Editorial Alaire

EL ÁRBOL QUE NO MUERE


A C.O.


Desde el jardín de la casa
oía las campanas de la iglesia,
culto en la niebla del anochecer.

Tú, reflejada en la abierta ventana,
cruzábamos palabras nacidas de tu piel
a la sombra de nuestra intimidad.
Yo dibujé la espera de tu voz,
tan cercana a la luz de mis razones,
invadiendo tu historia personal
en el acantilado de todos nuestros sueños.

Estoy cansado, ausente tu dulzura,
mi norte hecho cenizas, sin enigmas;
una puerta reabierta a los malentendidos
ha desfilado por mi vida.

He descubierto, queriendo llegar
a nosotros, dos gritos sin nosotros
en un llanto de agujas, sumergido en la llaga
de mi historia sin puerto y en tus ojos que lloran.
Aún nos queda un mañana, más allá
de la prisa que invade
el tiempo, mordiendo siempre el ayer.

Nos amamos con un beso incendiado,
amor abierto al árbol que no muere,
una gesta de nuestros sentimientos.

Si abrazaras mi ausencia,
no existiría el olvido.

José Manuel F. Febles escribió:EL ÁRBOL QUE NO MUERE


A C.O.


Desde el jardín de la casa
oía las campanas de la iglesia,
culto en la niebla del anochecer.

Tú, reflejada en la abierta ventana,
cruzábamos palabras nacidas de tu piel
a la sombra de nuestra intimidad.
Yo dibujé la espera de tu voz,
tan cercana a la luz de mis razones,
invadiendo tu historia personal
en el acantilado de todos nuestros sueños.

Estoy cansado, ausente tu dulzura,
mi norte hecho cenizas, sin enigmas;
una puerta reabierta a los malentendidos
ha desfilado por mi vida.

He descubierto, queriendo llegar
a nosotros, dos gritos sin nosotros
en un llanto de agujas, sumergido en la llaga
de mi historia sin puerto y en tus ojos que lloran.
Aún nos queda un mañana, más allá
de la prisa que invade
el tiempo, mordiendo nuestro pasado.

Nos amamos con un beso incendiado,
amor abierto al árbol que no muere,
una gesta de nuestros sentimientos.

Si abrazaras mi ausencia,
no existiría el olvido.

Hermoso poema, más allá de su triste nostalgia. La voz poética lo percibo potente, con mucha convicción del sentimiento, como si declarase "amor eterno". Escribes a sangre de tus manos y a fuego de tu espíritu. Lo que dice el poema es creíble, emociona. Te deseo más poesía como ésta, amigo.

Un abrazo grande.
Óscar

Muy bello poema con un fantástico final. Versos así subliman el sentido del amor. Felicidades y un abrazo.

José Manuel F. Febles escribió:EL ÁRBOL QUE NO MUERE


A C.O.


Desde el jardín de la casa
oía las campanas de la iglesia,
culto en la niebla del anochecer.

Tú, reflejada en la abierta ventana,
cruzábamos palabras nacidas de tu piel
a la sombra de nuestra intimidad.
Yo dibujé la espera de tu voz,
tan cercana a la luz de mis razones,
invadiendo tu historia personal
en el acantilado de todos nuestros sueños.

Estoy cansado, ausente tu dulzura,
mi norte hecho cenizas, sin enigmas;
una puerta reabierta a los malentendidos
ha desfilado por mi vida.

He descubierto, queriendo llegar
a nosotros, dos gritos sin nosotros
en un llanto de agujas, sumergido en la llaga
de mi historia sin puerto y en tus ojos que lloran.
Aún nos queda un mañana, más allá
de la prisa que invade
el tiempo, mordiendo nuestro pasado.

Nos amamos con un beso incendiado,
amor abierto al árbol que no muere,
una gesta de nuestros sentimientos.

Si abrazaras mi ausencia,
no existiría el olvido.

¡¡¡ Muy bello poema, estimado amigo, José. Muchas gracias, por compartir tus excelentes letras.
Un abrazo.
BEGOÑA

="Óscar Distéfano""José Manuel F. Febles"]

EL ÁRBOL QUE NO MUERE


A C.O.


Desde el jardín de la casa
oía las campanas de la iglesia,
culto en la niebla del anochecer.

Tú, reflejada en la abierta ventana,
cruzábamos palabras nacidas de tu piel
a la sombra de nuestra intimidad.
Yo dibujé la espera de tu voz,
tan cercana a la luz de mis razones,
invadiendo tu historia personal
en el acantilado de todos nuestros sueños.

Estoy cansado, ausente tu dulzura,
mi norte hecho cenizas, sin enigmas;
una puerta reabierta a los malentendidos
ha desfilado por mi vida.

He descubierto, queriendo llegar
a nosotros, dos gritos sin nosotros
en un llanto de agujas, sumergido en la llaga
de mi historia sin puerto y en tus ojos que lloran.
Aún nos queda un mañana, más allá
de la prisa que invade
el tiempo, mordiendo siempre el ayer.

Nos amamos con un beso incendiado,
amor abierto al árbol que no muere,
una gesta de nuestros sentimientos.

Si abrazaras mi ausencia,
no existiría el olvido.


Hermoso poema, más allá de su triste nostalgia. La voz poética lo percibo potente, con mucha convicción del sentimiento, como si declarase "amor eterno". Escribes a sangre de tus manos y a fuego de tu espíritu. Lo que dice el poema es creíble, emociona. Te deseo más poesía como ésta, amigo.

Un abrazo grande.
Óscar

Tus hermosas palabras, querido amigo, son un aliciente para seguir en la lucha poética, con toda la humildad de mis versos. Te quedo muy agradecido por tu emotivo comentario.

