Editorial Alaire

Y si el amor no alcanza a realizarse
en estas miradas.
En esta detención de pulsos
que se olvida del tiempo.
En este pedazo de inconsciencia
en el que la nada
se hace una con los dos
y solo, somos...

Habrá que pensarnos
en otra estrategia,
en otras formas,
en otras vidas...

Mientras tanto eso llega,
seamos la ternura hecha emoción,
la imagen que brilla sutil
en una lágrima
y se guarda
(para no perderse)...

Amparémonos en nuestros ojos.

Sigamos viviendo
-por piedad-
en estas miradas.

Cuando vence el amor se entrega poco a poco o de repente. Es su antojo por el que corre tu inspiración y
la decidida forma de darse y darlo a conocer para cuando llegue.
Un abrazo.

También las miradas con ternura son amor. Hermosos versos.
Abrazos
Pilar

Guillermo Cuesta escribió:Cuando vence el amor se entrega poco a poco o de repente. Es su antojo por el que corre tu inspiración y
la decidida forma de darse y darlo a conocer para cuando llegue.
Un abrazo.

Así es de antojadizo el amor.
Y así vamos nosotros, montados en sus vaivenes, intentando seguirle el pulso.
Gracias Guillermo por leerme.
Abrazo.

Pilar Morte escribió:También las miradas con ternura son amor. Hermosos versos.
Abrazos
Pilar

Creo profundamente en el amor hecho de miradas Pilar. Y es tan bello, tan puro que solo quien lo descubre, lo llega a comprender.
Gracias.
Te abrazo!

Rescato este bello poema Maria Inés, te felicito
Un abrazo
Carmen

Muchas gracias Carmen.
Siempre tan generosa con mis poemas.
Un abrazo.

María Inés Iacometti escribió:Y si el amor no alcanza a realizarse
en estas miradas.
En esta detención de pulsos
que se olvida del tiempo.
En este pedazo de inconsciencia
en el que la nada
se hace una con los dos
y solo, somos...

Habrá que pensarnos
en otra estrategia,
en otras formas,
en otras vidas...

Mientras tanto eso llega,
seamos la ternura hecha emoción,
la imagen que brilla sutil
en una lágrima
y se guarda
(para no perderse)...

Amparémonos en nuestros ojos.

Sigamos viviendo
-por piedad-
en estas miradas.

Un canto a los seres que nos rodean. Una flor blanca que se extiende en una sonrisa esperanzadora. Un abrazo incondicional que abarca a millones y millones de seres que se desplazan en la existencia. Un poema extraordinario opuesto a la indeferencia letal. Un poema, María Inés simplemente amador, esplendoroso! Abrazos, E. R. Aristy

ERA. Tu comentario es un poema.
Muchas gracias amiga por sentir tan intensamente y manifestarlo.
Un gran abrazo.

Hermoso trabajo, amiga María Inés.
Abrazos.