Gracias Pilar, me alegra que te haya gustado.Pilar Morte escribió:Un poemazo. Me ha encantado su fondo y su forma.
Besos. Pilar
Un abrazo.
Ignacio
Moderadores: J. J. Martínez Ferreiro, Rafel Calle
Gracias Pilar, me alegra que te haya gustado.Pilar Morte escribió:Un poemazo. Me ha encantado su fondo y su forma.
Besos. Pilar
Gracias dobles, Carmen, me alegra tu nota.carmen Parra escribió:Un verdadero placer disfrutar tus versos Ignacio, hoy doble felicitación, por su belleza y también por el reconocimiento
Un abrazo
Carmen
Gracias, Ramón, aprecio mucho tu nota.Ramón Carballal escribió:Muy buen poema con una original propuesta formal. Felicidades por la merecida distinción. Un abrazo.
Gracias Rosa, me alegra tu nota.Rosa Martín escribió:"Acierto el pasado con la claridad que veo el presente."
Muy bueno, compañero,todo el poema.
Ya disfruté de algunas lecturas en su momento
y creí haberlo comentado, veo que no fue así.
ha sido un gran acierto que la administración lo haya premiado.
Enhorabuena.Saludos cordiales.
Gracias de nuevo, Hallie, dobles gracias por tu atención.Hallie Hernández Alfaro escribió:Reitero mis felicitaciones y doblo los aplausos.
Merecido reconocimiento. Ignacio.
Gracias por tu consideración, Pilar.Pilar Morte escribió:Felicidades por este poema tan logrado. Merecía.ser reconocido
Besos, Pilar
Me alegra tu nota, Celia, gracias y un abrazo.Celia Puerta escribió:Lúcido y brillante poema, Ignacio. Muy hermoso. Enhorabuena por el reconocimiento.
Un abrazo.
Alejandro, qué decirte... muchas gracias por tu lectura y generosidad.Alejandro Costa escribió:Creo que una sola palabra lo define ¡Genial!Ignacio Mincholed escribió:...
Tengo la inefable virtud de adivinar el pasado. Acierto
a reconocer de cada instante la sustancia que lo forma.
La temperatura.
Las graves tormentas de los días del miedo. La calma
integrada en el blando abrazo de los árboles.
La intención de las acciones que no entendí. El rumor
ascendiendo como un vapor narcótico de esas lluvias
que en primavera me crearon invulnerable al infierno.
Los elementos.
El oxígeno acelerando el pulso en las noches de seda.
El descaro de la infamia atenazando los labios.
Mentí por el beneficio de unos granos para hacer pan
amargo, sin sal. Soñé ante el espejo los futuros de hoy
limpios y serenos, ya sin el lastre de la densa amargura.
Las presencias
intangibles que se apoderaron de mi inocencia. La luz
en los pasillos de invierno con ardientes cirios.
Los tóxicos del engaño pudriendo la belleza. El deseo,
la permanente sed que deja el abismo de las palabras
marchitadas por la cobardía de enfrentarse a lo inútil.
Las ausencias,
dibujadas con líneas finísimas en cuadernos amarillos
clavándose en la carne igual que bramantes de acero.
El dolor que quedó purgado en las fuentes de febrero
y, estas lecciones mal aprendidas que siempre repaso.
En este devanar bolas de cristal voy cerrando huecos.
Acierto el pasado con la claridad que veo el presente.
...
Es una verdadera maravilla de principio a fin,
una cascada impresionante de metáforas,
una sensibilidad tan solo acorde con los grandes de la pluma,
en definitiva, un espectáculo de poesía y lectura.
Y un merecidísimo galardón.
Un fuerte abrazo.
Me alegra tu nota, gracias de nuevo, Ana.Ana Muela Sopeña escribió:Enhorabuena, Ignacio:
Un poema muy adecuado
como Poema Semanal.
Aplausos
Un abrazo
Ana
Lo dicho, compañero un placer leerte. Enhorabuena por esta mención.Ignacio Mincholed escribió:...
Tengo la inefable virtud de adivinar el pasado. Acierto
a reconocer de cada instante la sustancia que lo forma.
La temperatura.
Las graves tormentas de los días del miedo. La calma
integrada en el blando abrazo de los árboles.
La intención de las acciones que no entendí. El rumor
ascendiendo como un vapor narcótico de esas lluvias
que en primavera me crearon invulnerable al infierno.
Los elementos.
El oxígeno acelerando el pulso en las noches de seda.
El descaro de la infamia atenazando los labios.
Mentí por el beneficio de unos granos para hacer pan
amargo, sin sal. Soñé ante el espejo los futuros de hoy
limpios y serenos, ya sin el lastre de la densa amargura.
Las presencias
intangibles que se apoderaron de mi inocencia. La luz
en los pasillos de invierno con ardientes cirios.
Los tóxicos del engaño pudriendo la belleza. El deseo,
la permanente sed que deja el abismo de las palabras
marchitadas por la cobardía de enfrentarse a lo inútil.
Las ausencias,
dibujadas con líneas finísimas en cuadernos amarillos
clavándose en la carne igual que bramantes de acero.
El dolor que quedó purgado en las fuentes de febrero
y, estas lecciones mal aprendidas que siempre repaso.
En este devanar bolas de cristal voy cerrando huecos.
Acierto el pasado con la claridad que veo el presente.
...
Saludos Ronald, gracias por la nota.Ronald Bonilla escribió:muy buen poema en prosa, merecida distinción, abrazos