Editorial Alaire

A veces me roza el canto,
penetro en los esquejes que trasplantan licor de miel,
y me hundo en la ternura
como en un mar de nenúfares.

A veces intento cerrar las puertas
y siento conversar al dolor.

Mi casa está en silencio y reconoce el hueco de mi cuerpo,

Cómo me gustaría decir
que se extiende mi sombra en las paredes;
que se alargan mis ojos hasta la lámpara de luz.

Me duele la cabeza,
y es suficiente
para comprender el dolor del mundo.

Hoy quisiera alargar el sentimiento
y juntos,
leer el periódico que quedó a medias.

Necesito al médico que quita
las migrañas del alma, que sacude las ansias
hasta dejar un río de paz en el encéfalo.

Despertar es lo que importa.
Quizás solo sea un abrazo
para resucitar de nuevo.

¡Cuánta verdad suscitan estos versos, Pilar! El despertar de la consciencia humana es la gran tarea que ya ha comenzado a ser realidad casi palpable; pero aún falta muchísimo. El dolor universal creado a partir de los intereses de pocos es una lacra que nos compete a todos.
Me ha encantado el manejo de las metáforas y la fuerza solidaria que desprenden.

Abrazo y felicidad, querida poeta.

Gran poema, Pilar
un saludo

Pilar Morte escribió:A veces me roza el canto,
penetro en los esquejes que trasplantan licor de miel,
y me hundo en la ternura
como en un mar de nenúfares.

A veces intento cerrar las puertas
y siento conversar al dolor.

Mi casa está en silencio y reconoce el hueco de mi cuerpo,

Cómo me gustaría decir
que se extiende mi sombra en las paredes;
que se alargan mis ojos hasta la lámpara de luz.

Me duele la cabeza,
y es suficiente
para comprender el dolor del mundo.

Hoy quisiera alargar el sentimiento
y juntos,
leer el periódico que quedó a medias.

Necesito al médico que quita
las migrañas del alma, que sacude las ansias
hasta dejar un río de paz en el encéfalo.

Despertar es lo que importa.
Quizás solo sea un abrazo
para resucitar de nuevo.

------------------------

La paz... siempre la inmensa paz de tu palabra, el desliz suave a través de ella en el poema, el abrazo necesario, el mimo urgente, el médico quitamigrañas sólo es eso: amor, paz, esperanza.

Mi abrazo para ti, Pilar Gracias por ser.

Pilar Morte escribió:A veces me roza el canto,
penetro en los esquejes que trasplantan licor de miel,
y me hundo en la ternura
como en un mar de nenúfares.

A veces intento cerrar las puertas
y siento conversar al dolor.

Mi casa está en silencio y reconoce el hueco de mi cuerpo,

Cómo me gustaría decir
que se extiende mi sombra en las paredes;
que se alargan mis ojos hasta la lámpara de luz.

Me duele la cabeza,
y es suficiente
para comprender el dolor del mundo.

Hoy quisiera alargar el sentimiento
y juntos,
leer el periódico que quedó a medias.

Necesito al médico que quita
las migrañas del alma, que sacude las ansias
hasta dejar un río de paz en el encéfalo.

Despertar es lo que importa.
Quizás solo sea un abrazo
para resucitar de nuevo.

Tu poema toca la llaga dolorosa de la soledad. A su vez se une al agora dolorosa donde converge el mundo. Es un grito silente que implosiona en la poesia desnuda y tremula en todo el esplendor de la belleza. Todos necesitamos el digno, el fidedigno abrazo que restablece y da alivio. Un poema humano que opera como un instrumento espiritual. Abrazos u respetos a tu elevada y sensible poesia. ERA

Cuando el canto busca resucitar de nuevo, algo pasa por el cuerpo del alma y por el alma del cuerpo.
Todo un bagaje de nostalgias y sueños se entrecruza por el verso y el dolor de la cabeza que sufre
por dejar a la deriva el sentimiento y un insufiente esfuerzo por querer calmar al mundo antes de despertar.

Un abrazo a la poeta y a la resurrección que te acompaña.

Nostálgico, bello y profundo poema Pilar. Me ha gustado muchísimo. Abrazos.

