Editorial Alaire

Sueño un tiempo gris hecho con el color blanco de la existencia
pero el día a día siempre anda mal de sueños.
Sueño un tiempo enredado en los tobillos de la vida,
en los tejados afilados de las casas,
en las calles mojadas de luz.

Escribo sobre dos colores en claroscuro
que se atraen en ese pergamino que tienen las fantasías,
el mismo que se entrecorta por el canto de los pájaros.
Los tejados están desarticulados,
malogrados por el paso de los días
pero resultan suficientes
para que la lluvia deje allí la cicatriz del cielo.

Tengo una desilusión de ese claroscuro en las palmas de las manos
pero no me impide esperar que me germine un pensamiento.
Querría destacar como un hecho no probado,
que solo el azar puede sobrepasar al tiempo, aun así,
deseo sobrevivir a sus heridas, a los traumas,
al óxido en los ojos, los miedos
y a la mirada en dos dimensiones.

Ahora sueño, y en esa mirada blanca contra el gris,
florecen los sentimientos, y así germina la vida,
así las horas, así los días ,
así la memoria y los recuerdos.

No podrás imaginar lo que no es memoria,
ni expresarlo, pues soñar es aprender la realidad.
Aquí es donde se produce la caricia,
y la verás despertar.

Profunda y elevada la inspiración de tus versos amigo...
Un gusto leerte...te abrazo con todo mi cariño...
Nancy

Entrar en tu sueño es un don mágico que he aprendido al leer o escuchar cada palabra que teje la escala hacia la trama sutil del sentimiento.
Saludos, Engel

Me ha gustado navegar tus sueños y disfrutar tus versos, bello poema
Un abrazo
Carmen

Alfonso Alfaro escribió:

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Sueño un tiempo gris hecho con el color blanco de la existencia
pero el día a día siempre anda mal de sueños.
Sueño un tiempo enredado en los tobillos de la vida,
en los tejados afilados de las casas,
en las calles mojadas de luz.

Escribo sobre dos colores en claroscuro
que se atraen en ese pergamino que tienen las fantasías,
el mismo que se entrecorta por el canto de los pájaros.
Los tejados están desarticulados,
malogrados por el paso de los días
pero resultan suficientes
para que la lluvia deje allí la cicatriz del cielo.

Tengo una desilusión de ese claroscuro en las palmas de las manos
pero no me impide esperar que me germine un pensamiento.
Querría destacar como un hecho no probado,
que solo el azar puede sobrepasar al tiempo, aun así,
deseo sobrevivir a sus heridas, a los traumas,
al óxido en los ojos, los miedos
y a la mirada en dos dimensiones.

Ahora sueño, y en esa mirada blanca contra el gris,
florecen los sentimientos, y así germina la vida,
así las horas, así los días ,
así la memoria y los recuerdos.

No podrás imaginar lo que no es memoria,
ni expresarlo, pues soñar es aprender la realidad.
Aquí es donde se produce la caricia,
y la verás despertar.

El tiempo abrigado en la memoria, los colores sustanciando el ritmo de las cosas, los pensamientos formando un nuevo origen.
¡Qué alegría volver a leer y escuchar un poema tuyo, querido Alfonso!
En todas tus creaciones la claridad vivifica la belleza; al salir de tu palabra, la sugestión hace nido y nos llevamos el corazón a cuestas, enredado en el aire de la buena poesía.

Abrazo enorme y gracias por compartir.

Dicen que el hombre o mujer que no sueña no vive.
El querer realizarlos en positivo o negativo está
todo nuestro caminar en la vida.
Buen poema
Abrazos
Simon

Sube para deleite de todos.

Abrazo y felicidad, querido amigo.

"Ahora sueño, y en esa mirada blanca contra el gris,
florecen los sentimientos, y así germina la vida,
así las horas, así los días ,
así la memoria y los recuerdos."
Elegí esa estrofa sin más, compañero,
los versos, la música y la voz son una delicia,
todo el poema es para llevar...
Fantástico, Alfonso,mi enhorabuena para ti
y mis gracias a Hallie por traerlo a mi alcance.
Un abrazo

Ha sido un placer deslizarse por tus hermosos versos. Me gustó el poema y lo disfruté.
Besos
Pilar

Un gran poema, Alfonso, con un despliegue metafórico de gran altura poética.

Todo un placer de lectura.

Un abrazo.

Hermoso e interesante trabajo, amigo Alfonso.
Abrazos.

Bellísima inspiración, Alfonso.

Es una preciosidad de poema.

Un abrazo
Ana