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Crónica de algunas lágrimas

Publicado: Mar, 03 Abr 2018 3:27
por María Inés Iacometti
Hubo un extraño silencio
entre la primera vuelta de llave
y la segunda...
La mano se detuvo,
tembló
transpirando sueños cedidos
y un pequeño rebaño
de ideas rebeldes.
No había motivo para culparse
por el sudor.
Era sudor frío, de angustia,
de amor, de despedidas.
Y la mano, y el sudor,
y los pensamientos,
se ausentaron de pronto
de esa realidad...
Retrocedieron a aquella tarde
de lluvia serena, como pocas.

Otro otoño embarraba parques
y susurraba con caricias de agua
nuevos destinos
a las hojas amarillas
que aún, no querían partir.
Las aves quietas
apenas murmuraban
por no interrumpir la escena.
Ella sin prisa,
se dejaba redimir por las gotas
y paseaba anhelos
desde su cara
hasta el vientre enaltecido,
magníficamente henchido,
cuna primera
con sostenes de ternura,
vaivén sosegado de ritmo calmo
(casi como el de afuera
en esa tarde de atípica lluvia).
Luego,
el dolor que anunciaba el final
y a la vez, el comienzo.
Contracciones de tiempo
acortaron esperas y pasos
hasta el sitio de ayuda.
Entonces, la luz.
Los ojitos nuevos y los dedos,
inverosímiles,
asidos a los suyos...
Emoción y agua,
ya no más de lluvia.
Agua de lágrimas agradecidas...

Veinte otoños compartidos,
de enseñanzas y quimeras,
de alegrías que rodaban
y alentaban la vida.
De tristezas camufladas
y verdades, no siempre dichas.
Veinte otoños y se hizo el vuelo.
Las alas crecieron como debe ser.
Desplegaron su majestuosidad
hacia otro destino,
se despidieron del nido.
Ella forjó con esfuerzo
esa madurez,
la apoya y la acompaña,
mas, al regresar hoy de la estación,
sintió un extraño silencio
entre la primera vuelta de llave
y la segunda...

Y en el silencio,
sudor que fue sudor,
pero también,
-ya en soledad-

fue lágrimas.

Re: Crónica de algunas lágrimas

Publicado: Mar, 03 Abr 2018 7:57
por Salud Arenas
Me alegra poner en movimiento tu bello poema.
Me gustó tu cierre
Somos todo en uno...
Tierra y Paraíso.
Tropel de tinieblas
que buscan la luz,
la palabra.

Salud

Re: Crónica de algunas lágrimas

Publicado: Mié, 04 Abr 2018 10:54
por Guillermo Cumar.
Siempre hay algo que se echa de menos y que se necesita por lo menos a ratos y a deshoras para que
te hagan compañía en los momentos raros.
Me encantó el poema y el intríngulis que mide y anota la densidad de las lagrimas

Un abrazo

Re: Crónica de algunas lágrimas

Publicado: Sab, 07 Abr 2018 1:49
por Óscar Distéfano
María Inés Iacometti escribió:Hubo un extraño silencio
entre la primera vuelta de llave
y la segunda...
La mano se detuvo,
tembló
transpirando sueños cedidos
y un pequeño rebaño
de ideas rebeldes.
No había motivo para culparse
por el sudor.
Era sudor frío, de angustia,
de amor, de despedidas.
Y la mano, y el sudor,
y los pensamientos,
se ausentaron de pronto
de esa realidad...
Retrocedieron a aquella tarde
de lluvia serena, como pocas.

Otro otoño embarraba parques
y susurraba con caricias de agua
nuevos destinos
a las hojas amarillas
que aún, no querían partir.
Las aves quietas
apenas murmuraban
por no interrumpir la escena.
Ella sin prisa,
se dejaba redimir por las gotas
y paseaba anhelos
desde su cara
hasta el vientre enaltecido,
magníficamente henchido,
cuna primera
con sostenes de ternura,
vaivén sosegado de ritmo calmo
(casi como el de afuera
en esa tarde de atípica lluvia).
Luego,
el dolor que anunciaba el final
y a la vez, el comienzo.
Contracciones de tiempo
acortaron esperas y pasos
hasta el sitio de ayuda.
Entonces, la luz.
Los ojitos nuevos y los dedos,
inverosímiles,
asidos a los suyos...
Emoción y agua,
ya no más de lluvia.
Agua de lágrimas agradecidas...

