Editorial Alaire

Quiero cantarte el silencio, Rodrigo
(Rodrigo es una brisa de infancia, un duende fugaz que corretea por los pasillos
del tedio
cada vez que la nada se detiene a pacer en mis manos)
Quiero cantarte un silencio
de palabras impúberes;
enfundarme en un traje de bruma
hasta exhalar
este aliento que no sabe brotar
de mi sangre.

Algún día, lograrás descifrar su música
silente,
el relámpago salvador
de mi mano tendida;
el brillo de un gesto, de un abrazo
en la sombra.
Algún día,
cuando hayas deshojado casi toda la infancia
y sientas hundirse en tus costillas
la noche;
cuando ya no te queden palabras vivas
para acallar cada una de las muertes
que nos hieren a diario,
comprenderás
que la verdad tiene el color preciso de aquello
que callamos,
porque es imposible mencionar el alma
de las cosas
(el silencio, Rodrigo,
es una rara flor
tachonada de espinas)

Sigue jugando con sílabas
de ángeles.
Enreda tu tierno balbuceo en los telares
de mi corazón.

Rosa Marzal escribió:Quiero cantarte el silencio, Rodrigo
(Rodrigo es una brisa de infancia, un duende fugaz que corretea por los pasillos
del tedio
cada vez que la nada se detiene a pacer en mis manos)
Quiero cantarte un silencio
de palabras impúberes;
enfundarme en un traje de bruma
hasta exhalar
este aliento que no sabe brotar
de mi sangre.

Algún día, lograrás descifrar su música
silente,
el relámpago salvador
de mi mano tendida;
el brillo de un gesto, de un abrazo
en la sombra.
Algún día,
cuando hayas deshojado casi toda la infancia
y sientas hundirse en tus costillas
la noche;
cuando ya no te queden palabras vivas
para acallar cada una de las muertes
que nos hieren a diario,
comprenderás
que la verdad tiene el color preciso de aquello
que callamos,
porque es imposible mencionar el alma
de las cosas
(el silencio, Rodrigo,
es una rara flor
tachonada de espinas)

Sigue jugando con sílabas
de ángeles.
Enreda tu tierno balbuceo en los telares
de mi corazón.

Tierno poema que agrada. Original el recurso de la personificación con nombre propio. Has descrito un mundo muy íntimo tuyo donde desgranas los estados existenciales que nos llevan a la melancolía. Me ha gustado mucho, amiga.

Abrazos de amistad.
Óscar

Rosa Marzal escribió:

Quiero cantarte el silencio, Rodrigo
(Rodrigo es una brisa de infancia, un duende fugaz que corretea por los pasillos
del tedio
cada vez que la nada se detiene a pacer en mis manos)

enfundarme en un traje de bruma
hasta exhalar
este aliento que no sabe brotar
de mi sangre.

(el silencio, Rodrigo,
es una rara flor
tachonada de espinas)

Sigue jugando con sílabas
de ángeles.
Enreda tu tierno balbuceo en los telares
de mi corazón.

Rosa, me ha emocionado muchísimo este gran poema lleno de mensajes encriptados.
Tu pluma es un tesoro para la poesía, querida compañera.
No sé si acierto o me equivoco pero te envío mi abrazo enorme.

Rosa Marzal escribió:Quiero cantarte el silencio, Rodrigo
(Rodrigo es una brisa de infancia, un duende fugaz que corretea por los pasillos
del tedio
cada vez que la nada se detiene a pacer en mis manos)
Quiero cantarte un silencio
de palabras impúberes;
enfundarme en un traje de bruma
hasta exhalar
este aliento que no sabe brotar
de mi sangre.

Algún día, lograrás descifrar su música
silente,
el relámpago salvador
de mi mano tendida;
el brillo de un gesto, de un abrazo
en la sombra.
Algún día,
cuando hayas deshojado casi toda la infancia
y sientas hundirse en tus costillas
la noche;
cuando ya no te queden palabras vivas
para acallar cada una de las muertes
que nos hieren a diario,
comprenderás
que la verdad tiene el color preciso de aquello
que callamos,
porque es imposible mencionar el alma
de las cosas
(el silencio, Rodrigo,
es una rara flor
tachonada de espinas)

Sigue jugando con sílabas
de ángeles.
Enreda tu tierno balbuceo en los telares
de mi corazón.

¡¡¡Muy bello poema!!! Mi felicitación sincera.
Un abrazo.
BEGOÑA.

Dulce y profundo el aleteo de tus versos querida amiga...
Siempre grato leerte...te abrazo con todo mi cariño...
Nancy

Hermoso trabajo escrito con tu proverbial sensibilidad, amiga Rosa.
Abrazos.

Cómo me gusta leerte.
Un poema donde brilla el silencio y esa infancia recurrente para calmar las heridas. Precioso.
Abrazos.Pilar

Muy emotivo y sensible tu excelente poema. Felicidades, compañera.

Un fraternal abrazo desde mi isla.

