Editorial Alaire

`
Ricardo siempre supo predecir el tiempo.
Debido a, según se dice, influencias paternas
también sabía hablar chino
(al menos para hacerse entender
en aquel primer restaurante oriental
que desembarcó en el pueblo)
Y cómo no, desde muy joven
le pusieron el mote de "el chino"
en ese municipio a 30 kms -o a cien mil
en otras dimensiones- de la gran urbe.

Siempre supo también encajar
con insuperable estoicismo toda clase de vejaciones,
ostias e insultos.
Algunas veces se atacaba y se convertía
en un muñeco ridículo y torpe,
(... más torpe aún de lo que ya era),
un muñeco que arrojaba lágrimas
ardientes, inútiles y furiosas,
como un dragón acorralado
provisto de un fuego imprudente
e incoloro, que a nadie quemaba
pero del que casi todos se reían.

Y entonces su mami se quejaba a las autoridades
competentes que tampoco veían.
Al día siguiente volvía a predecir tormentas
(y a veces acertaba)

Hoy recuerda todos nuestros nombres;
su expresión transparente, su eterno gesto
alegre, sin rencor a nada ni hacia nadie.
-Ricardo, ¿qué tiempo va a hacer mañana?
-Ay, Fermín, ¡qué cachondo eres!
Pero ya nadie se ríe de él.

Se sientan a su lado, le saludan y le sonríen
con sus miradas idas y torpes
(como de viejo perro arrepentido)
Y a menudo esos mismos tipos de antes,
con un upgrade parecido al respeto
-doy fe de ello- le preguntan por las nubes
e incluso le pagan la coca cola.

_____________

Luis M. escribió:`
Ricardo siempre supo predecir el tiempo.
Sabe hablar chino (por lo menos para hacerse entender
en aquel primer restaurante oriental
que desembarcó en el pueblo)
y le llaman desde niño "el chino", cómo no.
Siempre supo también encajar toda clase
de vejaciones, ostias e insultos.
Algunas veces se atacaba y se convertía
en un muñeco ridículo, torpe,
...más torpe todavía,
que arrojaba lágrimas inútiles
y furiosas, como de un fuego prudente e incoloro,
que muy pocos veían
pero casi todos reían..
Y entonces su mami, se quejaba a las autoridades competentes
que tampoco veían.
Al día siguiente volvía a predecir tormentas
(y a veces acertaba)
Hoy recuerda todos nuestros nombres,
su expresión transparente, su gesto alegre
siempre, sin rencor a nada ni a nadie.
-Ricardo, ¿qué tiempo va a hacer mañana?
-Ay, Fermín, que cachondo eres!.
Ya nadie se ríe de él.
Se sientan a su lado, con sus miradas idas
(y torpes)
Juraría que por un momento risueñas.
Y, a menudo,
a menudo esos mismos tipos de antes,
...incluso le invitan a una copa.

__________________

Luis, me gusta este relato tuyo en prosa, tan distinto a los que nos tienes acostumbrados.

Saludos mediterráneos

Así de pronto me vino a la memoria el Azarías de Los Santos Inocentes, Forrest Gump y un señor
que todos llamaban "el tonto del pueblo" y que tenía un don especial para las plantas curativas.
Los tres que acabo de mencionar tienen algo en común y es que rebosan inocencia por todos los lados.
En cualquier caso me dan mucha grima l@s listill@s, l@s graciosill@s y es@s que van de inocentes
y te clavan una puñalada trapera a la más mínima.Seguramente me fui por otros mundos, Luis,
pero el café estaba exquisito y tu poema, además de gustarme, me hizo pensar y no es poca cosa...
Un beso, compi,uno inocente;)

La humanidad, la ternura y la tolerancia se reinventan en estos versos bien trazados y me invitan a tener los ojos abiertos a todas las personas que pueden dejar en nosotros un rastro de sana incordura.
Un gran abrazo amigo.

Qué bonito poder disfrutar del cambio y saber beber la cocacola en nombre de todos los demás.

Un abrazo

Muy hermoso, Luis, hasta el escalofrío. Un abrazo para el "chino"

Parece que, últimamente, van surgiendo demasiados casos. Este que muestras tiene final feliz, y me alegro. Me gustó leerte
Besos
Pilar

Luis M. escribió:`
Ricardo siempre supo predecir el tiempo.
Sabe hablar chino (por lo menos para hacerse entender
en aquel primer restaurante oriental
que desembarcó en el pueblo)
y le llaman desde niño "el chino", cómo no.
Siempre supo también encajar toda clase
de vejaciones, ostias e insultos.
Algunas veces se atacaba y se convertía
en un muñeco ridículo, torpe,
...más torpe todavía,
que arrojaba lágrimas inútiles
y furiosas, como de un fuego prudente e incoloro,
que muy pocos veían
pero casi todos reían..
Y entonces su mami, se quejaba a las autoridades competentes
que tampoco veían.
Al día siguiente volvía a predecir tormentas
(y a veces acertaba)
Hoy recuerda todos nuestros nombres,
su expresión transparente, su gesto alegre
siempre, sin rencor a nada ni a nadie.
-Ricardo, ¿qué tiempo va a hacer mañana?
-Ay, Fermín, ¡que cachondo eres!.
Ya nadie se ríe de él.
Se sientan a su lado, con sus miradas idas
(y torpes)
Como de perro arrepentido.
Y, a menudo,
a menudo esos mismos tipos de antes,
...incluso le pagan la coca cola.