Veinte otoños compartidos,
de enseñanzas y quimeras,
de alegrías que rodaban
y alentaban la vida.
De tristezas camufladas
y verdades, no siempre dichas.
Veinte otoños y se hizo el vuelo.
Las alas crecieron como debe ser.
Desplegaron su majestuosidad
hacia otro destino,
se despidieron del nido.
Ella forjó con esfuerzo
esa madurez,
la apoya y la acompaña,
mas, al regresar hoy de la estación,
sintió un extraño silencio
entre la primera vuelta de llave
y la segunda...

Y en el silencio,
sudor que fue sudor,
pero también,
-ya en soledad-

fue lágrimas.

Me ha parecido interesante tu poema. Tienes un estilo claro y preciso, y el modo de relato encaja bastante bien con los versos cortos que agilizan la lectura. Una grata visita.

Un abrazo fraterno.
Óscar

Re: Crónica de algunas lágrimas

Publicado: Sab, 07 Abr 2018 3:43
por María Inés Iacometti
Salud Arenas escribió:Me alegra poner en movimiento tu bello poema.
Me gustó tu cierre
Somos todo en uno...
Tierra y Paraíso.
Tropel de tinieblas
que buscan la luz,
la palabra.

Salud
Gracias Salud por tu tiempo y comentario.
Un abrazo.

Re: Crónica de algunas lágrimas

Publicado: Sab, 07 Abr 2018 3:47
por María Inés Iacometti
Guillermo Cuesta escribió:Siempre hay algo que se echa de menos y que se necesita por lo menos a ratos y a deshoras para que
te hagan compañía en los momentos raros.
Me encantó el poema y el intríngulis que mide y anota la densidad de las lagrimas

Un abrazo
Las lágrimas, a veces invitadas inoportunas. A veces esperadas, escurridizas... Como las emociones.
Gracias Guillermo por tu comentario y atención. Un abrazo.

Re: Crónica de algunas lágrimas

Publicado: Sab, 07 Abr 2018 3:48
por María Inés Iacometti
Óscar Distéfano escribió:
María Inés Iacometti escribió:Hubo un extraño silencio
entre la primera vuelta de llave
y la segunda...
La mano se detuvo,
tembló
transpirando sueños cedidos
y un pequeño rebaño
de ideas rebeldes.
No había motivo para culparse
por el sudor.
Era sudor frío, de angustia,
de amor, de despedidas.
Y la mano, y el sudor,
y los pensamientos,
se ausentaron de pronto
de esa realidad...
Retrocedieron a aquella tarde
de lluvia serena, como pocas.

Otro otoño embarraba parques
y susurraba con caricias de agua
nuevos destinos
a las hojas amarillas
que aún, no querían partir.
Las aves quietas
apenas murmuraban
por no interrumpir la escena.
Ella sin prisa,
se dejaba redimir por las gotas
y paseaba anhelos
desde su cara
hasta el vientre enaltecido,
magníficamente henchido,
cuna primera
con sostenes de ternura,
vaivén sosegado de ritmo calmo
(casi como el de afuera
en esa tarde de atípica lluvia).
Luego,
el dolor que anunciaba el final
y a la vez, el comienzo.
Contracciones de tiempo
acortaron esperas y pasos
hasta el sitio de ayuda.
Entonces, la luz.
Los ojitos nuevos y los dedos,
inverosímiles,
asidos a los suyos...
Emoción y agua,
ya no más de lluvia.
Agua de lágrimas agradecidas...

Veinte otoños compartidos,
de enseñanzas y quimeras,
de alegrías que rodaban
y alentaban la vida.
De tristezas camufladas
y verdades, no siempre dichas.
Veinte otoños y se hizo el vuelo.
Las alas crecieron como debe ser.
Desplegaron su majestuosidad
hacia otro destino,
se despidieron del nido.
Ella forjó con esfuerzo
esa madurez,
la apoya y la acompaña,
mas, al regresar hoy de la estación,
sintió un extraño silencio
entre la primera vuelta de llave
y la segunda...

Y en el silencio,
sudor que fue sudor,
pero también,
-ya en soledad-

fue lágrimas.

Me ha parecido interesante tu poema. Tienes un estilo claro y preciso, y el modo de relato encaja bastante bien con los versos cortos que agilizan la lectura. Una grata visita.

Un abrazo fraterno.
Óscar
Gracias Óscar. Un abrazo grande.

Re: Crónica de algunas lágrimas

Publicado: Jue, 26 Abr 2018 6:52
por Rafel Calle
Hermoso trabajo, amiga María Inés.
Abrazos.