstancian
en cuerpo y sangre; milagro sacramental
que convierte mi ser en equivocado.

Hielo de los burdeles
que rompo a puñetazos para calentar venas.
Cabeza de mis demonios.
Los cuerpos escupen miseria y alcohol,
es domingo;
tus caderas se mueven al compás del miserere
y el humo sólo cobija pulmones.

Cuando en mis labios
no queda más vida que un puñado de versos
con olor a ginebra,
van cayendo lentamente los minutos,
como la losa de una defunción,
para besar la cruz de tu sexo;
pileta de agua bendita
que santigua mi placer.

san armi lob.

II

Comulgo la profanación del tiempo.
Tapas de alcantarilla y neón, se transubstancian
en carne y sangre; milagro sacramental
que convierte mi ser en equívoco.
Mastico el hielo en tus burdeles,
demonio que rompo a dentelladas
para encender las venas.

Los vellos púbicos esconden miseria y alcohol
-es domingo en tus caderas,
sólo se inventa el ritmo de un miserere-,
todo el resto son labios.
No me queda más vida que un puñado de versos
con olor a ribera. Van cayendo
lentamente,
como el laude de una defunción en la cruz del sexo
cuando te lamo.

san armi lob.

La única invención posible e irreemplazable es la naturaleza. Hay mucha creatividad y densidad de significados en tus versos, Miguel. A primera vista parece una subversión en contra del catolicismo o el cristianismo. Sin embargo los símbolos y las palabras se entremezclan. "la cruz del sexo" es para mi el verso clavo, y el verso clave. Me alegra que hayan puesto de nuevo en circulación este interesante poema. Deseándote salud poesia, siempre. E.R.A.