_______________________

Reinventas a un personaje muy especial en el gran teatro de la vida. Un personaje indispensable para probar la Inteligencia Emocional de todos nosotros. El grado en que verdaderamente entendemos o no. Te aplaudo por ello, por el buen hacer de tu poema, Luis. Es uno de mis personajes favoritos, de hecho he tenido y tengo la dicha de conocer esta divina presencia y aprender a hablar en Amor. Un abrazo, ERA

Concha Vidal escribió:
Luis, me gusta este relato tuyo en prosa, tan distinto a los que nos tienes acostumbrados.

Saludos mediterráneos

Muchas gracias, Concha. Me alegra que te gustara. Un abrazo.

Rosa Martín escribió:Así de pronto me vino a la memoria el Azarías de Los Santos Inocentes, Forrest Gump y un señor
que todos llamaban "el tonto del pueblo" y que tenía un don especial para las plantas curativas.
Los tres que acabo de mencionar tienen algo en común y es que rebosan inocencia por todos los lados.
En cualquier caso me dan mucha grima l@s listill@s, l@s graciosill@s y es@s que van de inocentes
y te clavan una puñalada trapera a la más mínima.Seguramente me fui por otros mundos, Luis,
pero el café estaba exquisito y tu poema, además de gustarme, me hizo pensar y no es poca cosa...
Un beso, compi,uno inocente;)

No, no te fuiste por "otros mundos", fuiste por el "mundo" correcto . Y sí, a mí también siempre me dieron grima los graciosillos crueles... Me alegra que te gustara este poema. Un beso compi.

Armilo Brotón escribió:La humanidad, la ternura y la tolerancia se reinventan en estos versos bien trazados y me invitan a tener los ojos abiertos a todas las personas que pueden dejar en nosotros un rastro de sana incordura.
Un gran abrazo amigo.

Sí, esa "sana incordura" a menudo es triste y lamentablemente aplastada por la estupidez. Un gran abrazo amigo!

Guillermo Cuesta escribió:Qué bonito poder disfrutar del cambio y saber beber la cocacola en nombre de todos los demás.

Un abrazo

Lo malo es que a menudo el cambio llega demasiado tarde. Un abrazo amigo.

xaime oroza carballo escribió:Muy hermoso, Luis, hasta el escalofrío. Un abrazo para el "chino"

.

Se lo daré de tu parte, jeje. Un fuerte abrazo amigo.

Pilar Morte escribió:Parece que, últimamente, van surgiendo demasiados casos. Este que muestras tiene final feliz, y me alegro. Me gustó leerte
Besos
Pilar

Siempre han habido estos casos, solo que antes se consideraban de lo más normal.. Un abrazo, amiga.

E. R. Aristy escribió:

Luis M. escribió:`
Ricardo siempre supo predecir el tiempo.
Sabe hablar chino (por lo menos para hacerse entender
en aquel primer restaurante oriental
que desembarcó en el pueblo)
y le llaman desde niño "el chino", cómo no.
Siempre supo también encajar toda clase
de vejaciones, ostias e insultos.
Algunas veces se atacaba y se convertía
en un muñeco ridículo, torpe,
...más torpe todavía,
que arrojaba lágrimas inútiles
y furiosas, como de un fuego prudente e incoloro,
que muy pocos veían
pero casi todos reían..
Y entonces su mami, se quejaba a las autoridades competentes
que tampoco veían.
Al día siguiente volvía a predecir tormentas
(y a veces acertaba)
Hoy recuerda todos nuestros nombres,
su expresión transparente, su gesto alegre
siempre, sin rencor a nada ni a nadie.
-Ricardo, ¿qué tiempo va a hacer mañana?
-Ay, Fermín, ¡que cachondo eres!.
Ya nadie se ríe de él.
Se sientan a su lado, con sus miradas idas
(y torpes)
Como de perro arrepentido.
Y, a menudo,
a menudo esos mismos tipos de antes,
...incluso le pagan la coca cola.

_______________________

Reinventas a un personaje muy especial en el gran teatro de la vida. Un personaje indispensable para probar la Inteligencia Emocional de todos nosotros. El grado en que verdaderamente entendemos o no. Te aplaudo por ello, por el buen hacer de tu poema, Luis. Es uno de mis personajes favoritos, de hecho he tenido y tengo la dicha de conocer esta divina presencia y aprender a hablar en Amor. Un abrazo, ERA

Por desgracia la inteligencia emocional es un bien más bien escaso. Muchas gracias por tu hermoso comentario, ERA. Un gran abrazo.