Desde mi isla, te envío un enorme abrazo.

José Manuel F. Febles

Bellísimo este canto amoroso en la distancia.

Sabes llegar profundamente al corazón con tu poesía.

Felicitaciones
Un abrazo
Ana

José Manuel F. Febles escribió:EL ÁRBOL QUE NO MUERE


A C.O.


Desde el jardín de la casa
oía las campanas de la iglesia,
culto en la niebla del anochecer.

Tú, reflejada en la abierta ventana,
cruzábamos palabras nacidas de tu piel
a la sombra de nuestra intimidad.
Yo dibujé la espera de tu voz,
tan cercana a la luz de mis razones,
invadiendo tu historia personal
en el acantilado de todos nuestros sueños.

Estoy cansado, ausente tu dulzura,
mi norte hecho cenizas, sin enigmas;
una puerta reabierta a los malentendidos
ha desfilado por mi vida.

He descubierto, queriendo llegar
a nosotros, dos gritos sin nosotros
en un llanto de agujas, sumergido en la llaga
de mi historia sin puerto y en tus ojos que lloran.
Aún nos queda un mañana, más allá
de la prisa que invade
el tiempo, mordiendo nuestro pasado.

Nos amamos con un beso incendiado,
amor abierto al árbol que no muere,
una gesta de nuestros sentimientos.

Si abrazaras mi ausencia,
no existiría el olvido.

Hermosa y acogedora la imagen de tu árbol, José Manuel. Serenidad y añoranza, serenidad en la añoranza.
Un abrazo, compañero

["Ramón Carballal"]

Muy bello poema con un fantástico final. Versos así subliman el sentido del amor. Felicidades y un abrazo.

Muy agradecido, querido amigo, por tan felices palabras.

Desde mi isla un fuerte abrazo

José Manuel F. Febles

Magnífico poema , dotado de amor bueno y fecundo con el arte de la libertad versal danzando.

Un a brazo

"Begoña Egüen"="José Manuel F. Febles"

EL ÁRBOL QUE NO MUERE


A C.O.


Desde el jardín de la casa
oía las campanas de la iglesia,
culto en la niebla del anochecer.

Tú, reflejada en la abierta ventana,
cruzábamos palabras nacidas de tu piel
a la sombra de nuestra intimidad.
Yo dibujé la espera de tu voz,
tan cercana a la luz de mis razones,
invadiendo tu historia personal
en el acantilado de todos nuestros sueños.

Estoy cansado, ausente tu dulzura,
mi norte hecho cenizas, sin enigmas;
una puerta reabierta a los malentendidos
ha desfilado por mi vida.

He descubierto, queriendo llegar
a nosotros, dos gritos sin nosotros
en un llanto de agujas, sumergido en la llaga
de mi historia sin puerto y en tus ojos que lloran.
Aún nos queda un mañana, más allá
de la prisa que invade
el tiempo, mordiendo nuestro pasado.

Nos amamos con un beso incendiado,
amor abierto al árbol que no muere,
una gesta de nuestros sentimientos.

Si abrazaras mi ausencia,
no existiría el olvido.

¡¡¡ Muy bello poema, estimado amigo, José. Muchas gracias, por compartir tus excelentes letras.
Un abrazo.
BEGOÑA

Gracias, Begoña, tus palabras son muy apreciadas.

Desde mi isla, un fuerte abrazo.

José Manuel F. Febles

Guillermo Cuesta"]

Magnífico poema , dotado de amor bueno y fecundo con el arte de la libertad versal danzando.

Un a brazo.

Siento una gran satisfacción leyendo tu hermoso comentario. Un amigo,excelente poeta, a quien admiro.

Desde la soledad de mi isla, un gran abrazo.

José Manuel F, Febles

Un amor que toca la sensibilidad del lector. Me gustó leerte.
Besos, Pilar.

[quote="xaime oroza carballo"][quote="José Manuel F. Febles"]EL ÁRBOL QUE NO MUERE


A C.O.


Desde el jardín de la casa
oía las campanas de la iglesia,
culto en la niebla del anochecer.

Tú, reflejada en la abierta ventana,
cruzábamos palabras nacidas de tu piel
a la sombra de nuestra intimidad.
Yo dibujé la espera de tu voz,
tan cercana a la luz de mis razones,
invadiendo tu historia personal
en el acantilado de todos nuestros sueños.

Estoy cansado, ausente tu dulzura,
mi norte hecho cenizas, sin enigmas;
una puerta reabierta a los malentendidos
ha desfilado por mi vida.

He descubierto, queriendo llegar
a nosotros, dos gritos sin nosotros
en un llanto de agujas, sumergido en la llaga
de mi historia sin puerto y en tus ojos que lloran.
Aún nos queda un mañana, más allá
de la prisa que invade
el tiempo, mordiendo nuestro pasado.

Nos amamos con un beso incendiado,
amor abierto al árbol que no muere,
una gesta de nuestros sentimientos.

Si abrazaras mi ausencia,
no existiría el olvido.

Hermosa y acogedora la imagen de tu árbol, José Manuel. Serenidad y añoranza, serenidad en la añoranza.
Un abrazo, compañero

Perdona, mi querido amigo, el salto de respuesta, que por error he cometido. Tus palabras me honran, y por ello te doy las gracias.

Desde mi isla, un gran abrazo.

José Manuel F. Febles

"Pilar Morte"

Un amor que toca la sensibilidad del lector. Me gustó leerte.
Besos, Pilar.

Gracias por tu comentario, compañera. Un fraternal abrazo.

Desde mi isla, José Manuel F. Febles

Muy bello trabajo, amigo José Manuel.
Abrazos.