Editorial Alaire

Dios lo quiere:
Que el pájaro enjaulado cante
para endulzar el gris hastío
de su amo.
Que olvide que sus alas amarillas
sirven para volar.
Que renuncie, iracundo,
a la evasión
que la oportunidad le ofrece.
Sí, Dios lo quiere.
Lo sé porque mi amigo
anoche me mostró la imposibilidad
de que en su jaula
el pájaro amarillo
se sienta desgraciado.

Un trabajo inteligente y demoledor. La doctrina es ya pensamiento, verdad racionalizada y defendida.

Magnífico, Roberto; un gusto volver a leerte.

Salud y felicidad.

Bello y profundo trabajo, amigo Roberto.
Abrazos.

Exquisita, amigo Roberto, esta carga de profundidad sobre la libertad.

Todo un placer de lectura, querido amigo.

Un abrazo.