Editorial Alaire

La lluvia tiene un hermoso traje
si puedo tocarla, acariciar su fondo,
tallarla al revés y civilizarme con ella.

Si son ojos, ver su transparencia.
Enlazar con la eternidad sin resistirme,
sin ambages,
para establecer contacto con ella.
Adivinar el agua que corre
abrigando mis intenciones,
por debajo,
resbalando el digno predicado de sus caricias.

Si son brazos, recrear su nacimiento
en la huida irregular de un riachuelo.
Haciendo muralla sin reparo,
rodeando mi vacío.
Rescatando el mar en mi costa
de mi limitada libertad,
en un orden que estructure.

¡Ay, si me evapora, si me amarillea,
si me borra de sus ojos cansados!

Entonces, haré que se incline sobre mis capas
para poder correr cargada de sal marina.

¿Y si me destempla?.
Haré que habite por momentos para vivir
la leyenda del ciclo,
y sacuda sobre la tierra
su capa de caña mágica.

¿Y si me inunda?.
Ahogaré mis restos
interpretando a mi modo el Diluvio.
Con el chasquido en el suelo
de anchos aleros.
Con el sabor tierno de una lágrima
para regar los cuatro puntos
al otro extremo del mundo.

Y cocer a fuego lento su cruz
y su fonda,
su firmamento.
Cuando resbale gota a gota
y llore su cielo
en todas mis ropas viejas.

Bellísimo, Carmen:

Cada vez escribes mejor, mejor y mejor.

La poesía pura en tus versos.

Felicitaciones, amiga poeta
Un beso
Ana

Carmen Pla escribió:La lluvia tiene un hermoso traje
si puedo tocarla, acariciar su fondo,
tallarla al revés y civilizarme con ella.

Si son ojos, ver su transparencia.
Enlazar con la eternidad sin resistirme,
sin ambages,
para establecer contacto con ella.
Adivinar el agua que corre
abrigando mis intenciones,
por debajo,
resbalando el digno predicado de sus caricias.

Si son brazos, recrear su nacimiento
en la huida irregular de un riachuelo.
Haciendo muralla sin reparo,
rodeando mi vacío.
Rescatando el mar en mi costa
de mi limitada libertad,
en un orden que estructure.

¡Ay, si me evapora, si me amarillea,
si me borra de sus ojos cansados!

Entonces, haré que se incline sobre mis capas
para poder correr cargada de sal marina.

¿Y si me destempla?.
Haré que habite por momentos para vivir
la leyenda del ciclo,
y sacuda sobre la tierra
su capa de caña mágica.

¿Y si me inunda?.
Ahogaré mis restos
interpretando a mi modo el Diluvio.
Con el chasquido en el suelo
de anchos aleros.
Con el sabor tierno de una lágrima
para regar los cuatro puntos
al otro extremo del mundo.

Y cocer a fuego lento su cruz
y su fonda,
su firmamento.
Cuando resbale gota a gota
y llore su cielo
en todas mis ropas viejas.

Me gusta el traje de la lluvia en todas sus acepciones. Si somos agua, en nuestra mayor parte, pues que nos lleve con ella.
Me encantó tu poema Carmen… y en el campo nos dan fiesta.
Un saludote en el día después de las lluvias, que ya era hora que nos lloviera.

¡Ay la lluvia y lo que despierta ..!.es maravilloso ver como surgen versos desde ella con tanta magia y belleza.
Un fuerte abrazo poeta
Carmen

Un recuerdo: " gotas de lluvia que al caer..." Yo me las encuentro nutriendo y destilando el verso que las va recogiendo
con la inspirada senda del lenguaje tuyo.
Aunque hace frío por estos parajes madrileños no nos vendrían mal unas pocas gotitas de esas o copitos blancos.

U n a razo

Tiene razón Ana cuando dice que cada día escribes mejor. Unos versos con sensibilidad, lirismo y belleza.
Abrazos
Pilar

Carmen Pla escribió:La lluvia tiene un hermoso traje
si puedo tocarla, acariciar su fondo,
tallarla al revés y civilizarme con ella.

Si son ojos, ver su transparencia.
Enlazar con la eternidad sin resistirme,
sin ambages,
para establecer contacto con ella.
Adivinar el agua que corre
abrigando mis intenciones,
por debajo,
resbalando el digno predicado de sus caricias.

Si son brazos, recrear su nacimiento
en la huida irregular de un riachuelo.
Haciendo muralla sin reparo,
rodeando mi vacío.
Rescatando el mar en mi costa
de mi limitada libertad,
en un orden que estructure.

