y seré muda a toda voz que me reclame
y seré ciega a toda luz
que no envuelva nuestra alcoba como un manto peregrino.
Cuajarán nubes de pájaros sobre mi espalda
y brotarán alas,
Volaré a ti mientras los lirios azules
cantan la canción del agua..
(Pues sí, todo sucederá en Alicante, en este enero plácido y algo soñoliento, si tu mano posa sobre la mía)