Editorial Alaire

De niño, me moría porque llegara una fecha, una noche, un acontecimiento.

Siempre me trajeron los Reyes pistolas, revólveres

y balones de cuero y cuerdas en la boca.

No lo que pedía en mi carta: un microscopio.

Me hubiera entusiasmado observar lo que normalmente no se ve:

ese mundo paralelo, aparentemente inexistente y misterioso de la vida:

las células.


El niño de cada uno muere con la primera mentira:

los reyes son los padres.


Antes creía que existían dos mundos, uno que no se veía ni se vivía, un mundo mágico, que

te ofrecía todo. Y otro en el que te movías, que parecía siempre lo tenías a

mano, pero no dependía de ti.


Ahora en cualquier centro comercial ofrecen los dos mundos por uno.


En el trastero de mi casa aún conservo y a menudo observo colgada la foto enmarcada y ampliada

de un niño que dio a luz mi abuela y que no conoció a sus padres, ni a los reyes, ni a nadie, murió

de bebé,

sólo vino al mundo.

Pero conoció la luz.


Siempre la vi colgada en casa de mis abuelos.

La casa la heredé y la vendí por cuatro perras.


Ahora guardo en el trastero la foto de un niño muerto que siempre me recuerda a alguien.

Si resortes de los mayores sirvieran para darle luz al niño ¿quién pudiera consentir que sucediera?

Si la culpa fuera entera de los Reyes Magos qué mágico sería pasar toda la culpa a los camellos.


Mientras tanto, ya he dejado de ser niño y tu me lo demuestras pasando por la venta de tu casa.

Un abrazo


















si tuvieran l

La niñez… mi estimado Manuel Alonso, la niñez es esa raíz que aun ancianos nuestros años y muerto nuestro niño interior, nunca nos falla. Siempre está ahí, en un recuerdo, en un aroma, en una imagen, en un sonido… en algún sueño.
Hermosísima la imagen del niño que no vivió, pero que vio la luz… (quien sabe, tal vez ese tipo de seres sean los que habitan ese otro mundo, y nos aguardan… esperando que nosotros también regresemos a él en forma de células).

Un texto precioso, me conmovió mucho.

Un fuerte abrazo.

Magistral en la sencillez desbordante. Que fácil haces lo más difícil: llegar con tu voz, con tu sentir. Siempre un placer seguirte.
Un abrazo

Gracias Guillermo, un abrazo, amigo.

Manuel, ves mucho... incluso sin microscopio.

Felicidades y un abrazo.
Ignacio

Gracias Sidel, por el comentario, un abrazo, amiga.

Todos descubrimos algún día que los reyes no existen, ¿o si? los padres juegan bien el papel de alimentar las ilusiones y es bonito, de alguna manera nos hacen soñar...
Tus versos me han hecho recordar momentos vividos antaño y ahora mismo tengo una gran sonrisa,,,gracias poeta
Un abrazo
Carmen

Gracias Xaime, un abrazo, amigo.

Gracias Ignacio, un abrazo, amigo.

Gracias Carmen, un abrazo, amiga.

Manuel Alonso escribió:De niño, me moría porque llegara una fecha, una noche, un acontecimiento.

Siempre me trajeron los Reyes pistolas, revólveres

y balones de cuero y cuerdas en la boca.

No lo que pedía en mi carta: un microscopio.

Me hubiera entusiasmado observar lo que normalmente no se ve:

ese mundo paralelo, aparentemente inexistente y misterioso de la vida:

las células.


El niño de cada uno muere con la primera mentira:

los reyes son los padres.


Antes creía que existían dos mundos, uno que no se veía ni se vivía, un mundo mágico, que

te ofrecía todo. Y otro en el que te movías, que parecía siempre lo tenías a

mano, pero no dependía de ti.


Ahora en cualquier centro comercial ofrecen los dos mundos por uno.


En el trastero de mi casa aún conservo y a menudo observo colgada la foto enmarcada y ampliada

de un niño que dio a luz mi abuela y que no conoció a sus padres, ni a los reyes, ni a nadie, murió

de bebé,

sólo vino al mundo.

Pero conoció la luz.


Siempre la vi colgada en casa de mis abuelos.

La casa la heredé y la vendí por cuatro perras.


Ahora guardo en el trastero la foto de un niño muerto que siempre me recuerda a alguien.

Un poema conmovedor. Me deja emociones y conexiones que no olvidare nunca. You tambien guardo a Eugenio. Leerte, sumirme con tu insignia de estilo es siempre un viaje extraordinario
Y hermoso
ERA

Gracias ERA, un abrazo, amiga.

Es la primera vez que he sentido pena de que los reyes fuesen los padres. Así es la vida, magia y realidad.
Me gustó tu poema.
Besos
Pilar

Gracias Pilar, un abrazo, y Feliz Navidad, a iga.