Un miembro del ISIS segundos antes y después de la explosión
Publicado: Mar, 12 Dic 2017 21:05
Soy un hombre
que sabe lo que lleva entre manos y alrededor de su cintura:
cartuchos de explosivos.
Busco la verdad a través del dolor y la muerte
lucho por la Yihad Islámica
practico la gran y la pequeña yihad
combato mis pasiones y me dedico a la lucha armada
me esfuerzo para que la ley divina reine en la tierra
tengo el deber divino de obrar por Alá
debo conseguir la paz mediante la resistencia
a las agresiones injustas de occidente
persigo a los enemigos de la fe.
Mi Dios es el único Dios, el compasivo, el creador, el misericordioso,
el justo, no tiene intermediarios,
es la causa de lo que sea que le pase a las cosas vivas
vela por todo y tiene las llaves del cielo y de la tierra.
Mi Dios descorre la cortina de la luz y me ordena que me inmole y os acribille
porque sois como la bolsa con los sentimientos
o peor, atormentáis con vuestras multinacionales y globalizaciones
amenazáis con los misiles y los impuestos y los conductos de gas
y enarboláis banderas con calaveras en las piscinas
de los rascacielos y de los transatlánticos
y vuestras palabras son botes de humo
y submarinos nucleares vuestros deseos insatisfechos
y nada tenéis que ver con el mar ni con el amor.
Estoy convencido, de todo corazón,
que volveré de nuevo
una vez cumplida mi misión
a ver mis películas preferidas en directo
a vestir las dunas y las medias lunas y las túnicas y los turbantes que se me antojen
a tomar el te con mis hermanos de sangre en las haimas del desierto
a bañarme en champán con vírgenes en los oasis
y me burlaré del fruto y del reptil y de sus palabras capciosas
e inclinaré la cabeza ante el árbol de la vida,
mi Dios.
Ya se acerca el momento
que me prometió el imán.
Soy un privilegiado mártir asesino
elegido por el único Dios que existe.
Utilizo métodos violentos contra las masas.
En las ciudades plantan bolardos de hierro y cemento
para evitarlo, y establecen controles policiales
en las estaciones y en los aeropuertos.
Ha llegado la hora.
Espero que todo salga bien.
Una tormenta de arena me tapa los ojos y la boca y la nariz.
Los vídeos que me ponen son todos de reposición.
El líquido de la bañera es del grupo cero positivo.
En este mundo no hay árboles frutales ni piedras preciosas.
Aquí sólo hay armas de fuego y cheques sin fondo.
Es una lástima. Todo era mentira.
Y lo que más me fastidia es que el paraíso sea fiscal.
que sabe lo que lleva entre manos y alrededor de su cintura:
cartuchos de explosivos.
Busco la verdad a través del dolor y la muerte
lucho por la Yihad Islámica
practico la gran y la pequeña yihad
combato mis pasiones y me dedico a la lucha armada
me esfuerzo para que la ley divina reine en la tierra
tengo el deber divino de obrar por Alá
debo conseguir la paz mediante la resistencia
a las agresiones injustas de occidente
persigo a los enemigos de la fe.
Mi Dios es el único Dios, el compasivo, el creador, el misericordioso,
el justo, no tiene intermediarios,
es la causa de lo que sea que le pase a las cosas vivas
vela por todo y tiene las llaves del cielo y de la tierra.
Mi Dios descorre la cortina de la luz y me ordena que me inmole y os acribille
porque sois como la bolsa con los sentimientos
o peor, atormentáis con vuestras multinacionales y globalizaciones
amenazáis con los misiles y los impuestos y los conductos de gas
y enarboláis banderas con calaveras en las piscinas
de los rascacielos y de los transatlánticos
y vuestras palabras son botes de humo
y submarinos nucleares vuestros deseos insatisfechos
y nada tenéis que ver con el mar ni con el amor.
Estoy convencido, de todo corazón,
que volveré de nuevo
una vez cumplida mi misión
a ver mis películas preferidas en directo
a vestir las dunas y las medias lunas y las túnicas y los turbantes que se me antojen
a tomar el te con mis hermanos de sangre en las haimas del desierto
a bañarme en champán con vírgenes en los oasis
y me burlaré del fruto y del reptil y de sus palabras capciosas
e inclinaré la cabeza ante el árbol de la vida,
mi Dios.
Ya se acerca el momento
que me prometió el imán.
Soy un privilegiado mártir asesino
elegido por el único Dios que existe.
Utilizo métodos violentos contra las masas.
En las ciudades plantan bolardos de hierro y cemento
para evitarlo, y establecen controles policiales
en las estaciones y en los aeropuertos.
Ha llegado la hora.
Espero que todo salga bien.
Una tormenta de arena me tapa los ojos y la boca y la nariz.
Los vídeos que me ponen son todos de reposición.
El líquido de la bañera es del grupo cero positivo.
En este mundo no hay árboles frutales ni piedras preciosas.
Aquí sólo hay armas de fuego y cheques sin fondo.
Es una lástima. Todo era mentira.
Y lo que más me fastidia es que el paraíso sea fiscal.