Pinar buen poema nos dejas con un mensaje intenso e intimista. Lo disfruté leyendo

saludos

rafael

Hallie Hernández Alfaro escribió:¡Cuánta verdad suscitan estos versos, Pilar! El despertar de la consciencia humana es la gran tarea que ya ha comenzado a ser realidad casi palpable; pero aún falta muchísimo. El dolor universal creado a partir de los intereses de pocos es una lacra que nos compete a todos.
Me ha encantado el manejo de las metáforas y la fuerza solidaria que desprenden.

Abrazo y felicidad, querida poeta.

Gracias, Hallie, por venir y dejar tu valiosa palabra.
Besos
Pilar

Ronald Bonilla escribió:Bello final para un poema de gran calidad. Versos como estos hacen de mi mañana algo digno de vivirse:
Cómo me gustaría decir
que se extiende mi sombra en las paredes;
que se alargan mis ojos hasta la lámpara de luz.

Abrazos

Gracias. Ronald. Por acercarte a estos versos y dejar tu amabĺe palabra.
Besos
Pilar

enrique garcia escribió:Gran poema, Pilar
un saludo

Gracias, Enrique, por dejar tu amable palabra
Besos
Pilar

Concha Vidal escribió:

Pilar Morte escribió:A veces me roza el canto,
penetro en los esquejes que trasplantan licor de miel,
y me hundo en la ternura
como en un mar de nenúfares.

A veces intento cerrar las puertas
y siento conversar al dolor.

Mi casa está en silencio y reconoce el hueco de mi cuerpo,

Cómo me gustaría decir
que se extiende mi sombra en las paredes;
que se alargan mis ojos hasta la lámpara de luz.

Me duele la cabeza,
y es suficiente
para comprender el dolor del mundo.

Hoy quisiera alargar el sentimiento
y juntos,
leer el periódico que quedó a medias.

Necesito al médico que quita
las migrañas del alma, que sacude las ansias
hasta dejar un río de paz en el encéfalo.

Despertar es lo que importa.
Quizás solo sea un abrazo
para resucitar de nuevo.

------------------------

La paz... siempre la inmensa paz de tu palabra, el desliz suave a través de ella en el poema, el abrazo necesario, el mimo urgente, el médico quitamigrañas sólo es eso: amor, paz, esperanza.

Mi abrazo para ti, Pilar Gracias por ser.

Gracias, Concha, por acercarte y dejar tu siempre optimista palabra
Besos
Pilar

E. R. Aristy escribió:

Pilar Morte escribió:A veces me roza el canto,
penetro en los esquejes que trasplantan licor de miel,
y me hundo en la ternura
como en un mar de nenúfares.

A veces intento cerrar las puertas
y siento conversar al dolor.

Mi casa está en silencio y reconoce el hueco de mi cuerpo,

Cómo me gustaría decir
que se extiende mi sombra en las paredes;
que se alargan mis ojos hasta la lámpara de luz.

Me duele la cabeza,
y es suficiente
para comprender el dolor del mundo.

Hoy quisiera alargar el sentimiento
y juntos,
leer el periódico que quedó a medias.

Necesito al médico que quita
las migrañas del alma, que sacude las ansias
hasta dejar un río de paz en el encéfalo.

Despertar es lo que importa.
Quizás solo sea un abrazo
para resucitar de nuevo.

Tu poema toca la llaga dolorosa de la soledad. A su vez se une al agora dolorosa donde converge el mundo. Es un grito silente que implosiona en la poesia desnuda y tremula en todo el esplendor de la belleza. Todos necesitamos el digno, el fidedigno abrazo que restablece y da alivio. Un poema humano que opera como un instrumento espiritual. Abrazos u respetos a tu elevada y sensible poesia. ERA

Gracias, ERA, por dejar tu valiosa palabra.
Besos
Pilar

Guillermo Cuesta escribió:Cuando el canto busca resucitar de nuevo, algo pasa por el cuerpo del alma y por el alma del cuerpo.
Todo un bagaje de nostalgias y sueños se entrecruza por el verso y el dolor de la cabeza que sufre
por dejar a la deriva el sentimiento y un insufiente esfuerzo por querer calmar al mundo antes de despertar.

Un abrazo a la poeta y a la resurrección que te acompaña.

Gracias, Guillermo, por tus amables palabras. Tú siempre tan atento
Besos
Pilar