Editorial Alaire

Rueda la rueda y me acompaña dando
vueltas y vueltas a lo que maquino,
a lo que busca mi necesidad,
a lo que rompe y a lo que depura
a lo que teme y a lo que presiente.

Soy movimiento, o sólo el esquema
que repercute en el roce macabro
de todo el desgaste que arruga la goma.

Soy el disgusto que pone su escena
al borde del clima que de la tormenta
rescata las luces del arcoiris.
Soy el emblema, y no por sufragio,
de lo que me toca sin un suplemento
que llene y ascienda la nomenclatura.

Soy el estruendo del signo que grita.
Soy la condena de algún mal destino
que no resucita y si no provoca
que ha menester salir a dar vueltas
la rueda que rueda.

"Soy el estruendo del signo que grita.
Soy la condena de algún mal destino
que no resucita y si no provoca
que ha menester salir a dar vueltas
la rueda que rueda."

Esta rueda parece que es la vida que siempre nos empuja, que quiere ponernos a la par, o tal vez sean los pensamientos de alguien que cabila mucho.
Me ha gustado mucho esta rueda que, aunque se desgaste, no para de rodar.
Te felicito por tanta hondura y belleza.

un fuerte abrazo.

Buen poema, Guillermo. Me ha gustado leerlo. Abrazos.

Ramón Castro Méndez escribió:"Soy el estruendo del signo que grita.
Soy la condena de algún mal destino
que no resucita y si no provoca
que ha menester salir a dar vueltas
la rueda que rueda."

Esta rueda parece que es la vida que siempre nos empuja, que quiere ponernos a la par, o tal vez sean los pensamientos de alguien que cabila mucho.
Me ha gustado mucho esta rueda que, aunque se desgaste, no para de rodar.
Te felicito por tanta hondura y belleza.

un fuerte abrazo.

No es la rueda de la fortuna, pues cuando la fortuna rueda se va ¿y quien la piilla?A ver que pasa con la rueda que rueda. y aver qué pasa con los que ven rodar la rueda. Gracias por tu amable paso, por mis versos.

Ramón Carballal escribió:Buen poema, Guillermo. Me ha gustado leerlo. Abrazos.

Gracias, por poner tu gusto en el poema y dejar huella de tu amable postura.

Un abrazo