Editorial Alaire

ENCIMA DE MI CASA


Vive solo encima de mi casa.
Cada día escucho como arrastra
su avanzada edad por el pasillo.
Ya le pesa el mundo, la piel, quizá el alma.
Su espalda soporta la inflexión
diaria de lo incierto,
la curva que apunta hacia la tierra.

Me he ido acostumbrado a su rutina.
Por eso no duermo hasta que escucho
sus pasos, un grifo,
una simple puerta que se abre
o se cierra
(sin su tos han vuelto las arañas
a mi techo).
Y descanso cuando siento
su presencia en esa casa.

Hace un par de días
que no escucho nada.
Ni puertas, ni sillas,
ni un pequeño paso en el pasillo.

Mañana veré qué ocurre.
No puedo aguantar tanto silencio


--oOo--

jose manuel saiz escribió:ENCIMA DE MI CASA


Vive encima de mi casa.
Solo.
Arrastra su edad
por el pasillo.
Le pesa el mundo,
la vida.
En su espalda asume
su curvatura,
su rigor...
lo incierto.

De noche no duermo
hasta que escucho sus pasos,
un grifo…, una puerta que se abre
o que se cierra, un mueble, una silla…
Y sonrío.

Hace un par de noches
que no oigo nada.
Ni una puerta,
ni una silla…
ni un solo paso
en el pasillo (volvieron
las arañas a mi techo).

Mañana sabré qué ocurre.
Veré qué pasa.

No puedo dormir si no sonrío.


--oOo--

Ya te he dicho alguna vez que tus poemas me encantan.
La sencillez y lo directo como escribes tocan el alma.
Un abrazo compañero.

Vives y tu foto lo demuestra. La esperanza reproduce cada sonido y cada espera para que las verificaciones no hagan daño.

Un a brazo

Gracias Silvia.
Ya sabes que la admiración es mutua.
Un fuerte abrazo.
j. Manuel

Fijare José Manuel, mientras leía tus versos un nudo ha ido apretando mi garganta, me han emocionado
Un abrazo
Carmen

jose manuel saiz escribió:ENCIMA DE MI CASA


Vive encima de mi casa.
Solo.
Arrastra su edad
por el pasillo.
Le pesa el mundo,
la piel,
los años.
En su espalda asume
su curvatura,
su rigor...
lo incierto.

De noche no duermo
hasta que escucho sus pasos,
un grifo…, una puerta que se abre,
que se cierra, un muelle de su cama,
la tos, una silla…
Y sonrío.

Hace un par de noches
que no oigo nada.
Ni una puerta,
ni una silla…
ni un paso barriendo
su pasillo (sin su tos volvieron
las arañas a mi techo).

Extraño lo acostumbrado,
su rutina. Me desvela
escuchar tanto silencio.

Mañana sabré qué ocurre.
Qué pasa.

No puedo dormir si no sonrío.


--oOo--

Sensaciones a flor de piel. Percepciones y el silencio inundando los espacios.
Gracias José! Aplaudo de pie.
Un gran abrazo.

Bello y sensible recorrido amigo...
Un gusto leerte...te abrazo con todo mi cariño...
Nancy

jose manuel saiz escribió:ENCIMA DE MI CASA


Vive encima de mi casa.
Solo.
Arrastra su edad
por el pasillo.
Le pesa el mundo,
la piel,
los años.
En su espalda asume
su curvatura,
su rigor...
lo incierto.

De noche no duermo
hasta que escucho sus pasos,
un grifo…, una puerta que se abre,
que se cierra, un muelle de su cama,
la tos, una silla…
Y sonrío.

Hace un par de noches
que no oigo nada.
Ni una puerta,
ni una silla…
ni un paso barriendo
su pasillo (sin su tos volvieron
las arañas a mi techo).

Extraño lo acostumbrado,
su rutina. Me desvela
escuchar tanto silencio.

Mañana sabré qué ocurre.
Qué pasa.

No puedo dormir si no sonrío.


--oOo--

Tu poesia resplandece en la elevada belleza de todo cuanto es humano y a su vez humaniza. Gracias por estar y ser, Jose Manuel! Abrazos, ERA

Me gusta el ambiente que has creado con tus versos, esa humildad que se convierte en costumbre, que anida en el buen sentir humano y abraza lo mejor de cada uno. El final me ha sorprendido para bien.
Muy grata lectura que respira ternura.
Un abrazo.