Editorial Alaire

En el camino viejo que tengo abandonado
desde la impronta espesa de mi desidia antigua
ha decidido el tiempo que no desesperar es importante,
ya que querer volver a la conciliación supone perdonar
y repartir simiente. Aquí la voluntad acaba de empezar
a hacerse humilde y partidaria del perdón
y el reconcilio . Haberse permitido que camine
un poco para atrás es como querer encontrar apoyo
y fuerza necesaria para llegar a tiempo a la reforma.

Ya no me cuestiono ni me exijo que el deseo pueda y quiera
salir de su camino y hacer del desalojo
cualquier entronizada recesión que determine
qui´én se pone al mando cuando al revés va todo
y el desagravio ha perdido su poder y la denuncia.


Formar camino nuevo no es posible
si no hay espacio suficiente. Amplío ahora
las medidas. y salgo afuera. Renuncio
a mis deberes y tomo de soslayo una obligación
que desestima
las normas y las leyes más adversas
cuando la gravedad pide permiso
para hacer de su capa un sayo
dedicándose impunemente a la repercusión intuitiva

Qué bien lo dices y qué honda la introspección donde deseos, misiones, extravíos, esperas, márgenes, parecen encontrar luz en el camino. Hay mucha miga en este gran poema, Guillermo. Sinceramente recomendaría a la humanidad tus cuerpos poemáticos, son y no exagero nada, un tratado filosófico-literario de gran calidad.

Un abrazo.

Gracias Hallie por tan ameno agradable y dulce comentario. Menos mal que tu lo amparas y lo nutres, amiga.
Al mismo tiempo me siento compensado por tu apoyo y tu templanza, aunque no merezca tanto se que ahí estás
ofreciendo ayuda y esperanza.

Para tí un beso enorme y un apretado y largo abrazo

Por estos lares "el camino viejo" es el Camino Real, tanto del rey como de los nómadas, peregrinos y gente de la aldea que se acercan al "amparo" de la ciudad entre murallas. Gran peregrinaje interior el tuyo, amigo. Un hermoso placer recorrer el Camino Viejo con tu voz de compañera.
Abrazo, compañero

Gracias, Xaime, por abrir con tu palabra de equilibrio el reconocimiento de la mía. Un abrazo

Este poema vuelve a la conciliación por si acaso alguien desea reconciliar su apoyo.

Saludos

Guillermo Cuesta escribió:En el camino viejo que tengo abandonado
desde la impronta espesa de mi desidia antigua
ha decidido el tiempo que no desesperar es importante,
ya que querer volver a la conciliación supone perdonar
y repartir simiente. Aquí la voluntad acaba de empezar
a hacerse humilde y partidaria del perdón
y el reconcilio . Haberse permitido que camine
un poco para atrás es como querer encontrar apoyo
y fuerza necesaria para llegar a tiempo a la reforma.

Ya no me cuestiono ni me exijo que el deseo pueda y quiera
salir de su camino y hacer del desalojo
cualquier entronizada recesión que determine
qui´én se pone al mando cuando al revés va todo
y el desagravio ha perdido su poder y la denuncia.


Formar camino nuevo no es posible
si no hay espacio suficiente. Amplío ahora
las medidas. y salgo afuera. Renuncio
a mis deberes y tomo de soslayo una obligación
que desestima
las normas y las leyes más adversas
cuando la gravedad pide permiso
para hacer de su capa un sayo
dedicándose impunemente a la repercusión intuitiva

Un poema muy bello y diciente, Guillermo. Invita a la refleccion intuitiva sobre los valores tanto fundamentales como la pregunta de la transcendencia. Te felicito amigo poeta. Abrazos, ERA

ERA, por tu gran amabilidad y apoyo, gracias.
Que te acompaña la la felicidad por donde vayas.

Un abrazo

Un poema de gran hondura y significado. Un tratado de la vida. Me gustó mucho
Besos
Pilar

... cuánto, vcuánto muestra y enseña la senda de vida, cuánto; eso al menos es lo que creo yo que tu magnífico poema pone de manifiesto y así lo canta, Guillermo Cuesta, así lo canta; sapiencia y verbo bien acondicionado para conformar un trabajo de altura y ser entregado a Erato (sin ningún recato) como tú mismo muy bien podrías decir; felicitaciones, amigo; Orión