¡Ay, si me evapora, si me amarillea,
si me borra de sus ojos cansados!

Entonces, haré que se incline sobre mis capas
para poder correr cargada de sal marina.

¿Y si me destempla?.
Haré que habite por momentos para vivir
la leyenda del ciclo,
y sacuda sobre la tierra
su capa de caña mágica.

¿Y si me inunda?.
Ahogaré mis restos
interpretando a mi modo el Diluvio.
Con el chasquido en el suelo
de anchos aleros.
Con el sabor tierno de una lágrima
para regar los cuatro puntos
al otro extremo del mundo.

Y cocer a fuego lento su cruz
y su fonda,
su firmamento.
Cuando resbale gota a gota
y llore su cielo
en todas mis ropas viejas.

La lluvia siempre es maravilla y tú le has dado singular presencia y vida! Besos, amiga!

Llueve poesía en tus versos, llueve en el alma, llueve y la lluvia inspira y nacen poemas que nos hacen sentir y disfrutar de la poesía, todo un placer mi querida amiga, gracias por el momento.

Un gran abrazo

Cecilia

Bello poema, Carmen
te dejo un abrazo

Ana Muela Sopeña escribió:Bellísimo, Carmen:

Cada vez escribes mejor, mejor y mejor.

La poesía pura en tus versos.

Felicitaciones, amiga poeta
Un beso
Ana

Gracias por tus palabras, Ana.
Me alegra mucho recibirlas.
Un beso

Alonso Vicent escribió:

Carmen Pla escribió:La lluvia tiene un hermoso traje
si puedo tocarla, acariciar su fondo,
tallarla al revés y civilizarme con ella.

Si son ojos, ver su transparencia.
Enlazar con la eternidad sin resistirme,
sin ambages,
para establecer contacto con ella.
Adivinar el agua que corre
abrigando mis intenciones,
por debajo,
resbalando el digno predicado de sus caricias.

Si son brazos, recrear su nacimiento
en la huida irregular de un riachuelo.
Haciendo muralla sin reparo,
rodeando mi vacío.
Rescatando el mar en mi costa
de mi limitada libertad,
en un orden que estructure.

¡Ay, si me evapora, si me amarillea,
si me borra de sus ojos cansados!

Entonces, haré que se incline sobre mis capas
para poder correr cargada de sal marina.

¿Y si me destempla?.
Haré que habite por momentos para vivir
la leyenda del ciclo,
y sacuda sobre la tierra
su capa de caña mágica.

¿Y si me inunda?.
Ahogaré mis restos
interpretando a mi modo el Diluvio.
Con el chasquido en el suelo
de anchos aleros.
Con el sabor tierno de una lágrima
para regar los cuatro puntos
al otro extremo del mundo.

Y cocer a fuego lento su cruz
y su fonda,
su firmamento.
Cuando resbale gota a gota
y llore su cielo
en todas mis ropas viejas.

Me gusta el traje de la lluvia en todas sus acepciones. Si somos agua, en nuestra mayor parte, pues que nos lleve con ella.
Me encantó tu poema Carmen… y en el campo nos dan fiesta.
Un saludote en el día después de las lluvias, que ya era hora que nos lloviera.

Muchas gracias, Alonso.
Seguro que el campo la agradeció, más vale poco de algo que mucho de nada.
Ojalá nos visite de nuevo.
Me alegro que te haya gustado el poema.
Desde l' Horta, un abrazo.

Bello, bellísimo, Carmen; riqueza semántica, sensibilidad deslumbrante. La lluvia con el elegante traje de tu poética, vaya lujo.

Abrazos y gracias por compartir.

carmen Parra escribió:¡Ay la lluvia y lo que despierta ..!.es maravilloso ver como surgen versos desde ella con tanta magia y belleza.
Un fuerte abrazo poeta
Carmen

Muchas gracias, Carmen.
Agradezco mucho tus palabras y me alegro que te haya gustado.
Un fuerte abrazo.

Guillermo Cuesta escribió:Un recuerdo: " gotas de lluvia que al caer..." Yo me las encuentro nutriendo y destilando el verso que las va recogiendo
con la inspirada senda del lenguaje tuyo.
Aunque hace frío por estos parajes madrileños no nos vendrían mal unas pocas gotitas de esas o copitos blancos.

U n a razo

Muchas gracias por tus amables palabras.
Un abrazo, Guillermo

Pilar Morte escribió:Tiene razón Ana cuando dice que cada día escribes mejor. Unos versos con sensibilidad, lirismo y belleza.
Abrazos
Pilar

Muy agradecida, Pilar.
Me alegran mucho tus palabras.
Gracias.
Abrazos