José Manuel F. Febles

Rosa Marzal escribió:Quiero cantarte el silencio, Rodrigo
(Rodrigo es una brisa de infancia, un duende fugaz que corretea por los pasillos
del tedio
cada vez que la nada se detiene a pacer en mis manos)
Quiero cantarte un silencio
de palabras impúberes;
enfundarme en un traje de bruma
hasta exhalar
este aliento que no sabe brotar
de mi sangre.

Algún día, lograrás descifrar su música
silente,
el relámpago salvador
de mi mano tendida;
el brillo de un gesto, de un abrazo
en la sombra.
Algún día,
cuando hayas deshojado casi toda la infancia
y sientas hundirse en tus costillas
la noche;
cuando ya no te queden palabras vivas
para acallar cada una de las muertes
que nos hieren a diario,
comprenderás
que la verdad tiene el color preciso de aquello
que callamos,
porque es imposible mencionar el alma
de las cosas
(el silencio, Rodrigo,
es una rara flor
tachonada de espinas)

Sigue jugando con sílabas
de ángeles.
Enreda tu tierno balbuceo en los telares
de mi corazón.

Muy bello y hondo tu canto. Un placer de lectura, gracias, Rosa
Un abrazo

Óscar Distéfano escribió:

Rosa Marzal escribió:Quiero cantarte el silencio, Rodrigo
(Rodrigo es una brisa de infancia, un duende fugaz que corretea por los pasillos
del tedio
cada vez que la nada se detiene a pacer en mis manos)
Quiero cantarte un silencio
de palabras impúberes;
enfundarme en un traje de bruma
hasta exhalar
este aliento que no sabe brotar
de mi sangre.

Algún día, lograrás descifrar su música
silente,
el relámpago salvador
de mi mano tendida;
el brillo de un gesto, de un abrazo
en la sombra.
Algún día,
cuando hayas deshojado casi toda la infancia
y sientas hundirse en tus costillas
la noche;
cuando ya no te queden palabras vivas
para acallar cada una de las muertes
que nos hieren a diario,
comprenderás
que la verdad tiene el color preciso de aquello
que callamos,
porque es imposible mencionar el alma
de las cosas
(el silencio, Rodrigo,
es una rara flor
tachonada de espinas)

Sigue jugando con sílabas
de ángeles.
Enreda tu tierno balbuceo en los telares
de mi corazón.

Tierno poema que agrada. Original el recurso de la personificación con nombre propio. Has descrito un mundo muy íntimo tuyo donde desgranas los estados existenciales que nos llevan a la melancolía. Me ha gustado mucho, amiga.

Abrazos de amistad.
Óscar

Gracias Óscar. Me alegra de verdad que este poema haya sido de tu agrado.

Abrazos, amigo.

Marisa Peral escribió:

Rosa Marzal escribió:

Quiero cantarte el silencio, Rodrigo
(Rodrigo es una brisa de infancia, un duende fugaz que corretea por los pasillos
del tedio
cada vez que la nada se detiene a pacer en mis manos)

enfundarme en un traje de bruma
hasta exhalar
este aliento que no sabe brotar
de mi sangre.

(el silencio, Rodrigo,
es una rara flor
tachonada de espinas)

Sigue jugando con sílabas
de ángeles.
Enreda tu tierno balbuceo en los telares
de mi corazón.

Rosa, me ha emocionado muchísimo este gran poema lleno de mensajes encriptados.
Tu pluma es un tesoro para la poesía, querida compañera.
No sé si acierto o me equivoco pero te envío mi abrazo enorme.

Marisa, mucha gracias por tu sentida huella y la bondad y generosidad de tu comentario.

Un abrazo enorme para ti.

Begoña Egüen escribió:

Rosa Marzal escribió:Quiero cantarte el silencio, Rodrigo
(Rodrigo es una brisa de infancia, un duende fugaz que corretea por los pasillos
del tedio
cada vez que la nada se detiene a pacer en mis manos)
Quiero cantarte un silencio
de palabras impúberes;
enfundarme en un traje de bruma
hasta exhalar
este aliento que no sabe brotar
de mi sangre.

Algún día, lograrás descifrar su música
silente,
el relámpago salvador
de mi mano tendida;
el brillo de un gesto, de un abrazo
en la sombra.
Algún día,
cuando hayas deshojado casi toda la infancia
y sientas hundirse en tus costillas
la noche;
cuando ya no te queden palabras vivas
para acallar cada una de las muertes
que nos hieren a diario,
comprenderás
que la verdad tiene el color preciso de aquello
que callamos,
porque es imposible mencionar el alma
de las cosas
(el silencio, Rodrigo,
es una rara flor
tachonada de espinas)

Sigue jugando con sílabas
de ángeles.
Enreda tu tierno balbuceo en los telares
de mi corazón.

¡¡¡Muy bello poema!!! Mi felicitación sincera.
Un abrazo.
BEGOÑA.

Muchas gracias por tu felicitación, Begoña.

Un abrazo, compañera.

Precioso poema y muy logrado en fondo y forma. Te felicito. Un abrazo.

Enhorabuena por esta belleza de versos, Rosa. Ternura y sensibilidad en tus versos.

Un fuerte abrazo
Ana

Emotivos, íntimos. Suave la cadencia de tus versos.
Un goce amiga.
Te dejo un abrazo.