Editorial Alaire

Al poro de mi piel le salva el sacrificio humano
pues suda por doquier en forma densa.
Preferiría ver cada orificio abierto
si por saber llorar me lo pidiera
con lágrimas de amor
el duende del silencio y de la pausa.
Adiós al compromiso, adiós al tiempo
adiós a la nostalgia cargada de inocencia.
Adiós a la inocencia cargada de nostalgia.
Adiós al veredicto
del dios que se equivoca
si la sinceridad constata
que no quiere
reconstruir la marcha atrás.

Cada orificio respira como cada verso, ese lugar, Guillermo, donde la inocencia nos mire fijamente a los ojos y nos cubra con su túnica de algodón. Al final descubres que se va y se aleja como un destello. Irrecuperable.
Pero bien vale un poema.
Por ella, por la percepción, la emoción y el pensamiento.
Un abrazo

Adiós al veredicto
del dios que se equivoca
si la sinceridad constata
que no quiere
reconstruir la marcha atrás.

Adiós a todo esa carga emocional que a veces sólo nos deja un hondo vacío, el pasado, pasado está, no se puede volver al pasado y hablar de inocencia. Hermoso poema, me gusta lo que dices y como lo dices, un placer leerte querido Poeta, un gran abrazo.

Cecilia

Carmen Pla escribió:Cada orificio respira como cada verso, ese lugar, Guillermo, donde la inocencia nos mire fijamente a los ojos y nos cubra con su túnica de algodón. Al final descubres que se va y se aleja como un destello. Irrecuperable.
Pero bien vale un poema.
Por ella, por la percepción, la emoción y el pensamiento.
Un abrazo

Gracias, Carmen, por tu manía simpática de pasarte por mis versos y dotarlos de mensaje y manifiesto.

Un abrazo