Editorial Alaire

Las vírgenes pecadoras
aún son santas,
el cielo que arde
aún es verano.
Pero volar, a mí no,
a mí no me hizo pájaro.

Cómo salir,
si vivo en un cuadro de Hopper,
sin ninguna hope.

Hay diurnos y nocturnos
pero tú habitas en las horas muertas.
Yo seré la que fuma,
tú el que menstruas.
Mi fantástica estrella muerta,
con conciencia lunática.
Vaya por Dios.
Náusea en espiral,
cleptómana de sombras,
ahí está mi nombre.

La costumbre me ha hecho a mí misma,
como afluente de la pérdida.
Qué lastimosa y mimosa
de funerales,
del no parar del columpio.

Donde comenzaste tu juego de cicatrices,
están naciendo mantos florales.
Pronto podré ser tu lugar de descanso.

Renuncio, sí, renuncio,
pero ¿a qué?

Qué poemazo, Soraya; vas deshaciéndote en cada cénit de la sombra, tomando el aire pesado para hacerlo blando y respirable. Desprenderse, encogerse, cambiar, morar. Muy buena la construcción ; el final es desgarro elegante y feroz.

Una alegría grande volver a verte, querida poeta.

Abrazos y felicitaciones.

Soraya, el arte no sabe de renuncias. Es el utensilio que has empleado poéticamente para demostrar que tu poesía cala hondo
cuando vuela aunque no quieras renunciar a nada.

Te felicito y aplaudo. Un abrazo

Hallie Hernández Alfaro escribió:Qué poemazo, Soraya; vas deshaciéndote en cada cénit de la sombra, tomando el aire pesado para hacerlo blando y respirable. Desprenderse, encogerse, cambiar, morar. Muy buena la construcción ; el final es desgarro elegante y feroz.

Una alegría grande volver a verte, querida poeta.

Abrazos y felicitaciones.

Muchísimas gracias, me encanta tu crítica y tu manera de interpretarlo. Gracias.

Guillermo Cuesta escribió:Soraya, el arte no sabe de renuncias. Es el utensilio que has empleado poéticamente para demostrar que tu poesía cala hondo
cuando vuela aunque no quieras renunciar a nada.

Te felicito y aplaudo. Un abrazo

Muchísimas gracias Guillermo.

Impactante poema Soraya, he querido destacar algunos versos pero el poema en su conjunto es espléndidamente hermoso
Un abrazo
Carmen

Soraya Oliva escribió:La vírgenes pecadoras
aún son santas,
el cielo que arde
aún es verano.
Pero volar, a mi no,
a mi no me hizo pájaro.

Cómo salir,
si vivo en un cuadro de Hopper,
sin ninguna hope.

Hay diurnos y nocturnos
pero tu habitas en las horas muertas.
Yo seré la que fuma,
tú el que menstruas.
Mi fantástica estrella muerta,
con conciencia lunática.
Vaya por Dios.
Naúsea en espiral,
cléptomana de sombras,
ahí está mi nombre.

La costumbre me ha hecho a mi misma,
como afluente de la pérdida.
Qué lastimosa y mimosa
de funerales,
del no parar del columpio.

Donde comenzaste tu juego de cicatrices,
están naciendo mantos florales.
Pronto podré ser tu lugar de descanso.

Renuncio, sí, renuncio,
pero ¿a qué?

--------------------------------------------

A nada, a nada hay que renunciar,salvo a lo que haga daño o a lo que nosotros podamos hacerlo.
Impresionante poema el que nos dejas. Cala hondo.

Saludos mediterráneos

Un poemazo, Soraya:

Realmente impactante tu poema. Lenguaje, tono, emoción.

Me ha gustado mucho esta imagen:

"cleptómana de sombras".

Realmente certera...

Aplausos
Un beso
Ana

carmen Parra escribió:Impactante poema Soraya, he querido destacar algunos versos pero el poema en su conjunto es espléndidamente hermoso
Un abrazo
Carmen

Muchas gracias Carmen, de verdad.
Abrazos.

