Editorial Alaire

UNA ROSA EN EL EDÉN
En viejas tierras de España
viviera cual luz pasible.
Admirando la montaña,
aclamando al mar temible.

El ruin paso del fusil
marchitó el sol de su infancia.
Halló ocaso en el cubil
donde encubrió su fragancia.

Tras el luto de la muerte,
un país le abrió sus brazos.
Porque Dios crea la suerte
y la rompe en mil pedazos.

Aquí supo florecer;
también soñar y amar.
Todo fue el amanecer
de mi árbol familiar.

Tantas mañanas la miré
con elegante figura,
y si preguntan diré:
su sonrisa fue muy pura.

Las manos siempre febriles,
no serán en el olvido.
Sus palabras tan gentiles,
tendrán en mí un nido.

Hoy recuerdo tu partida
que lágrimas me arrancó.
El desvelo que es la vida
a ese corazón dejó.

Mi esperanza aún existe
aunque tu voz no diviso,
porque la rosa que fuiste
dará luz al paraíso.

Juan Cruz Bordoy

Hermoso e interesante trabajo, amigo Juan.
Abrazos.

Agradezco tu lectura y valoración Rafel.

Esta rosa del Edén
que con verso delicado
te ha inspirado tan bien
nos hablará de tu estado.

Hay algún verso que le sobra una sílaba, y algún otro que le falta. Es decir que hay versos de nueve y de siete sílabas

Por lo demás correcto y dicharachero y gentil poema.

Un abrazo

Un poema de gran sensibidad y belleza.

Todo un placer de lectura, querido amigo.

Un abrazo.

Entiendo Guillermo tu interés por la matemática poética. Muy dicharachero comentario. Gracias por leer.

Muchas gracias José. Me alegra haber podido comunicar el mensaje en modo agradable. Un abrazo.

Precioso poema, Juan.
Expresa un sentimiento claro y afable.
Un placer leerte.
Un abrazo

Bello canto de añoranza y esperanza, Juan
Un abrazo

Valoro tu interpretación Carmen que ha logrado llegar al corazón del poema.
Un abrazo,
Juan Cruz.

Gracias por dejar tus palabras Xaime.
Saludos.