firme la cresta de tu lengua
perfila, un punto más oscuro,
el albero del mundo donde nacen las palabras,
realzas el grueso de los labios en magentas.
Y aún, medio dormida,
exprimo sin piedad el jugo-beso.
No mires madrugada ,
yace la careta y ríe en la mesilla contando los minutos.
Y así, desinhibida, en ascuas, vulnerable
como un carnaval de hojas blandas,
me atrapa la lujuria de la aurora
entre tus piernas
pinzándonos los vientres.
(Porque el amor ha de ser desinhibido, fresco y pronto, como una tormenta en primavera. Alicante vive hoy entre ella. y el mar la mira)
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