Concha Vidal escribió:

Soraya Oliva escribió:La vírgenes pecadoras
aún son santas,
el cielo que arde
aún es verano.
Pero volar, a mi no,
a mi no me hizo pájaro.

Cómo salir,
si vivo en un cuadro de Hopper,
sin ninguna hope.

Hay diurnos y nocturnos
pero tu habitas en las horas muertas.
Yo seré la que fuma,
tú el que menstruas.
Mi fantástica estrella muerta,
con conciencia lunática.
Vaya por Dios.
Naúsea en espiral,
cléptomana de sombras,
ahí está mi nombre.

La costumbre me ha hecho a mi misma,
como afluente de la pérdida.
Qué lastimosa y mimosa
de funerales,
del no parar del columpio.

Donde comenzaste tu juego de cicatrices,
están naciendo mantos florales.
Pronto podré ser tu lugar de descanso.

Renuncio, sí, renuncio,
pero ¿a qué?

--------------------------------------------

A nada, a nada hay que renunciar,salvo a lo que haga daño o a lo que nosotros podamos hacerlo.
Impresionante poema el que nos dejas. Cala hondo.

Saludos mediterráneos

Gracias Concha, aprecio mucho tus palabras.

Ana Muela Sopeña escribió:Un poemazo, Soraya:

Realmente impactante tu poema. Lenguaje, tono, emoción.

Me ha gustado mucho esta imagen:

"cleptómana de sombras".

Realmente certera...

Aplausos
Un beso
Ana

Muchísimas gracias por tus palabras, Ana, de verdad.
Muchos abrazos.

Ya el título atrae, y pasando a los versos te atrapan hasta el final. Me gustó leerte
Besos
Pilar

Soraya Oliva escribió:La vírgenes pecadoras
aún son santas,
el cielo que arde
aún es verano.
Pero volar, a mi no,
a mi no me hizo pájaro.

Cómo salir,
si vivo en un cuadro de Hopper,
sin ninguna hope.

Hay diurnos y nocturnos
pero tu habitas en las horas muertas.
Yo seré la que fuma,
tú el que menstruas.
Mi fantástica estrella muerta,
con conciencia lunática.
Vaya por Dios.
Naúsea en espiral,
cléptomana de sombras,
ahí está mi nombre.

La costumbre me ha hecho a mi misma,
como afluente de la pérdida.
Qué lastimosa y mimosa
de funerales,
del no parar del columpio.

Donde comenzaste tu juego de cicatrices,
están naciendo mantos florales.
Pronto podré ser tu lugar de descanso.

Renuncio, sí, renuncio,
pero ¿a qué?

Primera vez que te leo, Soraya y quedo muda ante tu aguda y firme voz, no titubeas; esribes buena y diciente poesía. Un placer enorme encontrarte. ERA

Pilar Morte escribió:Ya el título atrae, y pasando a los versos te atrapan hasta el final. Me gustó leerte
Besos
Pilar

Muchísimas gracias Pilar.

E. R. Aristy escribió:

Soraya Oliva escribió:La vírgenes pecadoras
aún son santas,
el cielo que arde
aún es verano.
Pero volar, a mi no,
a mi no me hizo pájaro.

Cómo salir,
si vivo en un cuadro de Hopper,
sin ninguna hope.

Hay diurnos y nocturnos
pero tu habitas en las horas muertas.
Yo seré la que fuma,
tú el que menstruas.
Mi fantástica estrella muerta,
con conciencia lunática.
Vaya por Dios.
Naúsea en espiral,
cléptomana de sombras,
ahí está mi nombre.

La costumbre me ha hecho a mi misma,
como afluente de la pérdida.
Qué lastimosa y mimosa
de funerales,
del no parar del columpio.

Donde comenzaste tu juego de cicatrices,
están naciendo mantos florales.
Pronto podré ser tu lugar de descanso.

Renuncio, sí, renuncio,
pero ¿a qué?

Primera vez que te leo, Soraya y quedo muda ante tu aguda y firme voz, no titubeas; esribes buena y diciente poesía. Un placer enorme encontrarte. ERA

Es un honor que me digas estas palabras. Te lo agradezco muchísimo! Abrazos