Editorial Alaire

Anochece en el tiempo de la rosa
antes de que la vida se truncara
en el espacio abierto del vacío.

Los edificios solos se consuelan
mientras la luna blanca se hace íntima
en la oscuridad del soñador.

La belleza de todo lo pasado
se cae por precipicios de misterio,
en aceras con árboles que callan.

Los pájaros heridos
preparan el futuro de los astros
más allá de las lágrimas de exilio.

Hay arbustos con lluvia
que se esconden de todos los sonidos
mientras el agua inunda este paisaje.

Las calles permanecen silenciosas
tatuando en la piel de los transeúntes
las batallas perdidas
en los suburbios sórdidos.

Una farola alumbra la soledad del frío
mientras la sombra cubre la desdicha
de los olvidados del invierno.

La música se adentra por las plazas
y una mujer de niebla,
que lleva entre las manos un paraguas,
se va difuminado lentamente
en la distancia suave de la noche.


Ana Muela Sopeña

Todo envuelve el poema y brilla, con la sutileza de tu buen hacer poético.
Creas un ambiente fascinante.
Me ha gustado mucho, Ana.
Un abrazo

Ana Muela Sopeña escribió:Anochece en el tiempo de la rosa
antes de que la vida se truncara
en el espacio abierto del vacío.

Los edificios solos se consuelan
mientras la luna blanca se hace íntima
en la oscuridad del soñador.

La belleza de todo lo pasado
se cae por precipicios de misterio,
en aceras con árboles que callan.

Los pájaros heridos
preparan el futuro de los astros
más allá de las lágrimas de exilio.

Hay arbustos con lluvia
que se esconden de todos los sonidos
mientras el agua inunda este paisaje.

Las calles permanecen silenciosas
tatuando en la piel de los transeúntes
las batallas perdidas
en los suburbios sórdidos.

Una farola alumbra la soledad del frío
mientras la sombra cubre la desdicha
de los olvidados del invierno.

La música se adentra por las plazas
y una mujer de niebla,
que lleva entre las manos un paraguas,
se va difuminado lentamente
en la distancia suave de la noche.


Ana Muela Sopeña

Qué maravila de sensibilidad, de poesía fluvial y de significancia. Describes un paisaje traunsente, un paseo solitario bajo la lluvia frigida, quién hace eso? Quién sale a caminar bajo el granizo que avienta por las calles resbaladizas del invierno? Quién se acuerda de las almas heridas que han perdido todo cobijo familiar? Te felicito Ana por tu capacidad poética y por la noble intencionalidad de tu corazón. Abrazos, ERA

Escribía un comentario, y algo mal debí hacer, cuando se me ha borrado.
Un extraordinario poema que me hace pensar, que la mayoría de las personas que viven con espontaneidad, son otras personas, como dijo Óscar Wilde, con toda la razón. Tu poema me ha llevado a algunas reflexiones . Me agrada la belleza que se agranda con tu lirismo, y la sensación de un acontecer de paz y certeza, por la seguridad que transmite en el donde en que vivimos: en nuestros corazones. Sería mejor conversar, antes que seguir escribiendo Llevas una poética fantástica
Mis felicitaciones.

Desde mi isla, un cordial y fuerte abrazo..

José Manuel F. Febles

Gracias, Carmen, por venir y brindarme tus palabras.

Un beso grande
Ana

Sofisticada presencia de la rosa que de cada pétalo fulgente ha sabido, de tu mano, vestirse de color y de sentires descriptivos.

Un abrazo

Era, me encanta que te haya gustado el poema.

Un beso grande
Ana

Gracias, José Manuel, por tus efusivas palabras.

Un abrazo
Ana

Ana Muela Sopeña escribió:

La música se adentra por las plazas
y una mujer de niebla,
que lleva entre las manos un paraguas,
se va difuminado lentamente
en la distancia suave de la noche.


Ana Muela Sopeña

Inconfundible tu sello, querida Ana, siempre esos paseos al anochecer, cuando las calles quedan tranquilas y en semi penumbra, cuando los sonidos son tenues y reconocibles.
Me ha gustado especialmente esta última estrofa que te identifica perfectamente.

Felicidades y un beso.

Agradezco, Guillermo, tu paso por estos versos.

Un abrazo
Ana

Que hermosura Ana, cómo está la nostalgia latente, detrás de cada imagen, esbozando pasos por la ciudad que queda estampada de este recuerdo al tiempo de la Rosa. Profundamente sensible, sólidamente construido, un placer.
Me encantó, besos querida amiga

Manejas con maestría los paisajes urbanos de soledad y desencanto. Un gusto la lectura. Abrazos.

Precioso y muy logrado paisaje urbano, Ana. Un poema que me encantó leer. Un fuerte abrazo.

Se te dan de maravilla estos poemas de calles y transeúntes con sus sombras.
Un gusto leerte.
Besos. Pilar

Muchas gracias, Marisa, por venir y a mi espacio y brindarme tu tiempo y tus palabras.

Un beso grande
Ana