Ardor que arde
Publicado: Mar, 23 Ene 2018 13:17
Arder me arde todo. Y si el ardor me quema
encojo y me agazapo. Sentir que no disfruto
me entierra boca abajo si boca arriba soplo
mientras la luz orienta su máximo nivel resplandeciente
contra el letal ambaje que expande en superficie.
Yo soy el pendenciero que cierra las compuertas
y las abre sin más
cuando encendido el ciclo de las dudas
va supliendo el calor del viento en la tormenta
y el fuego entre las manos asómase al palmar.
Ahora soy el puto amo, cargado de veneno,
que al llegar sin licencia ni hospedaje cifrado,
espera se deponga o se detenga el duelo solitario.
Que aparece después y con defecto llega
en forma reducida, habrá un convencimiento
innecesario que, al borde de la prisa,
recogerá la tierra y la insatisfacción
ennegrecida y fútil. Sin alma en la conciencia,
arderá como el fuego y el pecado por todos los esquinas
al no reconocer la culpa.
Sin embargo le crecen los pulmones al aire que respiro
porque al tiempo de abrir la voz itinerante
repara el compromiso que se posa en la paz de referencia,
evitando cualquier contagio de ultratumba
que sin resurrección allí se cuela.
encojo y me agazapo. Sentir que no disfruto
me entierra boca abajo si boca arriba soplo
mientras la luz orienta su máximo nivel resplandeciente
contra el letal ambaje que expande en superficie.
Yo soy el pendenciero que cierra las compuertas
y las abre sin más
cuando encendido el ciclo de las dudas
va supliendo el calor del viento en la tormenta
y el fuego entre las manos asómase al palmar.
Ahora soy el puto amo, cargado de veneno,
que al llegar sin licencia ni hospedaje cifrado,
espera se deponga o se detenga el duelo solitario.
Que aparece después y con defecto llega
en forma reducida, habrá un convencimiento
innecesario que, al borde de la prisa,
recogerá la tierra y la insatisfacción
ennegrecida y fútil. Sin alma en la conciencia,
arderá como el fuego y el pecado por todos los esquinas
al no reconocer la culpa.
Sin embargo le crecen los pulmones al aire que respiro
porque al tiempo de abrir la voz itinerante
repara el compromiso que se posa en la paz de referencia,
evitando cualquier contagio de ultratumba
que sin resurrección allí se cuela.