Editorial Alaire

Los sabios enseñan a los hombres despiertos,
y confunden a los hombres dormidos

La humildad es el primer escalón
hacia el trono de la sabiduría

Dios se oculta a la razón del hombre
pero se revela a su corazón

La Sabiduría permanece oculta
para los ojos del necio,
muda para el oido insensato,
y luminosa para el que ansía la Palabra

Pedid, pero dando,
llamad, pero abriendo,
buscad, pero econtrando

No mires el vestido de mis letras,
siente el latir de un coraz´on que ama la Belleza

¿Me preguntas donde voy?
No voy, ya vengo ...

Los sabios enseñan a los hombres despiertos,
y confunden a los hombres dormidos

La humildad es el primer escalón
hacia el trono de la sabiduría

Dios se oculta a la razón del hombre
pero se revela a su corazón

La Sabiduría permanece oculta
para los ojos del necio,
muda para el oído insensato,
y luminosa para el que ansía la Palabra

Pedid, pero dando,
llamad, pero abriendo,
buscad, pero econtrando

No mires el vestido de mis letras,
siente el latir de un coraz´on que ama la Belleza

¿Me preguntas dónde voy?
No voy, ya vengo...
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Amigo Enrique:
Me alegro mucho de que presentes tus trabajos con `pulcritud (te señalo en negrita dos descuidos), en este caso, siendo fiel a tu estilo basado en una sucesión de aforismos.
Ha sido un placer leerte.
Abrazos.

¡Que placer leerte Enrique!
mi abrazo grande con cariño
Carmen

Buscas la armonia y tus versos la muestran.
Besos
Pilar

Armonía y Sabiduría hay en tus palabras, independientemente de que te falte un acento o una coma.
Profundidad llevan las estrofas de tus versos ¿Es eso importante?
Salud

Gracias amiga Stella
un beso

Enriquecedor de verdad y belleza.
Un abrazo, Enrique

Con lo que a mí me gustan los aforismos.
Me resultó grata la lectura, compañero.
Como dice Carmen, también hay belleza en estos versos.
Abrazos!